Buscando la verdad, el fundamento absoluto de la filosofía, busqué mi propia esencia. Reuní todos los objetos y pensamientos, el contenido de mi mente y suspendí toda creencia: religión, biología, evolución. Me detuve en la misteriosa "fuerza vital" , ese algo pequeño, esa chispa, esa intuición creativa que hace de la vida algo especial. Pronto todo (el mundo externo) y todo lo que podría haber sido un hecho fue anulado por los paréntesis. Forma verdadera tengo, pensé con regocijo. Sólo pura intencionalidad. Y a medida que pensaba sobre mi, pensé ¿quién soy yo?. A los paréntesis fueron (mis preocupaciones) toda la naturaleza de mi conciencia. Y después mi propio cuerpo (yo), y aún (yo) me aferro a la preciosa vida en el límite de un paréntesis, (yo) soy el filo de todos mis pensamientos. Los paréntesis de mi conciencia.
Al desnudarse lentamente de lastres de abigarrados colores nos encontramos vestidos de nuestra propia esencia.
ResponderEliminarPreciosa reflexión la que has hecho, tanto como acertada. "Los paréntesis de mi conciencia": perfecto.
Me ha gustado mucho.
Un saludo, Marian.
Hola Marian! siempre es reconfortante un encuentro con uno mismo, despojarse de todo y tener un momento a solas con nuestros mas profundos pensamientos y deseos, somos una chispa de luz en el infinito pero a veces pareciera que poseemos el fuego sagrado.
ResponderEliminarUn abrazo!
Buscar la verdad, la esencia del ser, todos lo hemos pensado más de alguna vez. Despojarnos del cuerpo material, de los huesos y carnes, desligarnos de los recursos técnicos para vivir, de los apremios y vanidades, y ser nosotros en esencia primordial. ¿Será posible sin dejar de vivir?..
ResponderEliminarUn beso.
…Los paréntesis… Son simplemente aclaraciones (respuestas a preguntas que no se han formulado), son apuntes que intentan como pequeños possit dejar constancia de algo o aclararnos algún que otro detalle. Son también espacios de descanso como las áreas de las autopistas.
ResponderEliminarLos paréntesis son detalles, pequeñas aportaciones que dan (con mayor o menos acierto) personalidad al texto… Y nosotros somos así mismo (no podía ser de otra manera) un texto también, cada vida es una historia, unas líneas escritas día a día. Y entre ellas, como no, los paréntesis que hablan por nosotros de nosotros mismos.
Un abrazo.
Nuestra verdad es algo efímero que se aloja en los demás y algo verdadero y auténtico que vive con nosotros...
ResponderEliminarBonita reflexion... Gracias por pasar por mi blog que es tu blog...
Profundísima entrada, Marián, veo que lo tuyo es la filosofía pura y dura, me gustan tus reflexiones, me hacen pensar a mí también. Y aprovecho a agradecerte tu visita a mi nuevo blog de relatos, tengo más blogs, uno de ellos, de poesía, lo comparto con mi compañero Jesús, que te ha escrito más arriba y por el que te conocí, jeje. Te dejo con un beso y mis mejores deseos para el finde, mi niña.
ResponderEliminarMarisa, has convertido en strictis seductor el desprenderse de vestidos de colores...
ResponderEliminarLa frase que has escrito entrecomillada me ha parecido más hermosa escrita por ti...
Gracias, Marisa
Carolina, estamos hechos de polvo de estrellas, no sé quién lo dijo. Einstein dijo algo así como que lo más maravilloso es el misterio de las cosas...soñar que somos como los dioses; dueños del fuego...suena bien.
Un abrazo.
Taty Cascada,buscar la verdad, la esencia del ser, no siempre puede ser un hallazgo reconfortante. Y sí, somos nosotros con todos nuestros defectos como no podía ser de otra manera.
Un beso
Bandit..."Los paréntesis que hablan por nosotros de nosotros mismos"
Me ha gustado.
Los paréntesis en la vida (en cualquier vida) son como esos contratiempos que aparecen cuando menos lo esperas; son como las piedras del camino que hay que tenerlas en cuenta para evitar tropezar. Y claro que eso es lo que a cada uno le acontece; caer o evitar la caída (y volver a levantarse). La lucha por la supervivencia, ya sabes...
Y somos texto, también,claro que sí, y que yo lo escriba y tú lo leas, para mi es muy gratificante ya que aprender es crecer y contigo eso se convierte en superlativo...
Un abrazo.
Jesús...pareja encantadora tú y Mayte, intuyo. Que dure ese estado de gracia, y que vuestros blogs os unan más, si cabe..
Abrazos.
Mayte.Lo anterior dicho a tu compañero te implica.
buen finde para vosotros también.
besos.
Está muy bien, ser el filo de los pensamientos y el paréntesis de la conciencia. Pero tal vez haya filo de los paréntesis y conciencia de los pensamientos. O filo de la conciencia y pensamientos de paréntesis. Si me preguntan a mí, me inclino por los puros paréntesis, sin contenido, esas dos rayitas solamente. Así, curvadas, tan poca cosa y tan tan ciertas.
ResponderEliminarSaludos.
Haffner, convertir a las palabras en vehículos cargados de conceptos es como bautizar a los números con nuevos sonidos...Las ecuaciones matemáticas no las alcanzo...en mi ingenuidad siempre he pensado que Aquiles adelantaría a la tortuga...
ResponderEliminarP.D.
Esas dos rayitas curvadas pueden encerrar un mundo...Y también, pueden, elevar a la máxima potencia otras cosas....
Muy de acuerdo en todo.
ResponderEliminarLas palabras son vehículos de sí mismas y de alguna cosa más, pero no de conceptos.
Aquiles ganó y el movimento se demostró andando (aunque hay tantas cosas que no se demuestran).
Eso, las rayitas son ciertas y al estar vacías, lo contienen todo, son una marca, un diferencial, una potencia. Efectivamente, entonces, se trata de potenciación.
Lo hacés bien.
Saludos.
También busco mi verdad reuniendo esencias. Llamo a cada letra, le abro un paréntesis, y me quedon un rato con ellas buscándome. Me sobran letras, me faltan paréntesis. Necesito calma para invitarme a recorrer tu yo entre paréntesis. Porque seguro que si conozco a los que escribís con incisos, acabaré sabiéndome...
ResponderEliminarEn cada verbo ajeno, hay algo de quien lee, algo de quien escribe. Muchas cosas se quedan en los tinteros de la memoria, de la sapiencia... pero para eso están los tinteros, y para lo demás, los paréntesis, los corchetes, los puntos suspensivos.
En fin, salió como salió y me gustó tu texto. Y te lo digo desde el otro lado, sin paréntesis de por medio...
Un beso, Marián. (Y felicidades)
Una vez más... creo que no se entendió el comentario... ¡Me gustó tu texto! Me pareció muy interesante. Tal vez lo hay dicho de una manera algo críptica. En fin, 'mea culpa'.
ResponderEliminarSaludos.
Haffner...No admito disculpas, no las merezco. La cuestión es que no hay que demostrar nada. La fascinación que me produce todo aquello que no conozco me puede durar hasta que adquiero ese conocimiento. Fuera de esa fascinación, cuando ésta falta, ya no me motiva conocer...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho lo que me has escrito; lo de antes y lo de ahora, gracias.
Un saludo.
Mario....Yo leo y aprendo...me divierto, ya sabes...disfruto intentando aprender cada día un poquito más...
Un beso.
Qué es la existencia sino un paréntesis en la eternidad, diría el gurú.
ResponderEliminarEl maestro zen preguntaría: ¿si te encierras en un paréntesis te aíslas del mundo exterior, pero si no te aíslas cómo te encontraras a ti mismo?
Yo prefiero hacer un paréntesis coger aire y seguir caminando hasta que la gravedad del planeta me obligue a descansar de nuevo. :)
Saludos y un abrazo.
(Será que todo lo esencial queda 'encerrado' entre los paréntesis. Que fuera de ellos no hay nada más. Que te puedes despojar de todo el equipaje y ¿qué es lo que queda? Pero ¿se puede resumir la 'nada' entre esos paréntesis?)
ResponderEliminarUn abrazo. Desde fuera de estos paréntesis. Desde otros paréntesis.
(...) :-) JA.
ResponderEliminarRapanuy, siempre he deseado buscar un momento zen...Y pensar el la Nada horas y horas...claro que creo que si entras en ese estado zen la nada es no pensar en ´nada´...Y si no sientes nada es algo así como estar muerta ¿no?.
ResponderEliminarNo sé, la calma chicha no me mola, prefiero alguna inquietud para saber que estoy viva...
Un saludo y un abrazo.
Filipo Sin Tierra...Yo de pequeñita solía enterrar tesoros, una cajita con su tapa de cristal llena de piedrecitas y flores de colores. Mientras era un secreto era un tesoro. pero si se descubría y salía a la luz dejaba de ser un tesoro porque ya no había secreto.
Los paréntesis que contienen cosas que nadie descifra, pueden, a veces, parecer tesoros, pero siempre depende del ojo que mira...
Un abrazo.
descubrir esas silla con flores ha sigo un gran descanso y respiro, agradezco haberte encontrado, un saludo Marian
ResponderEliminarMarian que curioso....has descrito mi momento... mis pensamientos, creencias y decisiones, y lo has hecho de una forma muy bonita....gracias.
ResponderEliminarUn beso
Detente un momento en esta silla, abre los parentesis, dejate llevar por la intuicón libera tu intimidad, afloja los límites y sucumbe al intelecto.
ResponderEliminarEsa bendita duda que nos sumerge al plano infinito de las posibilidades, es lo que ocurre cuando la loca de la casa - como decía Sta Teresa-, la ponemos a funcionar.
Magestuoso y magistral lección.
A Oscuras...Respirar y pararse a pensar viene muy bien a ratos ¿verdad?
ResponderEliminarTambién yo agradezco verte aquí.
Saludos.
Cuchu...Es que nuestro mundo interior es inmenso. Expresarlo en palabras no es fácil...Somos muy semejantes pero cada uno de nosotros encierra un mundo.
Un beso.
Carmeloti...Lo tuyo, lo que me has dejado aquí, llamarlo comentario se me queda corto. Reflexión, sin más, no sé...buscaré algún otro adjetivo...
Muchas gracias.
excelente reflexión para todos aquellos que buscamos la quintaesencia de las cosas.
ResponderEliminarenhorabuena... creo que nuestros (yo) son el fillo de nuestros pensamientos...
saludos
Mirache
Mirache...La quintaesencia...o el canto a la individualidad de tantas y tantas reflexiones nietzscheanas. Con tiempo y ganas se podría disfrutar dándole muchas vueltas a eso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Mirache.