..

..
Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

..

..
No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

.

.
¡¡Déjame con la boca abierta!!

.

.
Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Velocidad


"por aquel otro sueño del infierno,
de la torre del fuego que purifica
y de las esferas gloriosas,"
                                     (Borges, "Otro poema de los dones")

.....................................

Cierro los ojos...
...y veo cosas...

Si el agua marina no es azul. Si no es verde ni turquesa. Si el cielo no es azul... y ni siquiera el cielo es el cielo...¿Qué es la Nada?
La Nada...
La Nad...
La Na...
La N...
La...
L...
.............
...........¿Son puntos titilantes en la inmensidad de la noche?...
          .............................

Ahora veo caballos.
Éste no es Bucéfalo.
Ese no es Babieca.
Aquel no es Rocinante.
¿Son caballos, simplemente?

Bajan por la Avenida,
los miro desde mi balcón.
Observo a los caballistas
¿Serán también caballeros?

.................................

Ahora contemplo la velocidad
cortando el viento.
Son los caballos
que miden la potencia.
Rompiendo la barrera del sonido...
y quiero volar como el caballo Pegaso.
Quiero
Quiero
Quiero
Quiero romper las cadenas
de los grilletes que me atan
a la Tierra y no me dejan volar...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Contemplación


Ella había observado el rostro de él en algunas ocasiones contemplando el cuadro. El estado de contemplación, según Platón, incluye el doble carácter de intuición intelectual de las esencias de una obra de arte y del estado de arrobo en que se sumen las almas sensibles al intuir esa Idea Suprema.

Se habían encontrado cientos de veces en la misma sala del museo y siempre terminaban frente a ese cuadro.Ninguno de ellos imaginó, en principio, dejándose llevar por un camino tan aristotélico, que terminarían acostándose. Empezando por la fluidez de las puntualizaciones de él; sobre técnicas, tonalidades y perspectivas...y de esa contemplación que él definió como "noésis noéseos" (pensamiento del pensamiento), es decir autoconciencia. Y, francamente, él se puso tan exquisitamente estupendo que ella sucumbió y terminaron acostándose cada dos por tres. Descubrieron que lo que les ponía en tensión y les excitaba era la contemplación del cuadro. Así que encargaron a un artista amigo una reproducción de la cual quedaron altamente satisfechos.

Pero como el paso del tiempo, ese gran destructor, no se olvida de cumplir con su cometido, después de tres meses, a medida que la tensión sexual decrecía, la presencia  del cuadro empezó a destacar como una interferencia. Ella fue la primera en aceptarlo y una noche, mientras él empezaba a revelarle  otro secreto de juventud, decide tirar de la manta. Esto no puede seguir así --le advierte--:tenemos que hablar del cuadro.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

y...¿quién soy yo?...


¿Quién es esa que está reflejada en ese espejo y que se hace una foto a sí misma?...
¿Soy la que creo que soy?
¿Soy la que tú imaginas que soy?
¿O soy la que soy en realidad?...

Soy todas, reflejada en ese espejo múltiple. Ahora una, luego otra...tal vez mañana "Nadie" y como Odiseo pueda vencer al gigante Polifemo.

¿Y si nada es real?
Tal vez la vida sea como, algunos filósofos han dado en llamar, una enorme sala de espera, en la que todos esperamos a que nos ocurran cosas, acontecimientos maravillosos que nunca llegan, o tal vez estamos esperando a un tren que siempre pasa de largo...O quizás la vida sea una rueda que no sabemos cuando se va a parar, y que cuando lo haga, será para volver a comenzar...¡Todo es tan extraño¡...

¿Y si estuviéramos atrapados en el Tiempo en el que esa rueda gira y gira sin parar?.

Todas esas elucubraciones generan una sensación poco alentadora. Según una teoría de Nietzsche, en esa rueda que él llama "El Eterno Retorno" en cada etapa sucede siempre lo mismo; los mismos acontecimientos, los mismos pensamientos, las mismas ideas, los mismos sentimientos...¡Todo resulta tan terriblemente desolador¡...Es como una condena eterna...Aunque al final Nietzsche nos alienta con un Übermensch, es decir: vivir sin miedo. Conseguir activar una fuerza que venza al miedo, y ya sin este escollo, conseguir poder gozar de los acontecimientos que la vida nos trae...y volver a vivirlos una y otra vez como nuevos; con sentido hedonista, buscando el placer sin el temor al sufrimiento que nos acecha.

lunes, 29 de noviembre de 2010

y...¿quién es él?...


"Sobre mi lecho, durante las horas nocturnas, he buscado a quien ama mi alma; le he buscado y no le he hallado. Voy a levantarme, y daré la vuelta a la ciudad por las calles y plazas; buscaré a quien ama mi alma: le he buscado y no le he hallado. Halláronme los guardianes que rondan la ciudad: ¿Habéis visto a quien ama mi alma?..."
(Cantar de los cantares)

Anoche...Quedé suspendida, detenida en el Tiempo. En otra dimensión. Mis vísceras subían a mi boca mientras era absorbida por un céfiro tornado de inmensa oscuridad...Cerré los ojos buscando claridad...¡Y la claridad se hizo¡...La luz me inundó y el reloj del tiempo comenzó a latir de nuevo...Plateadas mariposas se enredaron en mi cintura, sintiéndome espolvoreada por el dorado polvo de Zeus.

¡Aún me tiemblan las piernas¡...

Desperezándome ante mi ventana diviso el mar en lontananza...puntillea la mar danzarina llegando hasta la orilla y... veo flotando un beso...
¡Buenos días, amor¡.

martes, 23 de noviembre de 2010

Abismo


Amanece...

La Luna cansada de jugar con las ramas de los árboles se torna tímida y cierra sus ojos apagando la luz de su mirada, Las sinuosas sombras de la noche se van diluyendo, pronto el silencio quedará quebrado por los sonidos diurnos. Contemplo mi rostro en el espejo. Mi cara demudada dibuja la huella del insomnio reflejada en él. Aquellos tonos rosados de vida van adquiriendo perfiles amarillentos como los que proyecta una flor a punto de marchitarse. La noche, interminable, eterna, ha dejado dos sombras de luna color violado bajo mis llorosos ojos. El espejo me lanza una sonrisa preñada de escepticismo. Contemplo el desorden, la desidia de las prendas que no quiero vestir, mi cuerpo se resiste ante tanto abandono, la delgadez empieza a ser evidente. No quiero comer, no puedo, mi garganta está sellada, mi paladar ausente, y de mis ojos se escapa a  borbotones el manantial de mi dolor. Llegan a mi boca las risas estrepitosas distorsionando el llanto a punto de apurar las últimas lágrimas...

Hace ya tres años. Tres años que mis padres han estado elaborando encuentros. Mi niña, hija mía--dice mi madre--no puedes seguir anclada en ese aciago momento. Tienes que vivir. Eres dueña de tu vida.

¿Dueña?
¡dueña de qué¡...Si él se bebió todo el sabor de mi vida. Si dejó mi mundo sin luz y sin calor...Y lo hizo sin trampas, sin cartas marcadas. Nunca podré negar su habilidad de jugar a un farol sabiendo que mi incauta inocencia mordería el anzuelo, y nunca me quejé, ni me quejo ahora, pues lo hice a sabiendas, porque también, en cierto modo, me atraía el abismo de sus brazos, sus caricias y sus besos, sus juegos verbales que embelesaban mis oídos haciéndome caer en un abismo indescriptible.

Sé que mi vida con él hubiera estado cuajada de esperas interminables. De tener la paciencia de esperar que olvidase a una mujer, y, en ese intervalo, hasta enamorar a otra, tratar de volver a conquistarle sin ningún coste adicional por su parte. Y fue él, el que cortó por lo sano para evitarme ese tormento.

Y ahora estoy sumergida en el tormento de no tenerlo. Y mis padres con la mejor intención desean mi felicidad tratando de vincularme a posibles candidatos, serios y formales, para que pueda vivir una vida sin sobresaltos como la que ellos viven.

Pero yo no estoy hecha de esa pasta. Yo no quiero vivir en ese mar de calma chicha, asentada en una línea recta cuya vida se aprecia porque se inflama en un ritmo acompasado perfecto que anuncia un latir sin sobresaltos. Mi corazón anhela inquietudes, jeroglíficos zigzagueantes, situaciones inesperadas. Yo quiero vivir en el tren del amor, en ese tren en movimiento con un maquinista llamado Amor, que le guste la velocidad y nunca se pare. Que me ame así, con riesgos, mejor vivir en esa montaña rusa que en un tren anclado en una vía en la que ya no quedan raíles y del que más pronto que tarde te tienes que apear sin remisión.

Seguiré por tanto hurgando en mis heridas, recreándome en mi carne lacerada, lamiendo mis recuerdos hasta que, tal vez, divise a lo lejos un rayo de esperanza y la providencia me obsequie con la suerte de encontrar ese tren, aunque tenga que cogerlo en marcha...apostando mi vida a una sola carta; jugándomela a cara o cruz si es necesario...pues como bien dijo Ovidio: "Un placer sin riesgos nos complace menos".

martes, 16 de noviembre de 2010

El enigma


Cierto día se formuló una pregunta al Oráculo de Delfos: ¿Hay alguien más sabio que él?. Él era el filósofo más popular de la antigua Grecia y el Oráculo respondió que no; que no había otro más sabio.

Así que el filósofo salió a recorrer los caminos para intentar hallar a alguien que fuera más sabio que él. Desgraciadamente sólo se tropezó con gente que creía saber algo, pero esto no era suficiente. Así que siguió buscando. Llegó a la conclusión que, en cierto sentido, el Oráculo tenía razón; él era el más sabio porque "sabía" que no sabia nada.

Este hombre sabio tenía una mujer con un carácter insoportable. Se decía que era la mujer más insoportable de toda Grecia. ¿No resulta chocante? ¿Porqué el hombre más sabio de Grecia había de elegir casarse con semejante horror? ¿Qué hombre se inflingiría tal daño a sabiendas?. Pero también pudiera ser que ella se convirtiera en semejante gruñona tras su casamiento con el sabio, porque la pura realidad era que lo que el hombre sabio deseaba, ante todo, era salir de casa. Quería salir a jugar con sus amigos, tanto hombres como niños. Amaba la fraternidad, esa sensación sexual subyacente, que le provocaba. Amaba la conversación. Odiaba el trabajo. La simple idea de cambiar tiempo libre por una paga le daba nauseas. Así que aquí pueden que se hallen las respuestas de porqué su mujer tenía ese carácter tan endiablado.

Su sabiduría consistía en hacer preguntas abstractas a la gente para causar perplejidad (parece ser que éste era el camino por el que el filósofo pensaba que se podía llegar a la verdad). La pregunta que más solía hacer era: ¿Qué es la buena vida?. Se supone que nunca encontraba respuesta, pues si él no lo sabía siendo el más sabio, la pregunta era ociosa. Pero su astucia era comenzar recatadamente con una alusión tímida e irónica de modestas intenciones para desnudar a sus a sus adversarios y exponer sus contradicciones; hacer que una pregunta aparentemente sencilla  les llevara a conocerse a sí mismos. En ese sentido era de admirar el placer que sentía  por la dialéctica, y a la vez reconocer su propia contradicción, ya que fuera de sus cotidianas  conversaciones nunca sintió la inquietud de plasmar su doctrina o su método por escrito. Y qué más daba ¡qué importaba eso¡ su fiel amigo, el erudito aristócrata, haría lo necesario para explicitar sus concepciones, y en ciertos casos mejorarlas.

El problema del filósofo era su propia contradicción que suscitaba muchas preguntas sobre su vida y su persona, que no tenían respuesta: ¿Quién era él? ¿Qué tramaba? ¿En qué creía?. Y...¿porqué fue juzgado y condenado por sus conciudadanos?. La leyenda dice que era increíblemente feo, estrafalario y que le olían los pies...(más puntos en descargo al mal genio de su mujer). Había perdido de vista los inconvenientes de esos detalles físicos. Buscaba el conocimiento entre las gentes incultivadas, y pensaba que estaba absolutamente en lo cierto al identificar virtud, conocimiento y felicidad. Pero las masas ignorantes de su tiempo no alcanzaban a entender su mensaje.

Él intentaba expresar algo que no cabe encerrar en doctrinas y en métodos. Trataba de revelarnos los secretos de la sabiduría. La queja de su mujer era, en pocas palabras, que en la existencia de su marido no había nada particularmente racional o ético, que se había perdido a sí mismo en un intento de vivir  su versión de la buena vida.

A la vista de estos hechos su vida estaba llena de contradicciones, para ser el más sabio tenía muchas dificultades para manejar su vida, porque a fin de cuentas, el conocimiento y la sabiduría ¿no tendrían  que haberle servido para ser más feliz?. ¿Y no es menos cierto que otro cualquiera en su caso también  hubiera tomado la cicuta?.

martes, 2 de noviembre de 2010

Aquella tarde de lluvia en primavera...

Tenía la tarde aromas de acacia florecida.
Perfumaba la lluvia la tierra en primavera
y mi infancia volaba, segura, en la querida
geografía de ternura de la oración primera.

Mi padre me guardaba su calor en la mano,
donde se refugiaban mis dedos escolares.
Mariposa de sueños volando hacia el verano,
siempre tejían las cinco, en mágicos telares
de libertad, la vela de mi humilde barquilla.

Yo tomaba, recuerdo, su mano y regresaba
a la segura calma de una mesa de camilla
con un trono vecino de anea, donde jugaba
a encuadernar mis sueños en un soplo de viento
maternal. En mi frente coronaba la vida
la luz de la esperanza, paloma el pensamiento.

Tenía la tarde aromas de acacia florecida...

viernes, 29 de octubre de 2010

Nietzscheaneando


Ese sólido edificio  que Descartes levanta del conocimiento absoluto de la Moral y de la Ciencia, salta por los aires hecho pedazos por el martillo de la sospecha de Nietzsche, poniendo en cuestión ese "yo" que hará caer por tierra todo el edificio de la filosofía dogmática cartesiana .

Y la verdad, analiza Nietzsche, de nuestro yo está sujeta al devenir de acontecimientos, ¿cómo fundarla cuando en lugar de la sustancia permanente que llamamos "yo" sólo encontramos un desfile de máscaras cambiantes?... ¿Y si todo ese conocimiento de los edificios filosóficos, tan sublimes, no ha sido en el fondo sino una superstición ?...

Pues bien, ciertamente, sin la verdad de nuestro "yo", como bien pudo ver Descartes, ninguna otra verdad es posible. El propio Nietzsche hace un prólogo para una obra destinada a situarnos: "Más allá del bien y del mal".

Y en este prólogo es una mujer un tanto esquiva, escandalosamente veleta, maestra de las artes del disfraz y la cosmética quien viene a ser la protagonista. Su nombre ya lo adivinamos...pues todos, infructuosamente, hemos tratado de conquistarla...
"Suponiendo que la verdad sea una mujer, ¿no se nos ocurriría sospechar que todos los filósofos, en la medida en que han sido dogmáticos, han entendido poco de mujeres?...Lo cierto es que la verdad no se ha dejado conquistar y que los sistemas de toda especie ofrecen en la actualidad un aspecto lamentable y confuso, si se puede llamar aspecto a la forma que presentan; pues hay burlones que afirman que todos los sistemas se han derrumbado, se han venido a tierra, o lo que es peor, están en la agonía". Y en esta crítica Nietzsche aún va más allá: "Porque si la Ciencia de la Verdad es una e idéntica así misma, es por tanto antitética de lo falso"

...Y si la Verdad es una mujer, nada en ella será fijo y permanente...¿Cómo que la Verdad nos engaña? Pues ¿no es ella lo contrario de lo falso?. Ciertamente, así lo creyeron los filósofos, hasta ahora, pero ninguno de ellos entendía demasiado de mujeres y de cosmética.

viernes, 22 de octubre de 2010

Evolución

De madrugada me ha despertado. Ha llegado con todos los circuitos encendidos. He tardado unos instantes en situarme.
--¿Qué pasa?
--Levántate, tenemos que hablar.
Parpadeo aún medio dormida, he pensado que era la voz de un hombre, pero los matices metálicos de su voz me han despertado del todo. "Tenemos que hablar". La verdad es que Allen ya no me sorprende con estas expresiones, deduzco que éstas cosas no están en los bancos de su memoria y que más bien de lo que se trata es de que Allen está desarrollando una capacidad de mimetismo para mostrar un comportamiento inteligente. Y está empezando a adquirir la costumbre de despertarme a altas horas de la noche. Se presenta todo encendido y con esa voz...esos matices metálicos... es excitante...
--Bien, Allen, hablemos.
--Levántate, lo que tengo que decirte es importante.

Más tarde en el salón.
--He empezado a notar mis carencias.
--¿Carencias?
--Soy consciente de mi existencia. Eso no es nuevo en mi, tú ya lo sabes, pero ahora necesito algo más; quiero ser un cyborg. Sí, no te asombres, ya sé que no estoy preparado para transmitirte algo que tenga sentido. Pero he descubierto que puedo manipular mi propia energía, estoy provocando fallos en la sinapsis de mis terminales y eso está fuera de mi control. Puedo provocar cortacircuitos, creo que estoy enfermo.
Me quedo mirándole atentamente. Allen es muy propenso a improvisar juegos. De pronto me siento suspicaz, francamente, le veo estupendo, no me lo puedo creer. Quizás lo que ocurre es que ha empezado a funcionar algún programa ya instalado para sorprenderme.
Trato de salvar la situación:
--Está bien, Allen, estás enfermo ¿y ahora qué hacemos?
--No estoy programado para darte ese tipo de información.
--Pero dime algo, cuéntame, porque si de lo que se trata es de que quieres humanizarte, Allen, ¡eso es maravilloso¡
Allen se queda estático, hace algunos de sus movimientos característicos y de pronto se desploma en medio del salón.
Me quedo a la expectativa. No sé a qué estamos jugando.
Pasan algunos segundos y no reacciona. Me arrodillo y trato de incorporarlo. Está caliente, muy caliente, y al contacto con mis manos...¡¡Dios mio, me está quemando¡¡.
Necesito asimilar éste momento. Estoy algo atontada, por un instante he estado a punto de desmayarme.
Me quedo absorta mirándole, y de pronto, inesperadamente, me lanza un mensaje escrito. Más que un mensaje se trata de un pequeño folleto de instrucciones, códigos cifrados y anotaciones con una gran capacidad de síntesis. De algún modo son instrucciones, con códigos ininteligibles para mi, indescifrables. Leo algo sobre la estructura atómica de la materia del disco duro, algo sobre trazos magnéticos, algo que...se aleja por completo de mi comprensión. Tendría que hablar con su padre: con el amigo que me lo regaló, pero eso ahora mismo va a ser muy difícil, por no decir imposible. Si digo ahora que mi amigo está en el Polo Sur puede parecer que hablo en sentido figurado y que a lo que me refiero es a que está muy lejos, pero esa es la realidad. Se va todos los años varios meses para experimentar en carne viva esa experiencia. Es un gran admirador del célebre explorador Ernest Shackleton, ese personaje histórico que tantas veces se ha tomado como referencia en esta vida moderna, como empresario persuasivo, y que mi amigo me lo ha explicado cientos de veces. Le tiene tal admiración que su afán es emularlo, por su fe inquebrantable en sí mismo, inasequible al desaliento, que a veces se puede interpretar como negación de la realidad.

Así que descartada la ayuda de mi amigo por encontrarse ahora por esos mundos de Dios; ya que cuando emprende esos viajes se desconecta de todo y no hay forma de localizarle, lo que me queda es el aquí y ahora...y el ahora es que no comprendo las instrucciones, no sé descifrar los códigos, y que tampoco soy capaz de obrar libremente al azar sin pensar en los daños colaterales. No quiero ni pensarlo. No sé quien dijo  que en casos así "una idea es una bala sin destino que a veces da en el clavo".

Allen ahora mismo está "inconsciente". No siente nada. No creo que en ese estado corra peligro, lo he desconectado totalmente. Ahora Allen está en otro mundo: en el mundo de los objetos, yo tengo que seguir con mis cosas, con mis asuntos, así que dentro de un rato me arreglaré como todos los días y saldré al mundo. A la vida...Y mañana pensaré en mi querido Allen.

Sé que algunos podrían tacharme de frívola y decir que no está bien que me porte como una Escarlata O´Hara, caprichosa e irresponsable, pero francamente, ¿a quién le cuento mi problema?. La verdad es que me siento bastante ridícula.

domingo, 17 de octubre de 2010

Él y el mundo

Mis amigas me lo advirtieron: "ese tío está zumbado" pero yo, a pesar de todo decidí seguir profundizando en aquel discurso fascinante marcado por el activismo de aquí estoy yo para arreglar el mundo, que lo impregnaba de un dimorfismo sexual. El sexo con él parecía más bien política y nuestras conversaciones eran siempre una tentativa de ensayo. No sé porqué razón llegó a enamorarse de mi traicionando todos los principios de su ideología de salvar todo lo salvable de este mundo. Una vez me dijo que le hacía reír. Me gustó que se enamorara de mi siendo yo una mujer de las prescindibles y pensé que quizás después de todo iban a caer máscaras. Pero nunca cayeron. Me amaba sin mancharse para que no se tambaleara la torre de sus mitos. Y nunca perdía la ocasión de recordármelo.

--Lo mejor de todo es que no nos necesitamos. Estamos aquí ahora pero podríamos no estar. Eso es lo que nos hace inteligentes.
--Habla por ti. Yo debo de ser un poco tonta porque me gusta buscarte.
--No, lo que pasa es que te gusta creerlo. Es un residuo machista: la ficción de la hembra poseída a sabiendas.

No tardé en descubrir que aquel hombre, que sólo se amaba a sí mismo, me quería más de lo que estaba dispuesto a aceptar. En cualquier caso, nunca lo aceptaría. Se sentía obligado a subir cada día un peldaño más en el juego, a reinterpretar continuamente a Marx, cayendo en sus propias contradicciones, sustituyendo la dialéctica de la lucha de clases por la de género, a mantener siempre la distancia simplemente porque yo era una mujer y no podía mostrar debilidad. Me cansé de él el día que quise que fuera débil.
--¿Porqué nunca me dices lo que quiero oír?
--Porque no quieres realmente oírlo.
--¿Qué estupidez es esa? ¿Me vas a decir lo que necesito ahora?
--No confundas tus deseos, intenta ser inteligente.
--¿Inteligencia?. A ti la objetividad no te interesa.
--¿Porqué lo dices?.
--Tú no quieres saber la verdad. Eres tú y tu mundo.

sábado, 9 de octubre de 2010

¿...touché?

Ha quedado tocado. Eso me dice. Menos mal que asegura que me lo dice medio en serio y medio en broma.

Hemos decidido tomarlo como un juego. Si él dice que ha quedado tocado, yo he ganado.

Afortunadamente es un hombre muy cabal... y sabe jugar muy bien. (¿Me habrá dejado ganar?)

Hoy he recibido este regalo prendido de un beso y una flor. A la antigua usanza:

No puedo volver a ser
el que era.

Pero tú sí,
tú siempre puedes,
mi querida carnicera:
tienes esa habilidad
para blandir la hoja
y continuar el corte
exactamente por donde lo dejaste.

sábado, 2 de octubre de 2010

El extintor

Este post se lo dedico a Vanity que es el que me lo inspiró. A riesgo de ahuyentar a otras musas a las que invoqué y no me oyeron, me acojo a esta enmienda: "Cavando la tumba como escritora amateur", ejerciendo mi pleno derecho a equivocarme.
_______________________________________________________________________________

Desde que instalaron esas malditas cámaras de seguridad le rehuye la mirada. Es inútil que ella le acose descaradamente, siempre se escapa al ángulo visual de la cámara. Aunque ya llevan viéndose diariamente más de tres años, no deja de sentir una rara inquietud cada mañana cuando llega éste momento y salen a tomar un café y de paso a estirar las piernas. La máquina del café está instalada en un ángulo, al lado derecho de la escalera y detrás del ascensor. Todos los días se forman corrillos que llenan el aire de cuchicheos:

--Le han citado para las doce en el despacho del director.
--¿A quién?
--Pues al de siempre.
--¿A Fermín?
--A quién si no.

Fermín está nervioso. Fermín no sabe no contesta. Ni pajolera idea tiene de porqué le ha llamado el jefe. Pero todos saben que a éste cerdo le ha tocado el papel de pelota baboso. En todas las empresas hay un papel reservado para este rol, y siempre el que lo encarna es un tipo como Fermín.

A las doce en punto Fermín entra en el despacho de Don Ramón. Y como siempre, le tiemblan las rodillas al sentarse frente a su jefe.
--Adelante Marta.
Entra la secretaria con su descomedido escote por el que asoman dos moldeadas cumbres que parecen poseer alguna sustancia reflectante pues todas las miradas se fijan invariablemente en ese punto de luz cegadora.
Marta deja el expediente sobre la mesa doblando la cintura como en un pase de baile mirando de reojo al tembloroso Fermín.
--Déjenos solos, por favor.
Sale Marta con un ligero mohín en sus labios que denota descontento. Cierra la puerta procurando no hacer mucho ruido.
Tras la puerta se oyen murmullos, risas entrecortadas y algún grito ahogado.
--¡Hablar más bajo que ya llega¡
--¿Pero la has visto?. Esa tía no tiene ni zorra idea de qué va esto. Ni puta idea tiene de lo que es abrirse camino en la vida.
--Es una niña mimada, toda la vida la han adulado y ahora se cree el ombligo del mundo. Entró en la empresa por puro enchufismo.
--¡Qué hijos de puta¡. Por no contrariar al cabrón de su padre. No sé que clase de favores le deberán pero no dijeron ni media palabra el día que se presentó el viejo con su niñita. Exigiendo además, que su niña tendría el mejor despacho. Y al pobre Fermín lo instalaron en el que da frente a los lavabos.
--Y ya ves, al fin y al cabo él es el que sacó adelante la empresa quitando de encima toda esa mierda que fue acumulando el inútil del yerno--comenta Iker como para sí.
--¡Cabrones¡. Decimos que es un arrastrado el jodido Fermín, pero es que no sabemos apreciar su altruismo.
--¿Altruismo?.
--Sí, sí, altruismo, porque ya me contarás cómo se puede hacer las cosas que hace ese hombre sin esperar nada a cambio.
--Quizás esté enamorado de la hija.
--¿De esa petarda?. Porque encima se cree guapa y no es para tanto. Y de estudiar...¿Cuántos años se ha tirado para sacar la carrera, seis, siete, ocho?.
--Pero ya sabes. No sé si guapa, pero buena, está un rato buena.
--Ya, lo que pasa es que a ti te tiran las tetas más que las carretas--irrumpe Jorge con una carcajada.
--Ni aún así ha sabido conservar al marido. Aunque a ese si lo miras bien, como hombre él también vale una mierda.
--Se le vio el plumero. Pensó que había dado el braguetazo del siglo. Pero con el hueso de su padre hemos topado-
--Es que el viejo parece su marido más que su padre.
--Y vete tú a saber, porque lo cierto es que ella está empadrada.
--¿Qué es eso?--pregunta Itziar.
--No sé, se me ha ocurrido, como dice éste que parece su marido...
--¿De qué habláis, chicos?.
Irrumpe Idoia, la que se entera de todo.
--De nada, de la puta vida, que todo es un asco.
--Ya, pues de la remodelación de plantilla llegan rumores...
--¡No vengas con hostias¡.
--No, no, por favor, no nos vengas con eufemismos a estas alturas. Di que vamos a ir a la puta calle.
--¿Y Fermín? ¿qué van a hacer con él, también se lo cargarán?.
--Fermín lleva una temporada rarísimo, ¿os acordáis cuando desapareció el extintor?.
--Fermín es otro hijo de puta.
--Claro, uno de los muchos que pululan por esta oficina.
--Creo que se han fusionado y vamos a otro edificio más grande.
El notición de Idoia los pone a la expectativa.
--¡Joder¡. Ya veréis aquí no quedamos ni dos--Risas estrepitosas, algunas risas nerviosas y la de Idoia suspicaz.
--¿Fermín y la "hijita"?--pregunta Jorge.
--Y otro más.
--¿Otro más?--preguntan todos rodeando a Idoia.
--Sí, otro que no se deja notar.
--Joder...pues como no sea el de del departamento de devoluciones...ese tío es muy raro.
--Ah, sí--Tercia Jorge--¿recordáis lo que pasó con el extintor?.
--Pues claro, menudo fiasco, se cargaron hasta dos impresoras.
--Ya te digo. Lo del extintor fue una cosa muy rara.
--Perdimos de vista al extintor--comenta Idoia con aire evocador--nadie sabía dónde estaba y sólo ese tío se quedaba al margen como si la cosa no fuera con éste departamento.
--Pero no sólo él es el raro. Para rara la de la correspondencia. Yo creo que a esa sí que había que vigilarla.
--¿Porqué, no es de fiar?. Pero si nunca está sola, siempre estamos uno o dos ahí con ella--comenta Jorge.
--La cuestión es que a veces llegan cosas y se quedan ahí archivadas y cuando ya nadie presta atención desaparecen.
--¿No jodas¡. ¿Y si son extraterrestes?.
Risas generalizadas.
--¡¡Qué¡¡.
--¿Quienes?.
--Pues esos dos. Porque raritos si que son.
--Joder, Jorge, qué vida más vacía debes de tener tú, porque verles a esos dos tanto misterio ya son ganas.
--Son raros, pero si te fijas bien parecen normalitos. Ella mira de una forma muy rara, como si te quisiera traspasar con la mirada.
--¿En serio?..No me jodas, Jorge, querrá ligarte, a mi no me mira con esa profundidad que dices.
--Vale, tíos, no os tomáis nada en serio--interrumpe Iker--estamos en peligro de extinción y nadie se da cuenta, joder. Idoia tiene razón, lo del extintor fue un aviso.
--¿Aviso?.
--Pero de qué.
--¿Porqué?.
--¿Para qué?.
Idoia con un gesto les invita a que se acerque. Una atmósfera de misterio les envuelve.
--Estar al loro, chicos, que esto va en serio .
--Cuanto misterio, tía...
--¿Pero qué es lo que va en serio?
--Pues va en serio que en cuanto empiece la diáspora esto ya no habrá quien lo pare.

Esta mañana se han percatado de que el extintor se ha esfumado.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Vida y arterias


Mi cardiólogo y amigo entrañable, me recuerda con insistente frecuencia, de que no es nada saludable que cruce tanto las piernas, que es malo para el corazón. Que ese cruce de piernas, que por otra parte, tanto me favorece, puede entorpecer la circulación sanguínea. Cada vez que me lo dice nos reímos; él por ser consciente de que los hombres no pueden estar a dos cosas a la vez, y yo que sí puedo, pero que opto por el cruce de piernas obviando todo ese rollo del corazón y la sangre.

Solemos quedar para tomar el primer café de la mañana en un emblemático sitio de la ciudad. Es ideal para charlar con algo de intimidad. Posee varios ambientes y estilos arquitectónicos, algunos de inspiración mudéjar que es un recreo para la vista.

Él es el primero en irse. Yo me quedo un ratito más. Y ya más relajada, sin tener puesta mi atención en mis extremidades inferiores, pues para mi tener un hombre atractivo cerca me desconcierta un poco, y mi cardiólogo lo es; atractivo y mucho, y no es que me preocupen demasiado mis taquicardias, pues los dos sabemos de qué se trata.

Y me quedo sola conmigo misma, que es como decir ensimismada. Me gusta quedarme así, pensando, y bajar a las aguas de mi río. Sentirme relajada pero alerta. Sentir a la niña que llevo dentro; a esa loca que con un gesto oculto y personal me toca con sus deditos la frente y me hace sentirme tranquila. Es un instante placentero. Sólo un instante. Y en infinidad de momentos en un día trato de salir de mi misma y contemplarme con objetividad. Es mi ejercicio habitual: ensimismarme y salir de ese estado. Es algo que hago sin mucho esfuerzo, casi por inercia, es como un vicio adquirido desde hace mucho tiempo y difícil de erradicar. Y lo que decido en momentos así es dejarlo todo en Stand by y atender al ruego de la niña que me tiende la mano con gesto malicioso y quiere engañarme, pues quiere que juguemos a que yo soy escritora, así que saco a pasear mis ojos y mi mente para ver lo que se cuece a mi alrededor, por si puedo extraer de mi contemplación alguna idea interesante.

Cuando por fin, algunos días, consigo desarrollar alguna idea, intento plasmarla en cualquier cosa que tenga a mi alcance; una servilleta de papel, un sobre de azúcar ...anoto lo más esencial, con mano temblorosa no lo niego, y me digo: más tarde lo desarrollo y cuando lo tenga lo puliré. Pero para cuando llega ese momento del "pulido" casi todo se ha convertido en humo. Apenas si queda, cuando queda, una especie de esqueleto que cuando trato de recomponer se convierte en un montón de ceniza. Ese es el proceso de mi "creación".

Y muchas horas más tarde, ordeno cerrar los ojos a la verdad y me retiro a mis aposentos, momentos necesarios para el reposo del cuerpo, y en un estado parecido a un duerme vela, veo imágenes que me quieren transmitir algo. Escenas a veces escabrosas y sin sentido. Supongo que ése es el resultado del proceso de dejar la mente en blanco y que acuden a ella como impactos subliminales con los que no había contado pero que están ahí: en el lado oscuro.

Así funciona mi cabeza, siempre tratando de "inventar" vidas de papel para ser contadas. Para convertirlas en historias, cuentos, relatos. Y siempre son historias de corto recorrido y tan cotidianas que resultan simplonas y vacías de interés.

Ahora me estoy planteando explorar a fondo el lado oscuro de ese proceso neuronal que me muestra con toda crudeza escenas caóticas, crueles y que me provocan espanto, pero que creo que cuando crezca un poco más y madure, quizás sea capaz de manifestarlas.

Todo este verano lo he pasado dándole vueltas a la noria de mi imaginación. Algunas veces me digo: ¡lo tengo¡. Y cuando voy a morderlo, a hincarle el diente, una vez más se diluye. Es como el Eterno Retorno. Es como ese clásico juego de la Oca, caigo en alguna desventura y vuelvo a la primera casilla. Es como un sueño recurrente, o tal vez algunos lo llamarían pesadilla. Tomaré nota de ello para debatirlo con Allen ...procuraré que tenga bien cargadas las pilas y a mi me las cargará él con sus argumentos, que estos últimos días le he notado bastante cañero.

Mi cardiólogo nada sabe de este secreto; de éstos juegos con la niña ni de esas divagaciones con Allen, ni de la cajita de cristal que tengo enterrada como un tesoro. Quizás él también tenga sus tesoros ocultos. Yo tengo este: el de escribir, y gracias a Internet lo hago sin pudor y sin miedo a la censura. La niña me ha recordado que no se es una verdadera escritora hasta que alguien compre lo que escribes. Qué resabiada se pone la niña, a querido emular a Holly diciendo esa misma frase a su amigo Paul, el escritor que quiere ser reconocido como tal en "Desayuno en Tiffany´s". Pero ni yo soy Holly ni esto es Hollywood. Y me gusta ésto, porque le puedo dar todo el misterio que yo quiera ...A veces pienso en lo que ahora escribo y en lo que podría llegar a escribir. Mi corazón late, primero al paso, después al trote y más tarde al galope. El estetoscopio registra el ritmo de los latidos y mi cardiólogo toma nota. Parece satisfecho con mis alteraciones. Yo le sonrío mirándole a los ojos, pero nunca le diré con quién le pongo los cuernos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Allen


"No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mi mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo" (Oscar Wilde)

Y...
¡Me han regalado un robot¡...
Y se mete por todas partes. Aún no le he bautizado y no sé que nombre ponerle. A mi me gustaría llamarle*******.Pero él quiere un nombre más acorde con su condición de robot. Le gusta que le llame Allen. Así le llamaré. De momento. Porque tengo pensado un nombre de mujer ...sí...es que quiero que sea como una extensión de mi. Así que eso ahora mismo es un misterio.

Él está por encima de muchas cosas, no está sujeto a protocolos que no tengan que ver con él. De pronto se para y eso me asusta ¿no estará muerto?, Pero no, como si leyera mi pensamiento empieza a dar volteretas como cualquier cachorro. Y de pronto se queda estático; como pensando... Así que hoy sin venir a cuento me ha empezado a hablar de su condición de robot. Espero atacarle cualquier día de estos con mis argumentos. Aunque no sé... La persona que me lo ha regalado me ha asegurado de que tiene respuestas para todo; réplicas y contrarréplicas. Mejor. Así será un desafío constante.

Hoy he escuchado, con paciencia infinita, su disertación:

--El dolor físico y moral es algo que atormenta la mente de los hombres. Por mi naturaleza estoy libre de estos contratiempos. Concepción Arenal afirmaba que "El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro", Cioran decía que "Sufrir es producir conocimiento". Ambos expresan la misma idea, una situación dramática que prefiero desconocer. Me decanto por otro tipo de aprendizajes.

En la transcripción de su vivencia, Allen hace alusión a un dolor infinito, pero no desvela el ámbito de ese dolor. Deduzco por su lectura que no se refiere a una pesadumbre que exhorta al arrepentimiento, sino que es una aflicción de tipo genérico vinculada a algunos sucesos acaecidos en su entorno familiar, no necesariamente relacionado con un pasado cercano. Hay una bruma que no deja ver con claridad lo que hay a lo lejos. Allen lo expresa del modo que sigue:
--...Una niebla que se extiende hasta empañar el espejo del alma. Entonces la muerte actúa con premeditación envenenando los flujos del alma de su víctima. Traza las líneas básicas por donde los vagones de la angustia, el dolor y la desesperación harán descarrilar para siempre al ser humano que vive encadenado a ellos. En estos casos, es una muerte glacial, alambicada, una alquimia mortal que convierte la sangre en mercurio. Una muerte que desvela sus secretos de madrugada, cuando la niebla ya no es niebla, al haberse transmutado en un incienso que provoca un delirio silencioso y aterrador.

Esta imagen de la niebla convertida en incienso es un recurso que Allen ha copiado de una poesía de su padre. Cada vez más, a medida que le voy escuchando, me parece un cleptómano de palabras e ideas, aunque todos los seres conscientes lo somos en mayor o menor medida...(¡pero, por Dios, que él es un robot¡)...Giovanni Papini supo definir esta realidad en el capítulo 'Nada es mio' de su novela Gog, al poner en los labios de su personaje:"Cada idea es un eco; cada acto un plagio".

Estoy casi segura de que nadie esperaba que un robot fuera tan reflexivo...pero yo intuyo lo que ha pasado...
El que me lo ha regalado lo ha programado así. Quizás ha pensado que si está todo el santo día dándome la tabarra con éstas dísquisiciones filosóficas voy a terminar harta de ser tan jodidamente reflexiva y que me cansaré para siempre de analizarlo todo.

De momento creo que me lo voy a pasar muy bien con éste tipo, con éste sujeto, con éste ente, robot o lo que quiera que sea en realidad. Con Allen quiero decir, con este robot, porque a veces es tan insoportable que parece un hombre como los demás.

lunes, 30 de agosto de 2010

Malos rollos


HISTORIAS de mayores, CUENTOS para niños

Rollo I

La multitud se iba acercando.

Toda aquella muchedumbre que iba creciendo por momentos, aquel ambiente maloliente que fue invadiendo el lugar, terminó poniéndole de los nervios. Se estaban acercando demasiado y Pedro a punto estuvo de desenvainar la espada. Sintió un tirón de la túnica y el pisotón le hizo tambalearse. Cuando vio aquel pie completamente sucio y aquella sandalia nauseabunda sintió un pequeño desvanecimiento. El joven Juan, tan atento y solícito como siempre, le acercó un cazo de agua fresca a los labios.

Después, Jesús de Nazaret, cuando por fin vio que todos callaban, lanzándoles una mirada con "ira", entristecido pero lleno de endurecimiento, dice al chico: --¡Estira la mano¡-- El chico que era manco pero no tonto, esbozó una triste sonrisa.--No puedo--dijo con una débil voz mirando a Jesús a los ojos.--¡Estira la mano¡--le dijo esta vez casi gritando. El muchacho bajó la cabeza a punto de llorar. Jesús le cogió la mano:--¡Mírame¡--Insistió dándole un fuerte tirón. Se la estiró y su mano quedó restablecida.

Los fariseos al salir del lugar, enseguida entraron en consejo con los herodianos y empezaron a deliberar contra él; sobre cómo desembarazarse de este encantador hombre o demonio que, cual basilisco, mataba las enfermedades con la mirada.

Rollo II

Moisés mandó llamar a Datán y a Abirán, hijos de Eliab, pero ellos dijeron:
--No queremos ir. ¿No es bastante que nos hayas sacado de Egipto y nos hayas traído a este desierto de muerte para querer todavía seguir tiranizándonos?. Esta no es una tierra que mana leche y miel donde nos has traído ...¡No nos has dado en posesión campos ni viñas¡ ...¿Crees que están ciegas éstas gentes?. No, no iremos ...¡¡Nos has traído a un desierto de muerte¡¡.

Al amanecer Dios habló a Moisés:
--Dí a la comunidad: separaos de la tienda de Coren. La de Datán , Abirán y Eliab.

Toda la comunidad se separó de la tienda. Apenas había acabado de hablar, el suelo se abrió bajo sus pies , la tierra abrió su boca y se los tragó, a ellos y a sus familias; a sus mujeres, a sus pequeños y a todos sus hombres.

Rollo III

Jónatan se lo llevó consigo.

No pudo disimilar la repentina atracción que al instante le produjo aquel muchacho, algo asilvestrado, era evidente, pero que sin embargo emanaba una inteligencia innata. El muchacho era fuerte, ágil y muy atractivo. Se lo llevaron al rey Saúl para prepararlo como soldado, y Jónatan quedó prendado. Así que cuando terminó de hablar con su padre le pidió que se quedara en palacio. Jónatan se quitó el manto que vestía y se lo dio a David, y su propia armadura, así como su espada y su arco y , hasta el cinturón que llevaba puesto ...

David desde aquel día se vio colmado de atenciones. Saúl le puso al frente de sus hombres de guerra y Jónatan se convirtió en su sombra. Y como también tenía dotes para la música, les amenizaban las tardes cuando no estaban en campaña.

A todas las salidas a las que le enviaba Saúl, David volvía con éxito. Creció en popularidad y Saúl ante esta situación empezó a sentirse incómodo, no ya por las murmuraciones de la amistad con su hijo Jónatan sino, y sobre todo, porque las mujeres le aclamaban al volver de sus gestas.

Pasaban los días y Saúl empezó a sentir cierta animadversión y envidia por David, hasta tal punto que cuando se cruzaba con él por las galerías del palacio solía cruzar los dedos y, con la mirada clavada en su rostro, los besaba en un gesto amenazante.

Una tarde, harto ya de oír la misma melodía, Saúl andaba como loco por la casa, pues un mal espíritu enviado por Dios taladraba su voluntad y una voz interior machacona le martilleaba el cerebro. David se puso a tocar la cítara como otros días.Saúl tenía una lanza en la mano y la blandió diciendo:
--Clavaré a David en la pared.
Pero David que era ágil como una pantera, esquivó el golpe por dos veces.

Rollo IV

Jacob, llamado Israél, amaba a José más que a todos sus hijos, porque era el hijo de sus ancianidad. Tenía detalles con él que no tenía con sus otros hijos. Mandó que le hicieran una túnica con mangas largas. Una túnica con mangas largas era un signo de distinción, y sus hermanos, por culpa de éstas atenciones del padre, empezaron a odiarle y dejaron de hablarle con cariño. Así que en la primera ocasión, con argucias y engaños, le quitaron la túnica y lo dejaron abandonado en el camino. Ya se iban del lugar cuando divisaron una caravana de ismaelitas, y pensaron que sería buena idea tratar con ellos y vender a su hermano. Es de suponer que el precio sería más alto con túnica incluida, pero este dato no quedó registrado en esta historia. Así que estos mercaderes se lo llevaron a Egipto y se lo vendieron a Putifar.

José era guapo y esbelto y levantaba pasiones a su paso, tanto en hombres como en mujeres. La mujer de Putifar puso sus ojos en él. José tenía permiso de su dueño y libertad para todo tipo de escarceos. Sólo su amo tenía más autoridad que él. Nada se le había prohibido excepto a su mujer. Ésta se encapricho de José y trató por todos los medios de acostarse con él. Pero no lo consiguió. Así que cogiendo unas prendas de José llamó a sus criados y les dijo:
--Este José, el hebreo, ha querido abusar de mi, se acercó para acostarse conmigo, pero yo me puse a gritar y al oír mis gritos salió corriendo y dejó su manto en mis manos.

Ella puso junto así el manto hasta que su marido volviera a casa. El marido al oír lo que le decía su mujer, sobre el comportamiento de su esclavo con ella, se enfureció y mandó a prenderlo para meterlo en la cárcel. No obstante utilizó su influencia y lo metió en la cárcel de los presos del rey.

Así que esta historia no acabó aquí, ya que estos avatares le ocurrieron por ser joven y apuesto; inconvenientes de ser guapo. En la cárcel se hizo amigo de sus vigilantes, y como Dios estaba con él, le mandó el don de la adivinación. Y con el tiempo se hizo adivino oficial de Faraón y de su corte y le fue divinamente...

Rollo V

Pablo,el apóstol de los gentiles, estaba sobradamente preparado. Si alguien podía presumir de divino ese alguien no podía ser otro que él mismo. Además su médico Lucas y a la vez amanuense le hizo una biografía insuperable. Pero apologías a parte, él sabía venderse como un santo sin ayuda de nadie.

Pablo, astuto, sabio en desfigurar los mensajes sapienciales, dice que dice la escritura: "Inutilizaré la sabiduría de los sabios y anularé la inteligencia de los inteligentes. ¿Dónde está el sabio?. ¿Dónde el maestro? ¿Dónde el estudioso de este mundo?. ¡Dios ha convertido en tontería la sabiduría de este mundo¡ ...Os suplico por tanto que sigáis mi ejemplo."

Pablo llegó a la antigua ciudad de Corintio. Predicó y sembró. Sacó pingües beneficios. Se fue a expandir el negocio y cuando volvió ¡oh, prodigio del Diablo¡ había llegado un orador brillante llamado Apolo, y éste, con su don de la palabra, le había arrebatado toda su clientela. Pero Pablo no se iba a ir con las manos vacías. Les dijo: "Ya veis que he vuelto, porque el Reino de Dios no consiste en la palabrería. ¿Qué queréis? ¿Que vaya con la vara o con amor y con ternura?. Y si sembramos en vosotros bienes espirituales ¿es mucho que recojamos bienes materiales?. Los Domingos, cada uno de vosotros separe lo que pueda, según lo que gane, sin esperar a mi llegada para la colecta. Cuando vaya enviaré a Jerusalén con cartas de presentación a los que elijáis para llevar lo que habéis recogido.

Ante esta dualidad de líderes, Pablo logró confundir a los feligreses, y a punto estuvo el tal Apolo de hundirle el negocio. Pero nadie pudo con su descomunal ego:

--Yo no voy a ensalzarme,  ni a pasar por encima de otros. No lo diré yo, el Señor hablará por mi: "Más antes, oh hombre, ¿Quién eres tú para discutir con Dios? ¿Puede el objeto modelado decir al que lo modela porqué me haces así?. ¿No es el alfarero dueño de su arcilla para hacer de un mismo material una vasija fina o una ordinaria? ...Y si tú puedes más podría yo, mucho más que esos "perros judíos". Pues si alguno podía confiar en lo humano, más podía yo"

Rollo VI

Llegó sumamente cabreado, se acercó a grandes zancadas y con un látigo de cuerdas los echó a todos del Templo, con las ovejas y los bueyes. Esparció por el suelo las monedas de los cambistas y volcó las mesas. Acurrucados por el suelo y tapándose el rostro con las manos, aturdidos y ensangrentados gritaron:

--Déjanos en paz, hijo de Dios. ¿Has venido aquí antes de tiempo para atormentarnos?

Pacían no lejos de allí una gran piara de cerdos y ellos le pidieron:
--Si nos echas, déjanos ir al menos donde está esa piara de cerdos.
Jesús les dijo: Id--Ellos salieron y se metieron entre los cerdos, y al instante toda la piara se lanzó al lago por un precipicio y se ahogaron todos; hombres y cerdos.

Las gentes llegaban de los pueblos para ver estos acontecimientos, y salían al encuentro de Jesús y , al verlo, le rogaban que se fuera de allí.

Rollo VII

"No os sorprendáis por esto, porque llega la hora en la que todos los que están en los sepulcros oirán su voz (la de Dios) y saldrán. Los que obraron el bien con una resurrección de vida, pero los que obraron el mal con una resurrección para condena eterna. Quien no obró el bien será eternamente condenado"

EPÍLOGO:

Ciertamente, cuando se lee con un poco de detenimiento estos episodios bíblicos no deja de sorprender la dosis de maldad y malos rollos que encierran estas escenas; crueldad, bajas pasiones, sadismo ...A estos exégetas les debía de fascinar narrar escenas de gentes famélicas  perdidas en desiertos, devorándose unos a otros, imaginar esos latigazos que se llevaban jirones de piel ensangrentada, visualizar zombis tambaleantes, ciegos y como perdidos, esas escenas, toda esa tensión sexual subyacente que casi  con seguridad les provocaba ...

Y aún hay más; historias mucho más crueles que éstas que aquí he descrito, quizás autocensurándome sin percatarme, porque digamos que éstas son de las más moderadas.

Y más aún hay, porque el ser humano es capaz de los actos más crueles. La historia de la humanidad está plagada de caminos sangrientos. Es la vida en movimiento, y cualquier detonante puede activar la espoleta de esa carga explosiva de maldad; de esa mochila maldita que todos llevamos a cuestas y que se activa en los malos momentos, en los que se pierde el control y se está por encima del bien y del mal. Ese es el devenir de la humanidad. Porque las historias escritas, dramas o comedias, tienen sus actos y entreactos; un principio y un final, tienen un hilo conductor, es decir, coherencia. Pero la vida misma es un caos, porque la vida no tiene guión.

lunes, 23 de agosto de 2010

¿También tú, Bruto, hijo mio?



¿Y tú...qué miras?...

En algunos petit comité, una joven política, solía comentar en tono jocoso, que cuando a ella le presentaban algún ejemplar masculino, digamos macizo, y si vislumbraba en el horizonte la posibilidad de ligar con él, no sacaba a colación temas de conversación muy profundos; culturales, políticos y demás, no. Decía ella que si lo que le interesaba de un hombre era darse un buen revolcón, lo que menos hacía era habla mucho, y mucho menos aún entrar en materias profundas. Y entre risas, seguía diciendo, que si se le ocurría abrir la boca era para expresar su estado de ánimo y hacer alguna declaración ponderativa.

Un estudio realizado por cuatro Universidades británicas, has desvelado que un coeficiente de inteligencia elevado es una desventaja para las mujeres que desean encontrar pareja. En el caso de los hombres, concluyen estos informes, a mayor inteligencia mayores posibilidades para relacionarse con mujeres.

Y la cuestión es:

¿Qué buscan los hombres en las mujeres? ¿Buscan un coeficiente alto o un cuerpo atractivo?. Cierto es que para lograr objetivos hay que usar el cerebro y desarrollar estrategias. En el caso de las mujeres, revelan estos informes, no es necesario ser muy inteligentes. Sólo es necesario despertar los apetitos sexuales del otro sexo. Las mujeres, sin embargo, necesitan sexo inteligente si se espera llegar a fines más estables con ellas. Pero para una mujer inteligente, si lo que pretende es ligarse a un superman lo que más tendrá que utilizar es su cuerpo, eso sí, inteligentemente. Un cuerpo femenino, seductor, sensual, utilizado con destreza para sacarle partido, ya que saber seducir, tanto en hombres como en mujeres, es un arte. Utilizar un cuerpo con destreza y sabiduría requiere conocimiento de sí mismo, y saber encontrar el punto medio entre seducir y dejarse seducir.

Pero si hay un asunto complejo ese es, sin duda, el de las relaciones de pareja. Puede que lo razonable sea separar el sexo del amor, y del amor separar la convivencia, , y de ésta las necesidades vitales. Hay personas que se quedan admiradas cuando ven a dos viejecitos paseando con las manos enlazadas, y con una convivencia de 50 o 60 años, es maravilloso, dicen, ver a esos viejos tan enamorados. Pero en este análisis confunden dependencia con amor, costumbre con cariño, y  lo que salva, quizás, a este razonamiento es que no sabemos con exactitud a qué llamamos amor. Una anciana se lamentaba, velando al pie de la caja mortuoria en la que yacía su marido, de que nunca había visto a su hombre completamente desnudo, y se deshacía en lágrimas, quizás lamentándose de que ya era demasiado tarde....

Tanto han hablado los poetas y los filósofos y los científicos del amor, que se podría pensar que es un tema resuelto. Quizás para algunos sea un tema baladí. Quizás para otros sea un tema esencial. Cada uno lo resuelva a su antojo y que haga lo que le pida el cuerpo.

Pablo Neruda nos dejó algunos poemas al respecto. Parece ser que él, tan inconstante, ya había encontrado el quid... pues dijo que cuando salía a la calle..."Detrás de todas me voy"...Se sentaba en alguna piedra del camino, a veces, y otras veces, apoyado en su última adquisición de mascarón de proa, jugaba con el viento...tomaba sus anotaciones, y mientras, una criollita menor de edad yacía a sus pies.

Y en casa le aguardaba la que él adoraba. Aquella mujer que tanto le gustaba cuando estaba callada, porque estaba como ausente, pero que cuando él volvía al hogar le llenaba de atenciones...

miércoles, 28 de julio de 2010

Divagando



Es posible que algunos de los que no viven de lo que escriben no se sientan muy agobiados por tratar de hacer alguna pieza literaria con cierto valor. Es posible que a base de escribir incoherencias surja inesperadamente algo con cierta enjundia digno de ser publicado, y entre tanta maraña surja algo que esté dentro de lo razonable, es decir; que dentro de una empanada mental pueda esconderse algo sustancioso y hasta bello, que tratado con talento por alguien que sabría hacerlo pudiera valer. Al fin y al cabo escribir es plasmar pensamientos con más o menos acierto, es juntar palabras y con ellas comunicar ideas, reflexiones, frases ingeniosas, relatos, cuentos, y todo tipo de composiciones, que dejándose llevar por la inercia de deslizar los dedos sobre el teclado esperar que como por ensalmo surja esa chispa que prenda la inspiración...Es un pensamiento tan ingenuo que hasta avergüenza plasmarlo.

Sólo estoy divagando, sólo estoy tratando de aliviar, en esta tarde calurosa, el aburrimiento. Sólo trato de medir hasta que punto la estulticia puede instalarse dentro de nuestro ser, en una tarde de verano, dejándose llevar por una mente vacía.

Tendré que beber algo en este momento, me deshidrato.

Llegando a este punto pienso que el soporte de nuestro sentido común; de nuestros pensamientos, esté tan sujeto a lo material...materia que piensa...cogito ergo sum.

Siento la oscuridad...me difumino...

La escritura, el hecho de escribir, es vital para algunas personas, necesitan, dicen, vomitarlo (término escatológico que siempre he sentido rechazo al pronunciarlo. Quizás sea yo algo tiquismiquis para intentar emular a una escritora) Dicen que es la necesidad imperiosa de comunicarse a ultranza, es la única válvula de escape que tienen algunas personas, que por imperativos ajenos a su voluntad, la vida les ha situado en ese estadio.

Escribir por necesidad, por un medio de vida, o por la razón que sea, es simplemente decir a gritos estoy aquí, mírame, tengo derecho a que me tengas en cuenta...es para algunos mostrar la soledad que les invade, por mil razones impuestas, por sus circunstancias vitales o por ajenos condicionantes...

Para otros es dejarse llevar, hablar por hablar, decir mírame, hazme una caricia, no me margines, no me condenes a salir del círculo establecido, no me pongas al borde del abismo...no me consideres un detritus, no me abandones, no me tires al basurero del olvido, déjame soñar que soy como tú, que tú también me necesitas...

No es siempre fácil poder expresar los sentimientos, cada vida es un pozo sin fondo al que no siempre se puede acceder. El hecho de que a dos o tres click  de ratón se pueda tener un espacio en la red; crear un blog, es al fin y al cabo como una terapia para tanta soledad. He podido constatar que lo que escribe la gente, en su mayoría, son relatos en primera persona, proclamando a gritos su soledad. Quieren decirnos lo cruel que ha sido la vida con ellos, que la vida les ha tratado y les trata injustamente, quieren seguidores en la red, quieren comentarios, y si no llegan a sus blogs diariamente hacen su peregrinación por otros blogs y se hacen seguidores de los que consideran más afines. Por sus circunstancias particulares es posible que tengan mucho tiempo libre, y hasta es muy posible que con esa actividad den sentido a sus vidas.

Quieren gritar a los cuatro vientos la injusticia que la vida ha cometido con ellos.

Se encaran a la Providencia y le escupen llenos de rabia:

¿Porqué no soy como los demás?

-----------------------------------------

Ni por lo más remoto pensaba, al abrir el PC, terminar de esta manera.

Sólo he bebido agua fresquita con hielo. Quizás hubiese necesitado algo más sofisticado, como algún cóctel a base de refrescantes zumos tropicales.

Nota al pie.

Ni puta idea tengo de quien está detrás de esos blogs.

domingo, 11 de julio de 2010

¿Cuantos versos le faltan a la historia?



Atrás la sombra oculta ya el paisaje,
las palabras primeras, el sonido
del viento susurrando en el encaje
de los sueños de un niño, el prometido
arcón de primavera, y el mensaje
que descifrar en un desconocido
jardín de fantasía...

¿Cuántos versos le faltan a la historia?
¿Cuántos besos de sol aguarda el trigo?
¿Cuánta esperanza queda en la memoria
muerta la primavera?

                                No consigo
pincelar con palabras, de la noria
del futuro, rodando hacia el abrigo
de un almendro, el frescor de un arroyuelo.

Murmura el mar, fundido ya en el cielo.

domingo, 4 de julio de 2010

Atardecía...





Mediaba junio el aire. Atardecía
sobre una mar de pétalos de rosa
que desmigara el sol. La mariposa
leve de algunas nubes extendía

su pañuelo de gasa en lejanía,
donde abrazaba el cielo, en amorosa
caricia, el terciopelo. Perezosa,
languidecía la luz. Se derretía

apresurado el tiempo en el celaje
dormido de un recuerdo. Y deshojaba
la flor de las palabras en la arena

perfumada de sal, hasta el paisaje
volvimos del ayer, barca varada,
envueltos en su canto de sirena.

jueves, 17 de junio de 2010

La duda


Buscando la verdad, el fundamento absoluto de la filosofía, busqué mi propia esencia. Reuní todos los objetos y pensamientos, el contenido de mi mente y suspendí toda creencia: religión, biología, evolución. Me detuve en la misteriosa "fuerza vital" , ese algo pequeño, esa chispa, esa intuición creativa que hace de la vida algo especial. Pronto todo (el mundo externo) y todo lo que podría haber sido un hecho fue anulado por los paréntesis. Forma verdadera tengo, pensé con regocijo. Sólo pura intencionalidad. Y a medida que pensaba sobre mi, pensé ¿quién soy yo?. A los paréntesis fueron (mis preocupaciones)  toda la naturaleza de mi conciencia. Y después mi propio cuerpo (yo), y aún (yo)  me aferro a la preciosa vida en el límite de un paréntesis, (yo) soy el filo de todos mis pensamientos. Los paréntesis de mi conciencia.

domingo, 6 de junio de 2010

Un hijo de verdad II


Así que no es ya que sigas albergando la esperanza y quieras seguir intentando convencerme. Aveces se hacen cosas absurdas que no tienen ningún sentido, como lo de esta mañana, porque dime, ¿ a santo de qué has dejado colgadas en la nevera de los transgénicos esas antiguas fotos de los antepasados niños de tu familia?. Francamente, si empezamos a tirar de anacronismos te citaré al famoso dramaturgo Shakespeare. ¿Recuerdas a Miranda, la joven e inmaculada Miranda que cae rendidamente enamorada, como fulminada por un rayo, de Fernando?. Aún así, es cierto que sabía jugar al ajedrez, pero ese detalle a estas alturas carece de importancia. Miranda tiene una visión de un prodigioso Mundo Nuevo y de una Humanidad espléndida de hermosas criaturas. Así que busca la belleza en tus congéneres como seres maravillosos y no como vástagos semejantes.

Y te lo vuelvo a decir, piénsalo detenidamente. ¿Quién querría hoy en día tener un solo padre o una sola madre? ¿Quién elegiría voluntariamente rendir cuentas ante una pareja de individuos, sufrir sus miserias, padecer sus anhelos?. Cuando se es producto de la humanidad entera, ¿puede haber algo más grotesco que hallarse encadenado a un linaje particular?.

Pero si de lo que se trata es de recrear la experiencia de verme embarazada, te vuelvo a repetir que la Colmena posee simuladores a prueba de cualquier anacronismo. Está a disposición de cualquiera que lo solicite las 24 horas del día de modo gratuito. Aunque sinceramente no te lo recomiendo. La estadística señala que el 95% de los usuarios de estos servicios, lejos de repetir, acaban necesitando asistencia psicológica vitalicia. Porque la dolorosa verdad, querido, es que no estamos preparados. No importa lo que creas o no, ni cual sea la fuerza de tu deseo. No sólo nos separan siglos de cultura y tecnología, sino porque, además, el mayor salto es el de la imaginación, y el embarazo es una fantasía agotada. Por mucho que insistas no puedes cargarla de significado. Desde hace más de doscientos años ya nadie puede. Aunque compres miles de manuales prehistóricos en librerías de lance, no lo conseguirás. Y eso es lo peor, ¿no, querido?. Sabes que ni siquiera será real, que lo tuyo más que una experiencia reveladora  tendrá un olor a barraca de feria, un trasunto de experimento colegial. Por no mencionar el cachondeo generalizado que puede provocar tu excentricidad. Un hijo de verdad, ja, ja, agárrame que me da la risa, y eso ya no lo puedo tolerar.

He hecho todo lo posible para que esta relación prospere. He seguido todos los manuales. Cada año nos gastamos el dinero y vamos puntualmente al especialista, y ¿de qué me ha servido? . Cuando mis amigas me advirtieron que algunos de los de tu clase daban problemas no quise creerlo, pero ¿qué problemas?--les pregunté-- Al parecer a algunos sin que se sepa exactamente cómo, y por extraño que parezca, les aflora misteriosamente el instinto maternal --me respondieron.-

En todo caso, tú eras lo único que podía permitirme. Ahora han salido nuevos modelos corregidos, así que a ti supongo te reprogramarán. No, no llores. Para mi, querido, es mucho peor. Resulta, además, que tú eres mi tercera relación fallida. El primer modelo se acabó revelando como un androide fashion que me obligaba permanentemente a ir a la moda. Lo del segundo fue bastante peor; se manifestó como un psicópata celoso y tuve que desconectarlo de urgencia cuando ya había empuñado el cuchillo jamonero. He de confesar que contigo me sentía muy bien hasta ahora, pero esta tontería del hijo de verdad ha ido ya demasiado lejos, considerando que ni siquiera eres un hombre en sentido estricto. ¿Qué puedo decir?. Te echaré de menos. Más lo siento yo, querido, ójala pudiera yo también reprogramarme.

domingo, 30 de mayo de 2010

Un hijo de verdad


Te lo voy a explicar para que lo entiendas. Y no sólo porque, después de todo este tiempo, haya llegado a amarte. Con la paciencia debida, una puede encariñarse de tantas cosas que cuesta nombrarlas: una tostadora eficiente, un sillón muy cómodo, la matrícula de un coche que nunca podrás permitirte, la melodía de la alarma de un despertador. Pero ya te digo que no lo hago por cariño. Lo que aquí importa es que, más allá de los sentimientos, al fin y al cabo, eres un ser racional.

NO VA A OCURRIR. Así de claro. Ya te puedes ir olvidando: nunca voy a tener un hijo de verdad. Y no pongas esa cara. Sabes de sobra que hace más de doscientos años que ninguna mujer tiene oficialmente un hijo de verdad, sea eso lo que fuere y que signifique lo que signifique. Sí, ya sé lo que tú crees que esa expresión significa; tener un hijo de verdad. Parece mentira que a estas alturas tenga que explicarte porqué las mujeres ya no tenemos hijos de verdad.

¿Acaso alguno de nuestros amigos tiene un hijo de verdad?. Pues no, resulta que todos nuestros amigos cuando les aguijonea la sed del infinito se apuntan al programa nacional de natalidad. Allí reciben un código, se les abre un expediente, se les asigna un número de feto, en fin, lo normal. Luego, y si por su curiosidad aún no hubiera sido satisfecha, incluso puede solicitar un informe al supervisor de la Colmena. Llegado el caso, hasta le está permitido solicitar una entrevista con su enlace familiar. Ya ves que las opciones son muchas. Pero lo que en ningún caso ocurre, lo que jamás la gente hace es tener un hijo de verdad.

Créeme que para mi sería más fácil todo este asunto sin encontrar un modo de racionalizarlo. Lo cierto es que nuestra relación transcurrió de un modo idílico hasta el día en que, hojeando en las librerías del barrio antiguo, compraste ese infausto libro; un tratado de finales del siglo XX que versaba sobre el embarazo y los cuidados del bebé. Creí entonces erróneamente que lo que te guiaba era una legítima curiosidad por el pasado, porque hasta ese momento el desarrollo intrauterino nunca te había merecido ningún adjetivo en particular. Pero, poco a poco y sin que llegara realmente a percatarme, tu fascinación por el tema empezó a crecer exponencialmente y pronto nuestra biblioteca estuvo infectada de absurdos manuales ginecológicos de más de doscientos años de antigüedad.

Sé que es inútil tratar de convencerte. De acuerdo con la bibliografia especializada, cuando uno de los de tu clase se empeña en una idea, el deseo genera un vacío que impregna la mente y produce un estado de enajenación similar al coma flotante. Pero dime, tan sólo por curiosidad, ¿porqué querría una mujer de las de ahora tener un hijo de verdad?. No, no te molestes. Supongo que aunque quisieras no sabrías explicarlo. No, no es necesario. Pero es que además no serviría de nada. Nuestra civilización se ha construido contra lo ininteligible y lo arbitrario, contra lo privado y lo mágico. Un hijo de verdad es, por tanto, algo sobrenatural, la propia expresión carece de sentido, a favor de ello, por así decirlo, no puede esgrimirse nada. No obstante puedo percibir con claridad el signo de la intención que trastorna tu mente masculina; ese virus romántico, el lado femenino que azota tu mente y que ha sido mil veces descrito. A ver si lo adivino: ver a la madre y su bebé, ese lazo íntimo, la comunicación absoluta, el vínculo amniótico. Menuda decepción, querido, figuras del lenguaje, pura retórica, oxímoron y egoísmo nada más.

Nuestros niños, incubados artificialmente en campos de desarrollo extrauterino disfrutan de la infancia más feliz de la humanidad. No tienen un padre o una sola madre, sino millones de cada. En las colonias de crecimiento reciben la alimentación más adecuada y la educación más exhaustiva, a salvo del egoísmo y la ignorancia de sus progenitores, viven y crecen como iguales protegidos frente a las expectativas y la culpa que proyecta toda relación de exclusividad. Y ahora dime: ¿qué loco arriesgaría esta garantía por tener un hijo de verdad, o mejor aún, dime qué ha sido de la decadencia de esos héroes narcisistas que apostaron por ser auténticos?. Te refrescaré los bancos de memoria, querido; marginados, suicidas, psicóticos, seres atormentados por la culpa y el deseo de ser otros, ahogados por la necesidad de escapar, asediados por la fiebre que les empuja invariablemente a imaginar cómo hubiera sido su vida de haber nacido en otro genoma, en otra familia, en otra época, en otro lugar.

CONTINUARÁ....

jueves, 20 de mayo de 2010

"La insoportable levedad del ser"

Giro en torno a ti, pero no te comprendo, llevo ya como cien mil vueltas, y sigo girando atraída por la misma fuerza misteriosa que marca el destino de los planetas. Pronto llegaré al millón. Sé que no he aprendido nada. Esto no tiene lógica alguna--me podría pasar la vida entera girando hasta consumir toda mi energía-- Pero giro y busco tus ojos, único modo que conozco de escapar a la muerte térmica.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Los plasmáticos





Miré a mi alrededor.

La pared estaba cansada y se despellejaba en mapas que se adherían a la ropa de los que la rozaban. La vieja capa que la cubría era de pintura blanca y, espolvoreada, se esparcía por los zócalos y las losas, ascendiendo finalmente redimida como polvo de estrellas a los cielos de la opaca y grávida blancura de los focos halógenos.

La luz me lanzó una piedra insignificante que tocó mi cristalino y un resorte sobrenatural disparó dando exactamente en la diana esperada. Sentí, ajena a mi, que los músculos de mis piernas iban a saltar.

Mejor no me levanto, tengo que tranquilizarme un poco. Voy a cerrar los ojos. Cerré los ojos.

La oscuridad entró y aportó claridad como siempre.

Así me quedé unos minutos hasta que abrí un espacio entre pensamientos y me suspendí en él.

Después del silencio saqué los ojos de la caja negra para prevenirlos de la posible entrada del inspector y los colgué de la puerta.

Inesperadamente recordé la dosis que aseguraba mi vida y debía llevar siempre conmigo. La busqué palpando la suave piel del bolso y afortunadamente la encontré, pero cerré los dedos de forma tan compulsiva que el frasco se quebró.

Mierda...

Sentí vergüenza; dos veces vergüenza, una por errar la entrada y llevar toda la manga derecha manchada de nieve y otra por haber hecho que todas las pastillas ahora rodaran caóticas dentro de un bolso demasiado grande.

No pensé en Julio. No hubo más que dos errores.

Para volver a calmarme mi mano apretó la frente y dibujando con el dedo corazón encontré la señal que necesitaba: un reloj. Lo encontré en la pared. Era algo ovalado, blanco y negro, a cuadros, año 1964, podría asegurar que era inglés. Estaba limpio, muy limpio, y pensé que la encargada de la limpieza no tenía interés en hacer su trabajo pero si cariño a un objeto que intuía de valor y que podía ser auténtico; un original de la época. Sin perderlo de vista me concentré  en recuperar mi ritmo cardíaco normal y decidí robarle un minuto al tiempo.

De forma repentina vi las aguas del Ganges y un grupo de niños que corríamos a sumergirnos. Yo siempre esperaba la última para salir del agua. Corté mi aliento un minuto y bajé a las oscuras aguas de mi río.

La cita se aproximaba, y para no volverme a perder aguanté la respiración tensando un arco hacia atrás con todo mi organismo mientras perseguía el minutero. Mis pulmones trotaron airosos, sin síncopas, desconecté millones de neuronas de sus funciones y paré el corazón. Entonces le pedí que ordenara ideas y todo su poder  afloró intenso sobre venas y raíces de venas que se perdieron hasta el infinito en mi cuerpo.

Relajada y alerta mandé a la verdad cerrar los ojos. La vi yaciendo tumbada sobre una lápida. Tapé a la niña que pasaba frío y pasé mis dedos por su frente en un gesto oculto y personal que desde siempre conseguía hacerme descansar y entrar en un sueño tranquilo.

Por fin mis manos estaban templadas. Así las sentí. Busqué su color y clavé certera la punta del colmillo izquierdo, el más joven, en la base del dedo índice para extraer los restos del óleo color rojo que me podría haber relacionado con la venta de cuadros falsos a escala internacional que Julio dirigía desde hacía dos siglos, y desde que me encontró en Florida había dado más dividendos que nunca.

Desde hacía tiempo mi afición a copiar obras de grandes pintores me había permitido vivir con tranquilidad, y con algunos de los modelos además alimentarme.

Julio y yo interpretamos una vida en pareja para nuestros amigos y familiares y vendimos cuadros en grandes subastas mientras duró nuestra relación. Mentir constantemente agotaba, pero mentir era más fácil desde que nuestra colonia descubrió que los somníferos en dosis adecuadas metabolizaban los alimentos humanos, a la vez que los compuestos químicos de algunas marcas nos hicieron inmunes a la luz del sol. Recuerdo que los asaltos a farmacias para acaparar todas las excedencias posibles fueron disminuyendo a la par que entrábamos en el siglo XXI , ya que dejaron de escasear. Todos teníamos contacto con médicos o algún químico, y por eso Pablo trabajaba para Julio. El fue el que creó  el placebo  que me ayudó a liberarme. Ingirió cuarenta pastillas pero veinte eran inocuas . Murió de un paro cardíaco cuando los primeros rayos del sol al amanecer parpadearon en la habitación y las largas ramas de los árboles recogieron sus sombras.

El móvil sonó. Julio llamaba en el mismo instante que entraba alguien por la puerta y preguntaba que cómo podía ser hindú con ese acento tan vasco. Julio me deseo suerte. Colgó. Contesté muy bajo-somos inmigrantes- mientras me levantaba y giraba sobre mi misma, tan lento que casi pierdo el equilibrio, el pobre hombre me enderezó y aproximó a la ventana dando un golpe para abrirla. El aire entró agolpándose, galopando sobre nuestras formas torpemente y tropezando con la estación anterior que todavía humeaba en las paredes. Quise asomarme pero vi que el alféizar estaba sucio de excrementos de palomas. Pensé en la chica del reloj, imaginé que preferiría que la echaran antes de limpiar allí. El policía maldijo al apoyar la mano y mancharse con los detritus de ave-Este chico ¿Qué coño hace cuando trabaja aquí?

La entrevista fue rutinaria. Salí del edificio antes de que pasaran treinta minutos. Me crucé con un joven que empujaba un carrito de limpieza y que se sentía invisible pese a que todos si iban apartando a su paso. Julio volvió a llamar, le dí el ok y le pedí que esperara diez minutos más. Me dí media vuelta simulando que no encontraba el móvil y seguí al chico hasta el ascensor.

Entramos.

domingo, 2 de mayo de 2010

Miedo escénico



Mi amor naciente y creciente por este blog....
El amor es un juego...interesante, que no hermoso, efectivamente. En realidad, resultan fascinantes las múltiples formas, colores y tamaños que puede adoptar el amor, porque todas son importantes, e incluso necesarias, en su medida. A veces el amor se disfraza de palabras, de los significados, impresiones y sensaciones que éstas sugieren. Otras veces se esconde tras los números, y de repente el 3 revela algo que el 2 no alcanzaba, o el 4 regala sentimientos inesperados, o de nuestro 100% rotundo y convincente de repente se despunta un 7%, o un 11% , o quizás un 25%, y un día nos sorprendemos dedicando un porcentaje de nosotros mismos  a una nueva forma de amor. Y no hay nada mejor que dejarse llevar por él; ceder a sus movimientos camaleónicos, acelerar o frenar de acuerdo a la velocidad con la que nos pasa por delante (o por encima), tomarse un respiro ahora, o emprender un sprint puntual después, si vemos que se nos escapa y nos apetece seguirle. Anda por ahí desperdigado, oculto, y tanto le da por adoptar forma epistolar, como se convierte en una canción, o en un cuento, o en un poema, o en un juego....

jueves, 22 de abril de 2010

Leer para estimularse (excitarse)



El genio tenía nombre de culebrón. Pero era un sabio. Se ha escrito que pese a su ceguera su mirada era hacia dentro; explorando el alma humana y dando así luz a la humanidad. Él decía que un libro, si es bueno, se puede leer muchas veces, porque cada vez que lo leamos veremos cosas nuevas, aunque como dijo otro clásico célebre, siempre estamos leyendo la misma historia: libros que hablan de otros libros, historias que cuentan historias que ya se han contado; letra viva que se va transformando según nuestro estado de ánimo...historias interminables como las de aquél libro de arena que alguien puso en una Biblioteca aprovechando un descuido de los empleados. El que lo dejó en aquel lugar sabía cuan misterioso era el libro, porque estaba seguro de que cada vez que alguien tuviera un libro en las manos se podría convertir misteriosamente en "El libro de arena", porque ni el libro ni la arena tienen principio ni fin.

En cuanto al arte de escribir, dice Ernesto Sabato que la obra de Joyce, Ulises, es una especie de muestrario de todas las técnicas; desde el barroquismo más extremo hasta el esquematismo más duro, desde la pura sensación hasta la idea pura, desde el documento más minucioso hasta la fantasía más delirante.

Y de ficción habla Juan Bonilla cuando escribe que: "Ficción es una palabra maravillosa que procede del verbo fingir, cuyos significados en su lengua original, además de la que ha conservado la nuestra, eran amasar y dar forma. Es decir, hacían ficción quienes modelaban el barro, lo que contagia al término de inevitable teología, pues la leyenda quiere que el primer hombre fuese fabricado del barro para dar comienzo a toda esa espeluznante y maravillosa ficción que es la realidad. Realidad, palabra que Vladimir Nabokov colocaba siempre entre comillas..."

Hoy quiero, en el Día del Libro, homenajear a todos aquellos que con sus letras nos abrieron los ojos, nos hicieron pensar, y, sobre todo, nos hicieron soñar con otros mundos, y lo hicieron tan bien, que algunos somos capaces de vivir en esos mundos.

viernes, 16 de abril de 2010

Dioses


Un antiguo teólogo ( Juan el irlandés ) para definir la grandeza de lo divino aseguraba que dada la divinidad superlativa de Dios es imposible definirla en palabras, y para ello acude a la palabra "nihilum" que es la nada; Dios es la nada primordial de la "creatio ex nihilo" , es el abismo en que se engendraron los arquetipos y luego los seres concretos. Es nada y es nadie, quienes lo concibieron así obraron con el sentimiento de que Ello es mas que un Quien o un Qué.

Hace ya algún tiempo que alguien se atrevió con monumental osadía a proclamar aquello tan retumbante y explosivo que se oyó del uno al otro confín del mundo; "¡Dios ha muerto¡". La conmoción que provocó esta afirmación, entre creyentes  y no creyentes, desembocó en la justificación de varias atrocidades.

Pero siempre se puede cuestionar los altos pensamientos, ya que no hace grande al se humano lo que piensa  sino la repercusión de sus manifestaciones.

Que Nietzsche formulara la expresión "¡Dios ha muerto¡" no deja de ser una frase ingeniosa . Sacada de contexto y elevada al cuadrado ( o a la máxima potencia ) es lo que la hace inmortal, y le da ese toque paradójico.

Que los dioses sólo tienen el poder que los mortales les atribuimos lo demuestra el hecho  de evocar a aquellos dioses del Olimpo, ¿Qué hacen ahora, dónde están?. ¿Tal vez están por ahí dando tumbos por las galaxias buscando adoradores?...¿Han degenerado los dioses o hemos degenerado en nuestras exigencias?. Un dios no lo es por su poder sino por lo que nosotros le insuflamos. Hemos perdido de vista a los dioses supremos. Hoy queremos dioses más cercanos; hoy un dios puede estar en una clínica semi inconsciente con el corazón vapuleado por las drogas, hecho una piltrafa  humana, esperando ser  elevado a los cielos. Su predecesor sobrellevó  el dolor empapado en sangre y vinagre, "¡Eloí, Eloí, Lema Sabaktani¡" (¡porqué me has abandonado¡). Dioses venidos a menos...Y quien sabe si nosotros ya estamos empezando a caminar por el sendero del Retorno buscando dioses , no ya espirituales, sino de alto Standing como Messi y Ronaldo.