Amo las sensaciones...
Ciertas disposiciones de ánimo...
Busco a las personas que me las suscitan...Mi cerebro se abstrae con facilidad y termina prescindiendo de lo concreto para hurgar en las profundidades complejas. Por eso me cuesta comprender a los individuos que se atan a un lugar, a un amor, a una historia, porque toda experiencia es sustituible. Y aunque en tiempo real las personas nos parezcan singulares, con el tiempo, no añoramos a esas personas: añoramos la emoción de aquel tiempo...
Y de todo lo vivido...
sólo nos queda una breve intuición a la que llamamos memoria. La inteligencia, que es la primera línea de defensa frente a lo azaroso y particular, puede y debe motivarse a sí misma integrando lo vivido a la imaginación...siempre empeñada en recrearse.
Te vendrían bien aquellos "inyectables de sensaciones" de los que hablé una vez.
ResponderEliminarPara mi la vida es un conjunto de sensaciones, ilusiones y sueños, que sin ellos seríamos.... NADA!
ResponderEliminarUn besazo Marián!!
Ostia, genial. Marian, me acabas de crear un quebradero de cabeza de los gordos. Todo puede ser intercambiado y las personas también. Las sensaciones...
ResponderEliminarLo peor de todo es que intuyo que hay algo de eso, aunque cueste un mundo aceptarlo.
Saludos.
He leído tu paso en mi Libro de las fascinaciones. Le has puesto voz a las voces que uno no quiere escuchar, tal vez porque pretenden seguir viviendo en lo que ya murió, que es como esa vieja patria que nos ofrece un poco de certezas y en la que yo tienes a nadie de los que amaste...Gracias...
ResponderEliminarLa vida es en parte, lo que has vivido.
ResponderEliminarPero aùn mas, lo que esperas vivir.
Buen texto.
Un abrazo.
No puedo estar más de acuerdo contigo, Marián. Amamos más las sensaciones, más exactamente "nuestras sensaciones" , que a las personas.
ResponderEliminarLa persona adecuada, en el momento correcto, en la necesidad conveniente, se convierte en la suma de lo que convertimos en amor o algo parecido a ello.
No desmitifico las sensaciones y el amor, sino todo lo contrario, las creo necesarias y valiosas, pero el propio orgullo personal y algo del egoísmo innato del ser humano, nos lleva a añorar y amar más lo que nos puede hacer sentir y necesitamos, que a la persona en sí.
Cuando nuestra vida la sentimos plena, no solemos añorar. En cambio, cuando hay un hueco vacío o incompleto añoramos ¿a la persona o al sentimiento/emoción? Me quedo con lo segundo...
Nutritiva tu reflexión.
Un besito.
"no añoramos a esas personas: añoramos la emoción de aquel tiempo..."
ResponderEliminarEs así, es así. Pero a veces estamos convencidos de que lo que extrañamos es a una persona, y al volver con ella notamos que algo es diferente... Qué bravo todo!
Estoy totalmente de acuerdo. Sensaciones, momentos y sentimientos. Invariablemente unidos a la persona que los cocinó contigo pero siempre por encima de todo. Es lo primero que surge en la mente, el recuerdo del placer sentido en algún instante pasado. Después, pero siempre tras el sentimiento, aparece el rostro del otro.
ResponderEliminarMe atormenta saberme así porque creo que evoca un cierto egoísmo y sentir, con angustia, que el amor fluirá desde ese punto hasta otro, y después al siguiente, y así de modo inconstante pero eternamente, obligado por una extraña inconsistencia en la forma de pensar y de sentir. Amor por encima de todo y de una única persona. Creo que ser así, no es bueno...
Beso de, me haces pensar...
El hombre de Alabama:
ResponderEliminarNo sé si me vendría bien eso que dices...las sobredosis...en fin...
Gybby:
Seríamos unos seres sobre...vivientes...las ilusiones y los sueños...la memoria de lo vivido...y lo que esperamos vivir...eso nos mantiene en pie...
Un beso.
Igor:
¿Te cuesta un mundo aceptarlo? ¿Tan conservador eres?...
Un beso.
Cartas en la noche:
ResponderEliminar¡Que bonito nombre el de tu blog¡
¡Y qué hermoso el mundo de las cartas¡...como esas de Henry a Anaís...son cartas que se escribieron, creo, para ser leídas por muchos...los que tiene alma de escritor nunca escriben para una sola persona...
El Gaucho Santillán:
La vida es lo por vivir... eso es lo más importante...
Marisa:
ResponderEliminarNecesitamos nuevas sensaciones...siempre. Lo vivido es pasado...soñamos con un futuro lleno de emociones...más aún que las que quedaron atrás.
Sí, Marisa, nutritiva mi reflexión...aún más la quisiera...
Un beso.
Martín Pannari.
Es eso, lo que sentimos y queremos volver a sentir...
Gracias por ese "bravo"
Un beso.
Tonetxo:
ResponderEliminar¿Te hago pensar?
Pues es bien sencillo; no amarrarse a nadie... dejar que fluyan los sentimientos. No hay más. Cuando un amor se termina es como un fuego que se apaga...se busca más combustible y punto...
Somos un pasado lanzado al albur de un futuro, imposible observar, sentir, vivir, evaluar, sin la experiencia ya vivida, abstraída en absoluto. Pero vivir, ah, eso sí, es un presente que nos contiene permanentemente. En fin, tiempos idos y por venir, que se funden en en que se está viviendo y se escurre al mismo tiempo. Fascinante, paradójico, fatal, incierto. Besos.
ResponderEliminarLas sensaciones vs las personas que las provocan; sinceramente no lo tengo tan claro, pero has colado una duda en mi cerebro.
ResponderEliminarMarian, tenia q pasar por lo menos a agradecerte el comentario, jajaja, desde luego no deja indiferente!
ResponderEliminarun beso enorme.
muy bueno lo que dices .... y real.
ResponderEliminarNecesidad de estar dispuesto a lo novedoso. Y si no, la mente es un estanque de agua quieta y pudriéndose lentamente. Un abrazo.
ResponderEliminarme dejo pensando tu escrito... punzante
ResponderEliminarQué buena reflexión amiga!.
ResponderEliminarAunque pienso que algunas personas no son sustituibles lamentablemente para nuestro corazón.
Besos.
Muy bueno Marián!,
ResponderEliminardarle la vuelta a los pensamientos estáticos de que todo es imprescindible, que nada tiene porqué ser eterno...Aunque yo me quedaría con la idea de que debemos estar en el AHORA, nuestro presente, con quien sea, como sea. Pero disfrutarlo, saber que lo que hacemos es lo que deseamos hacer. Y escuchando siempre a nuestro cuerpo, que nos habla aunque no lo queramos escuchar
Javier F. Noya:
ResponderEliminarPreciosa reflexión la que me has dejado, Javier...y que no sabes cuanto te agradezco. Me gusta que te lo hayas tomado así, para pensar con tanta profundidad. Muchas gracias.
Besos.
Pilar:
Siempre lo digo, a todo se le puede dar más de dos o tres vueltas. Es bueno pensar sobre lo que pensamos...
Suso:
¡Ay¡¡...Poeta...¿Y ahora qué te digo?...
¡Tu forma de escribir es tan inspiradora¡...me dejas desnuda...me das envidia...¡se aprende tanto contigo¡...
Enorme mi beso, también.
David C.
Estás de acuerdo ¿verdad?...si lo pensamos con detenimiento, sabemos que es así.
Un saludito.
El Joven Cuervo:
ResponderEliminarSí, es completamente necesario...evolución...sí; Heráclito...
Spaski:
piensa...piensa...
Ojosnegros:
Bienvenida, y claro que si, hay personas que nunca morirán porque siempre las recordaremos...
Un saludo.
Namasté:
Totalmente de acuerdo con todo eso que me dices.
Un beso.
Llego de comentarte. O acabo de derramar una opinión sobre tu tapiz Beauvoiriano... Es increíble lo que podemos llegar a pensar, a pesar de todo, igual. Lo de acuerdo que estamos, cuando lo estamos, en esta declaración escrita de intenciones literarias.
ResponderEliminarNos gusta lo mismo. Lo mismo acaba con nosotros, o en nosotros. Nos atamos al tiempo que marcan los relojes del pensamiento, nos encaprichamos del mismo camino de regreso para regresar a sitio ninguno, nos fijamos mientras vamos y venimos en esos otros que viven lo que quieren, cuando y con quienes quieren. Y nuestra mente, que es inquieta, se abre en banda, se expande en rama, se contrae en contacto con la otra, la que nos mira, primero, la que nos invita, después. Hacemos realidad los sueños sólo cuando compartimos, sólo cuando departimos, sólo cuando desembocamos en mil historias y no nos sujeta adverbio de tiempo ni presentes de indicativos algunos.
En fin, que si me entiendes, genial. Si no, otro día, aunque mucho me temo que no lo conseguiré, intentaré sintetizar. Total, para decirte que me gusta lo que dices, que pienso de ellos tal como lo haces tú, que me gusta esa mezcla de pensamiento, palabra y obra, que aquí se está bien entre verbos que se conjugan sin esfuerzo... total, digo, para decirte todo esto no hace falta tanto, digo yo...
Te dejo un beso, desanclado.
Mario
Mario, menudo broche que me has dejado al final de éstos comentarios...total...para dejarme boquiabierta con tu forma de expresarlo.
ResponderEliminarSí, creo que sí, que te comprendo. Y te ruego que por favor, no intentes sintetizar, pues lo que me gusta de ti, es que una puede recrearse entre palabras, bien dichas, bien puestas, bien pensadas...
¿Aún no te he dado las gracias por éste regalo? Pues ahora lo hago, casi en silencio; como en un murmullo...Gracias y un beso.
¿De dónde sacas estas reflexiones?
ResponderEliminarJolín, me han impactado y no tengo nada que añadir, es decir, un comentario muy pobre, pero la resaca de la reflexión a la que incitas es muy interesante.
Conclusiones? Buff, de tanto ya no soy capaz.
Saludos desde la inteligencia en suspenso temporal.