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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

jueves, 28 de agosto de 2014

Memento…


Siempre que me dices esas cosas… esos sonetos tan bien escritos… esa capacidad tuya para transportarme al séptimo cielo… me dejas anonadada… es una mezcla de… es una mezcla de… es una mezcla de… ¡el todo y la nada…! suben desde los ancestros de mis entrañas todo los efluvios hasta  cosquillear mi pituitaria… es una mezcla tan extraña… que siento toda la levedad de mi ser… y todo es perfecto; conjugar las sensaciones más cotidianas con las más inesperadas… y comprobar que un cielo en un infierno cabe… todo está como tiene  que ser… hasta todos los puntos suspensivos… para que nada  esté fuera de contexto…



lunes, 11 de agosto de 2014

Redada a las neuronas…


Las mato callando…

Decía Nietzsche que: “No es la intensidad , sino la duración de un gran sentimiento lo que hace  al hombre superior”

Y yo les digo que…

La duración conspira contra la intensidad.


lunes, 4 de agosto de 2014

Comprando apariencias


Recientemente se ha destapado una trama de falsificaciones de títulos académicos. Comentaban los medios de comunicación y daban los datos y los precios de los lotes de productos que la trama vendía. Esta  operación  policial ha dejado 600 detenidos y casi mil imputados.

M.C. F. Un exprofesor de instituto, ideario y jefe de la trama, habría confeccionado un código secreto para anotar los encargos de sus clientes. Según la investigación, vendía la «ristra de chorizos» –los títulos universitarios– a 2.500 euros, las «galletas Fontaneda» –diplomas de COU, FP o Bachiller– desde 600 a 1.500; la «caja de leche Puleva» –Educación Secundaria– a 1.200; y el «queso García Baquero» –Graduado Escolar y Primaria– también a 1.200.

Por su “supermercado” habrían pasado un millar de personas, de las que se ha conseguido localizar a 809.

La reflexión que ahora queda es qué pasa por la cabeza de algunas personas para adornarse con  méritos falsos. En el mejor de los casos puede que algunos compraran los títulos para engordar  los curriculums, y así conseguir puestos más relevantes en el mercado de trabajo. Otros quizás, los compraban para decorar las paredes de  despachos de dudosas empresas. Y como se puede imaginar, nadie está dispuesto a confesar que  alguna vez  falseó los datos o compró algún título.

Por otro lado, tampoco es necesario comprar títulos. Siempre que sean para adornarse con plumas de pavo real. Uno mismo  se los puede agenciar con más o menos talento. En el mundo virtual, de Internet, en las redes sociales, blogs,  y de Blogger y etc. es posible que no todas las identidades sean reales. Es este un mundo muy propicio a la farsa. Pero a mi la duda que me queda es saber a quien engañan con eso, porque todo engaño tiene un objetivo, un fin. Querer ser otro distinto en las redes es engañarse uno mismo, más tarde o más temprano uno tendrá que enfrentarse con la realidad, A no ser que vivan en un sueño permanente de imposibles…

(Dedico este post a uno de aquí)