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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

sábado, 14 de julio de 2018

Verano


Ya ha llegado el momento en que ciertas imágenes nos parezcan de lo más virtuales.

De las ganas de leer de manera compulsiva sólo nos queda el recuerdo del otoño y de la "incierta" primavera pasada, en que la climatología nos llenaba de ganas de cobijarnos en nuestra zona de confort...Ahora toca orearser, mojarnos en el mar, rebozarnos en la arena...o respirar aire puro en las alturas de la montaña...y es que soy una privilegiada, pues tengo al alcance tanto la playa como la montaña...incluso esas tormentas de verano tan espectaculares...

Ahora nos toca bajar de las estrellas en la madrugada.
Sentir el placer de dormir en la hierba fresca...
 añorar la sabiduría para escribir sonetos a la Luna.
Ha llegado la hora de no hacer nada que no sea para el placer de nuestro cuerpo...
Hedonismo a tope...
complaciendo al placer con el atardecer. 
y es que hay placeres que mejor saborear a la luz de la luna...
ya que el calor del sol..
calienta y derrite...

Y...
...es que con tanto calor ya no sé qué ponerme...pero, eso sí, pisando fuerte...


sábado, 7 de julio de 2018

El origen de la tragedia


Opera prima de Friedrich Nietzsche.

"El origen de la tragedia" es una obra intrépida y chispeante, llena de arrojo intelectual y entusiasmo juvenil, que desconcertó y fue malinterpretada por sus contemporáneos. El propio Nietzsche la calificó quince años más tarde como "un libro imposible" por la ambigüedad de su estilo. En ella el joven Nietzsche, brillante universitario, catedrático ya de Filología griega a los 24 años, enfocaba un problema en apariencia de corte académico y filológico como el de los orígenes de la tragedia griega.

Pero lo hacía con tal audacia en sus planteamientos que su tesis traspasaba los límites  de la filología clásica para ofrecer una visión metafísica y existencial del arte como producto de la tensión, la alternancia y la fusión de dos principios opuestos: lo apolíneo y lo dionisíaco; luz y oscuridad, razón e instinto, serenidad y embriaguez, orden y Caos.

El resultado fue una obra fascinante, notablemente híbrida y con una temeraria capacidad imaginativa, construida con datos filológicos y arqueológicos pero vivificada de un extremo a otro por un empeño filosófico.

"En todo caso- escribió Nietzsche como nota aclaratoria- aquí habla una voz extraña, el apostol de un "dios desconocido", pertrechado provisionalmente con el birrete de doctor; habla aquí el espíritu repleto de exigencias nuevas y aún innominadas, una memoria hinchada de interrogantes, observaciones, de oscuridades; aquí habla algo como un alma mística, un alma "ménade" que, atormentada y caprichosa, y casi irresoluta sobre si debe escaparse o entregarse, balbucea en cierto modo un extraño lenguaje".

Federico Nietzsche en estado puro, un deleite leerlo siempre.



lunes, 2 de julio de 2018

Regeneración...



Es el ser humano el único que tropieza dos veces en la misma piedra. Eso se ha dicho desde los comienzos en que empezamos a pensar con cierto raciocinio, así que eso de "sólo sé que no se nada", esa aseveración viene a corroborar algo que es más que evidente. Pues aunque suceden las cosas, apenas sabemos por qué suceden...los acontecimientos los podemos achacar a mil cosas, pero nunca sabemos con certeza nada de nada.

Y caemos una y otra vez en los mismos errores, pues algo que tendría ya que haber sido extinguido en pleno siglo XXI, resurge con fuerza...pues aún en ciertos sectores de la civilización  el fascismo es cada vez más temerario... más tiránico en sus manifestaciones. Más bárbaro para con sus conciudadanos, con un desprecio hacia todo pensamiento que no sea a ese tenor. Con una fuerza de querer eliminar toda mente pensante. Y es muy curioso  de que a estas alturas sigan sin darse cuenta de que por ese camino se va derecho a la barbarie.

Y del otro lado parece que cada vez se queda más difuminada esa otra fuerza que aún comprendiendo que cada vez es más necesario dar pasos decididos para aliviar esa injusticia que azota a muchos de nosotros...y los que algo podrían hace... esas personas que ven con toda claridad lo que ocurre, se contentan con encogerse de hombros y abandonar la lucha como si nada. Cierran los ojos a los problemas más vitales, sin querer ver lo evidente y se declaran incompetentes para encararse con los problemas que nos acucian. ¡No se puede hacer nada!...y eso lo decimos todos...

A  veces me he visto sin querer en medio de atronadoras protestas, tanto de izquierdas como de derechas...y, por Dios, qué fanatismos más peligrosos. No se actúa de una forma civilizada y se pierde de vista la verdadera razón  de las necesidades humanas. Tales descoordinaciones  y tales griteríos creo que no nos llevan a nada que sea positivo para mejorar nuestra situación. Y al menos para lo único que debería servirnos estas experiencias es para abrirnos los ojos, porque la pura verdad es que estamos totalmente perdidos en esas violencias que para nada nos ayudan a encontrar nuestro camino.

Y...

Creo que aunque somos animales sociables, no estamos aún capacitados para convivir de una manera organizada ya que lo primero que tendríamos que evitar es contaminarnos de esos percances humanos. Y empezar por uno mismo: respetemos para que nos respeten, no caigamos todos en esos errores para pretender que todos estemos del mismo lado ya que una sociedad con pensamiento único no es nada saludable...y es además algo muy aburrido...diversidad sí, pero respetando siempre al que no piensa como nosotros...