Si la miras sin pararte mucho en los detalles se la ve bien. Pero se la ve preocupada. Y es que le está llegando la vejez por momentos. Ella se creía hasta ahora que esa etapa no la contemplaría, pero es que mi tía Araceli...todo lo que sea pensar sobre el deterioro físico...ella cree que eso no va con ella. Bueno, eso era hasta ahora, que el otro día la pillé mirándose al espejo con un rictus de decepción al contemplarse. Creo que ya está empezando a asimilarlo. Claro que, como ella dice, menos mal que la cabeza la tengo en su sitio...porque lo que es todo lo demás...y es que aún tiene en cuenta todo lo que aún le funciona bien: el aparato digestivo, los riñones, el hígado, el corazón, bueno de ese no está tan segura. Pero en lo concerniente a todo lo que es el "chasis"...las articulaciones, los huesos, y lo de la espalda...eso ya es imparable. Con razón, desde ya miles y miles de años los griegos se divertían jugando con los enigmas para responder a la pregunta: ¿Qué ser tiene cuatro patas a la mañana, se apoya en dos hacia la tarde y en tres al final del día?
(Sonrío)
Y aún así, mi tía abuela aún le da muchas gracias a la naturaleza, por no enviarle un quiste raro de esos, o un cáncer, o un ictus...y entonces se siente más animada pensando que lo mejor de todo es que no le falla la memoria, ella dice que aún las neuronas cumplen su función con recuerdos agradables, y sin olvidar el presente. Así que de seguir así...está pensando en donar su bendita cabeza para la ciencia.
Y...
a mi me ha dado mucho que pensar...porque si no te mueres antes...habrá que contemplar eso de la vejez...y yo no sé...porque aunque ella es hermana de mi abuela...mi abuela tenía otro temple: era mucho más consciente de su cuerpo...en fin.
Que como no sepa administrar bien esas ilusiones suyas...la veo sufriendo por no poder domar su cuerpo maltrecho...y es que tiene que ser duro cuando se ha sido un bellezón, tener que aclimatarse a la última etapa de vida...