Mis amigas me lo advirtieron: "ese tío está zumbado" pero yo, a pesar de todo decidí seguir profundizando en aquel discurso fascinante marcado por el activismo de aquí estoy yo para arreglar el mundo, que lo impregnaba de un dimorfismo sexual. El sexo con él parecía más bien política y nuestras conversaciones eran siempre una tentativa de ensayo. No sé porqué razón llegó a enamorarse de mi traicionando todos los principios de su ideología de salvar todo lo salvable de este mundo. Una vez me dijo que le hacía reír. Me gustó que se enamorara de mi siendo yo una mujer de las prescindibles y pensé que quizás después de todo iban a caer máscaras. Pero nunca cayeron. Me amaba sin mancharse para que no se tambaleara la torre de sus mitos. Y nunca perdía la ocasión de recordármelo.
--Lo mejor de todo es que no nos necesitamos. Estamos aquí ahora pero podríamos no estar. Eso es lo que nos hace inteligentes.
--Habla por ti. Yo debo de ser un poco tonta porque me gusta buscarte.
--No, lo que pasa es que te gusta creerlo. Es un residuo machista: la ficción de la hembra poseída a sabiendas.
No tardé en descubrir que aquel hombre, que sólo se amaba a sí mismo, me quería más de lo que estaba dispuesto a aceptar. En cualquier caso, nunca lo aceptaría. Se sentía obligado a subir cada día un peldaño más en el juego, a reinterpretar continuamente a Marx, cayendo en sus propias contradicciones, sustituyendo la dialéctica de la lucha de clases por la de género, a mantener siempre la distancia simplemente porque yo era una mujer y no podía mostrar debilidad. Me cansé de él el día que quise que fuera débil.
--¿Porqué nunca me dices lo que quiero oír?
--Porque no quieres realmente oírlo.
--¿Qué estupidez es esa? ¿Me vas a decir lo que necesito ahora?
--No confundas tus deseos, intenta ser inteligente.
--¿Inteligencia?. A ti la objetividad no te interesa.
--¿Porqué lo dices?.
--Tú no quieres saber la verdad. Eres tú y tu mundo.
El Constitucional admite a trámite el recurso de Compromís contra la ley de
'libertad' educativa de Mazón
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[image: El Constitucional admite a trámite el recurso de Compromís contra
la ley de 'libertad' educativa de Mazón]
“Esta misma semana Mazón ha intentado ...
Hace 28 minutos
Me ha encantado las conversaciones que han tenido, destacando esa frase que la encuentro genial de que estamos aquí ahora pero podríamos no estar.
ResponderEliminarTienes una manera de escribir que se te entiendo todo a la perfección, me gusta...
Besos
Me gusta, Marián. Y en cuanto a eso que llaman amor y que yo prefiero no darle nombre, parece que siempre es una batalla perdida la mayoría de veces. Es como un arte, sí; pero, también agota.
ResponderEliminarComo dato curioso, añadir que me ha impresionado tu mención a las máscaras por razones personales y que no vienen ahora a cuento :)
Ese tipo de hombres sólo son capaces de enamorarse de una sola persona: de ellos mismos. Egoísmo en estado puro. Cobardía a flor de piel cuando notan que sienten algo profundo por otra persona que no sea él mismo. Y lo más ridículo, quieren convencer de sus despropósitos cuando ni tan siquiera ellos los han leído.
ResponderEliminarMe ha encantado tu texto, Marián, de una realidad pasmosa, directo y sin tomas falsas, como la vida misma.
Un beso y buena semana.
Estos hombres son como el marisco saben muy bien en la boca, pero no te quitan el hambre, salvo que te excedas y te siente mal.
ResponderEliminarParece un poco egoìsta, el hombre.
ResponderEliminarPero, extrañamente, las mujeres les hacen caso.
Sì. Es asì.
Estos tipos que se miran una hora por dìa al espejo, les resultan "distintos".
en fin. Es la vida.
Un abrazo.
muy buenos momentos, sobre todo la parte de las charlas convirtiéndose en ensayos :P
ResponderEliminarSalud
efa
Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarY me quedo con la última frase, "tú no quieres saber la verdad. Eres tú y tu mundo".
Dice más de lo que parece. Mucho más.
Besos.
Estimada Marian no entiendo ese papel de espartano del siglo IV antes de Cristo que quieren interpretar muchos hombres en un acto de reafirmación de su masculinidad ni tampoco entiendo lo contrario, el desprecio a esos hombres que demuestran su interior, imagino que lo ideal estará en el equilibrio.
ResponderEliminarMe gustan las conversaciones en las que lo plasmas, me parecen muy vitales.
Y ahora una pregunta, ¿cuando se dice uno/una hasta aquí hemos viajado juntos?(seguro que la idea de tiempo en hombres y mujeres será completamente diferente)
Besotes luneros.
Si, lo has descrito muy bien: el narcisista solo se gusta a sí mismo, y enarbola un discurso racional sobre su propia existencia y la de los demás. El discurso racional del narcisista le permite objetivarse en las cosas y en los otros para poder verse (y admirarse) y ser. Los otros sólo son espejos (no ve la figura humana en el reflejo, no siente al otro en la imagen)... Ahora bien: ¿negarías que no ha sido bueno el sexo con él?....
ResponderEliminarmi beso
El magnetista
Menudo ególatra el hombre. todo un fanático de la estupidez.Bsos
ResponderEliminarFandestéphane: Casi siempre adopto este estilo; claro y directo, es como si te lo contara en una conversación...Llegará el tiempo en que te lo cuente con claves y con enigmas...
ResponderEliminarUn beso
(Sé que eres un hombre, pero siempre me despisto con tus fotos de mujer)
Asolada: hace tiempo que esperaba tu visita, gracias por venir...y me tendrás que explicar lo de las máscaras...
Un beso.
Marisa: así es,
como la vida misma, sin guión, tal cual y sin tomas falsas. Así pasó y así lo he contado.
Un beso.
Pilar:
ResponderEliminarCon tu comentario me has hecho reír con ganas. En un post anterior ya salio el tema...una joven política que cuando lo que le interesaba era darse un buen revolcón no sacaba a colación temas profundos ni intelectuales...Pues eso, estamos a rolexs o qué.
El Gaucho Santillán: todo eso que dices y más. Gracias por venir.
efa: a ti te gusta el sexo hablado, eh?
Salud.
Gaearon:me alegra que te haya gustado. Gracias por venir.
ResponderEliminarAngel: las relaciones duran lo que tienen que durar, no le busques explicaciones, no tiene sentido.
Beso...te
El magnetista:
ResponderEliminarNarcisista era y lo seguirá siendo, supongo. Y el mayor espectador de si mismo era él. Ni siquiera me pedía opinión, daba por hecho que todo era estupendo con él. Y sí, el sexo...claro, era en el único momento en que lograba yo llevarle a mi terreno, pero ya ves,se le disparaban todas las alarmas...
Besos.
Una mujer que te hace reír no es prescindible…
ResponderEliminarMuchas personas esperan de una relación, que en algún momento caigan las mascaras y aparezca el ser deseado, soñado, imaginado y anhelado, y al final resulta que no hay mascaras, que simplemente hay lo que hay, y punto. :(
Un saludo. :)
Javier F. Noya:
ResponderEliminarAfortunadamente a estos hombres enseguida se les ve el juego; pues no conciben que pueden perder.
Un beso.
Rapanuy:
Tú ya lo sabes, que la risa es muy buena para estar sanos.
En cuanto a las máscaras decía Machado que una máscara tapa otra máscara.
Te echaba de menos.
Un abrazo.
Yo me quedo con la frase ' me quería más de lo que estaba dispuesto a aceptar', tiene mucha miga, hay personas que el sentimiento de amar les produce vértigo.
ResponderEliminarUn abrazo
Quiero pensar que cada vez hay menos hombres preocupados exclusivamente de ellos y su ideología, en satisfacer solo sus necesidades y por el contario, plantearse compartir su vida con otra persona, despreocupandose de estereotipos y actitudes masculinas de antaño...
ResponderEliminarMuy bien escrito. Un placer pasar y leerte.
saludos.
Tenía una cita pendiente con tu rincón, Marián, desde hace algunos días. Me gusta el ambiente que se respira aquí: algunas caras conocidas, unos textos impresionantes (como este que acabo de leer) y una música casi mágica. Creo que te visitaré con cierta frecuencia. Felicidades por el blog.
ResponderEliminarUn saludo.
María:
ResponderEliminarEsos hombres se aman a sí mismos y son incapaces de amar a nadie más...Pero hay hombres maravillosos que se dejan amar...¿no crees?... Lo bonito es eso; dejarse amar, tú y ellos, nada de posesiones enfermizas.
Un abrazo.
lemaki:
Pues sí, son actitudes masculinas y a veces no tan de antaño. Pues si se ven "hercúleos" se sienten superiores, pero es una superioridad en músculos y fuerza. Aunque en los pulsos de intelecto los he visto sudar...
Un saludo.
Kinezoe:
¡Cómo me gusta todo lo que me dices¡ Muchas gracias. También yo me daré muchos paseos por tu blog, que me ha resultado muy atractivo.
Un saludo.
Mis fotos no son mis fotos Marián, y no ha lugar al despiste. Simplemente son las fotos de mi adorada Stéphane Audran. Y ya veo que tú sabes quien soy, pero me han llegado a hablar creyendo que era mujer y hasta uno me regaló besitos jajaja
ResponderEliminarYo también te los regalo