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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

martes, 27 de septiembre de 2011

Una pincelada...(una más)


Sí, algo más...
Estoy en el laberinto...
En esa fascinación por el estado mismo de la situación...

Se lo estaba contando y va y me dice:
--Lo que te está pasando es a lo que Ortega y Gasset definió como un estado de ánimo en el que lo que se ama es el estar enamorado.
--¿Qué me dices?
--Te lo cuento. Es esa sensación de sentirse pleno...uno se enamora de si mismo por persona interpuesta. Lo que te fascina es ese estado de enamoramiento...
...Y me siguió diciendo, sin apenas fijarse en mi cara de asombro:
--El enamoramiento tiene vocación de eternidad; cuando uno se enamora se enamora para siempre. Cuando los enamorados dicen "te quiero" lo dicen convencidos de que es para siempre.
Parpadeo y él sigue:
--Y tengo que decirte, si me lo permites, que esa sensación que tú sientes ahora es lo más parecido a un disloque; una dislocación del alma. Tienes una especie de atontamiento y "apenas le echas cuentas al amor"

¿¡Echarle cuentas al amor¡?...

Me gusta este tío cuando intercala en sus disquisiciones; tan académicas en apariencia,éstas frases del vulgo.

--La palabra "amor"--trato yo ahora de defenderme--está muy gastada, está vacía de contenido. Se llama amor a cualquier sentimiento, por mínimo que sea, de afecto.
--Claro, y a ti lo que te "enamora" es la sensación de estar enamorada. Pero eso se pasa pronto.
--¡No¡ cuando yo me enamoro siento que es para siempre.
--¿Y no crees que ya son demasiadas veces?
--Ya...¿Pero sabes qué te digo? Que cuando estoy inmersa en éste estado; en el que se me sensibilizan los sentidos, en el que la piel me palpita con su presencia...en el que cuando me miro en sus ojos tiemblo...ese latir enamorado...eso...¡eso es eternidad¡...y la eternidad engancha. Un sentimiento que se rebela como eterno tiene por fuerza que enamora...

lunes, 19 de septiembre de 2011

Acto de amor...


"Si mueres me acostaré pegada a ti y ahí me quedaré hasta el final, sin comer ni beber; te pudrirás entre mis brazos y te amaré carroña: pues no se ama nada si no se ama todo"
                                       
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Dejaron discursos...
muchos más que evidencias...
Quedaron los actos
registrados para la posteridad...
de su amor tan singular...

Sabido es que Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir tuvieron una relación muy tormentosa. Atípica. Nunca convivieron  bajo el mismo techo, ensayaron insultos inimaginables, vivieron su amor en paralelo a mil y una infedelidades, en aras a su propio criterio de la libertad, confirmada  con éste pensamiento de Simone: "Podemos hacerlo, vivirlo con amores contingentes". Estaban tan unidos, tan "pareja filosófica", que puede que éste razonamiento fuera de Jean Paul tanto como de Simone. Las partes por el todo...

Y lo dejaron escrito...

Simone acompañó a Jean Paul hasta el último memento...

¡Hasta más allá del último momento¡...

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Dramaturgia...


Amo las sensaciones...
Ciertas disposiciones de ánimo...

Busco a las personas que me las suscitan...Mi cerebro se abstrae con facilidad y termina prescindiendo de lo concreto para hurgar en las profundidades complejas. Por eso me cuesta comprender a los individuos que se atan a un lugar, a un amor, a una historia, porque toda experiencia es sustituible. Y aunque en tiempo real las personas nos parezcan singulares, con el tiempo, no añoramos a esas personas: añoramos la emoción de aquel tiempo...

Y de todo lo vivido...

sólo nos queda una breve intuición a la que llamamos memoria. La inteligencia, que es la primera línea de defensa frente a lo azaroso y particular, puede y debe motivarse a sí misma integrando lo vivido a la imaginación...siempre empeñada en recrearse.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Presunción de inocencia...


Cada vez que hablo con él me queda como un algo...no sé...él es como un cuadro; algo así como la vanidad personificada. Creo que es ese tipo de persona que estaría dispuesta a hacer cualquier cosa, por tremenda que sea, para destacar. Siempre terminamos hablando de todas esas teorías filosóficas, que están muy bien para discutir un rato, pero que sólo sirven para eso. La teoría esa tan trasnochada ya del Superhombre. Porque la triste realidad es que todas esas ideas de individualismo, del Héroe que salvará a la Humanidad está muy bien para los guiones cinematográficos, de cómics sobre todo. Y nada más. Y si hablamos de nihilismo...creo que, en rigor, él no está preparado para hablar de nihilismo...se llena de tales contradicciones que no puedo por menos que reírme por lo bajini...

La otra noche lo encontré un poco raro, pensativo. Algo más callado que lo normal en él. Le pregunté que qué le pasaba. Nada. Me dijo. Una tontería. Acababa de ver una película de Hitchcock. Película muy antigua según pude comprobar más tarde googleando. Se trata de "La soga". La sinopsis y la ficha técnica me sedujeron tanto que al día siguiente le llamé:
--Oye, tú tienes un proyector para las pelis, ¿verdad?
--Sí claro. Ya lo sabes. ¿Porqué me lo preguntas?
--¿Tienes algún compromiso para esta tarde, podríamos verla juntos?
--¿Te refieres a  "La soga"?
--Por supuesto.
--Eso está hecho. Tus deseos para mi...ya lo sabes...son órdenes...
--Ja, ja.

Y la vimos, y me encantó. Ahora ya la tengo grabada en "Mi Canal" para verla en pantalla grande, como una joya.

La película, que tiene la estructura de una obra teatral; pues toda ella se desarrolla en el salón de un mplio apartamento en el centro de Nueva York, donde se acaba de cometer un asesinato (Me gusta Hitchcock, pues siempre y desde los primeros planos nos muestra el cadáver de la víctima, e incluso el cuerpo del delito). La soga ¡qué bueno¡ un simple trozo de cuerda que puede estar a la vista de todo el mundo sin levantar sospechas. Pero bueno, esas son divagaciones mías. El argumento es el siguiente:

Al salón de un domicilio particular van llegando unos invitados que han sido convocados por dos ex alumnos del profesor Cadell para celebrar una especie de fiesta. El motivo de esta celebración queda algo confuso para las personas citadas, pues dicho acontecimiento en principio no queda muy claro. A medida que van llegando los invitados va creciendo la tensión y el nerviosismo de los dos jóvenes que acaban de perpetrar un asesinato. Se trata de un compañero de estudios.

La genialidad de Hitchcock hace que el cadáver sea encerrado en un arcón y que el mismo sirva de improvisada mesa para la cena.

El fondo del argumento es sobre el libre albedrío, y de si alguien puede ejecutar a un ser humano por el hecho de considerarlo inferior. Vamos, algo así como el razonamiento del joven Raskólnikov de "Crimen y castigo" que deduce que la gente que no sirve para nada, o en el peor de los casos sólo sirve para joder la existencia a los demás, tiene que ser eliminada. Así que se toman la justicia por su mano. Pero...¿cómo ha podido ocurrir esta aberración? Todo queda muy bien explicado por el profesor de filosofía, criminólogo y que ha sido el tutor de los protagonistas en el instituto, y que tiene el don de filosofar sobre esas cuestiones, aunque no con la suficiente claridad como para llegar a la comprensión de sus alumnos, que les ha inducido, sin pretenderlo, con sus curiosas teorías, a llegar a ésta aterradora conclusión.

Los golpes de efecto y los diálogo son geniales. Los espectadores somos rehenes visuales hasta el final de la película, ya que hemos entrado en ese salón y en ningún momento salimos de él hasta el final, en que se abre una ventana, se oye el bullicio de la calle y nos sentimos liberados. A mi modesto entender, este film me ha parecido una obra prodigiosa de Hitchcock.

Tengo una charlita pendiente con mi amigo...Él me hablará sobre todo de la parte más técnica, de las largas  secuencias, porque al parecer Hitchcock hace una experiencia radical: rodar una obra de teatro como si se tratara de un solo plano, y algo me ha comentado ya, él, tan cinéfilo, que en "La soga" pueden apreciarse los movimientos de la cámara porque no están como lo estarían en una película "normal", disimulando planos de corte de personajes que ven lo que la cámara acaba de mostrar. Y me temo que en el próximo encuentro me desafíe a descubrir en qué secuencia sale la silueta de Hitchcock...Será divertido, y sobre todo tendré que darle las gracias una más por darme a conocer este film.

Lo que sí me gustaría es que algunos blogueros, esos tan aficionados al cine, crearan algunos posts sobre este suculento tema, que con toda seguridad sabrán arrojar más luz con sus valiosos puntos de vista.

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