Con las recientes transformaciones de mi sistema neuronal-nervioso he estado meditando en qué lugar de la casa me sentiría más cómoda para mis elucubraciones...y he concluido que en cualquier sitio que esté lejos de una silla, de un sofá o una cama. Es tarde, quiero decir que son horas ya de madrugada. Suelo trabajar bien a estas horas, descubriendo nuevas recopilaciones...extrayendo incógnitas en nuevas ecuaciones extrañas...leyendo a ratos algunas cosas para aplicar a mis relatos que voy sacando de mis propios conceptos de la vida... La semana pasada vi la película "Relatos salvajes" y tengo que reconocer que aún no tengo estómago para digerir ciertas cosas. Pero bueno, así es la vida; una tragedia. Y no siempre tendré la piel tan fina y suave como ahora.
"Últimamente" estoy pensando en dar un giro a mi vida, quizás pasarme al Taoismo, respetar los ciclos de mi cuerpo, olvidarme de los excesos...y cosas por el estilo. Y entre meditaciones de hacer esto o lo otro, camino por los surcos de mi cerebro revisando los libros ya leídos y los que quedan por leer. El otro día un taxista de un Mercedes Benz me decía que la vida no pasa tan rápido como se dice. Supongo que es cuestión de intensidades. Ha llovido tanto en estos últimos dos años que cuando sale el sol, llamémosle devoción amorosa sobreseída, no tengo más remedio que usar las D&G para salir a la calle.
Ahora, en estas altas horas de la noche, me gusta pensar, y si puedo, escribir algo también. La cuestión es que no se fundan los plomos.
Y...
Como dice un buen amigo mio, el abanico discursivo sigue su curso... y todavía lo mejor no ha sido escrito.
Elucubraciones que todos hemos sufrido, en mi caso luego se quedan en agua de borrajas, a ti te animo a que no cejes en tu empeño. Saltibrincos
ResponderEliminarPor supuesto que no cejo en mi empeño. Pensar siempre engrasa las neuronas, divagar y perderse para encontrarse uno mismo.
EliminarSaltibrincos.
Me sorprenden las personas que son más activas por la noche porque yo soy todo lo contrario, soy un tipo muy solar que rindo mejor por la mañana temprano; las noche me adormece y aturde -no me confunde como dijo uno por ahí-; en lo que si coincido es que "medito" y pienso mejor cuando no me encuentro sentado es más, creo que algunas de mis desvaríos varios me han salido mejor cuando estaba chapoteando entre largo y largo.
ResponderEliminarYo creo que el taxista se equivoca, hace dos meses arrancaba el verano, menos mal que ya queda menos para el verano próximo.
Un besote.
Decía Nietzsche que sus mejores reflexiones las tenía cuando iba paseando, se ve que ese movimiento físico activa la sinapsis, lo que provoca las conexiones neuronales.
EliminarYa sabes, el tema del trascurso del tiempo es muy subjetivo; cada uno tiene la medida de "su" tiempo.
Un beso.
Cuando me da por elucubrar me suelo ir a la tasa de wc, luego, cuando reflexiono sobre lo que allí he producido, a veces, no es una "cagada" en la soledad del lugar te vienen pensamientos muy pero que muy válidos.
ResponderEliminarSaludos
Sí, a veces los actos fisiológicos no se pueden separar de otras cosas más sublimes, también se puede tomar a broma, pero fíjate si mandas un mensaje en el móvil de esos románticos y, ¡si te vieran!
EliminarSaludos.
la intensidad reduce el tiempo o lo dilata, por aquello de obsesionarse
ResponderEliminarSí, esa cuestión tan debatida...el tiempo es tan subjetivo...
EliminarTambién soy noctámbula es cuando mejor se piensa.
ResponderEliminarTracy, siempre estamos de acuerdo.
Eliminarme ha encantado tu entrada
ResponderEliminarando en lo mismo
abrazos
Gracias por leerme, Reco, y por dejar comentario.
EliminarAbrazos.
Yo, que sigo horario de gallina, siento cierta oculta envidia para los que de madrugada piensan, y hasta sueñan. Creo que son horas mágicas...
ResponderEliminarSaludos.
Lo son, Igor, supongo que tú alguna vez lo habrás comprobado, que sí, que son horas mágicas.
EliminarSaludos.
Eres la mujer más interesante que conozco.
ResponderEliminarY me encanta esa canción.
Un beso, querida M.
¡Ay, Ficti, tú si que eres un encanto de persona.
EliminarUn beso grande.
Mientras pasas la aguja por lo surcos de tu cerebro, escucho palabra que agradan, contemplando un nuevo amanecer, esta vez soleado pero sin tener D&G, que ponerme, que cosas.
ResponderEliminarUn beso!
Reflexionar, pararte a pensar en lo que estás pensando, ver las cosas desde varios ángulos, todo eso y más te da la noche.
EliminarUn beso.
Septiembre es mucho de pensar en cambiar, o mejor dicho de cambiarnos, aunque normalmente enseguida se nos pasa ;)
ResponderEliminarYo siempre estoy pensando en eso, en dar un giro a mi vida...y es en septiembre cuando empiezan algunas cosas, que se me agudizan las ganas. ;)
EliminarEn bicicleta; creo que es la postura más creativa que pudieras elegir. En una máquina de cuadro de carbono, con sillín de cuero en forma de cabeza de toro picassiano, bien adaptado al fino perineo, los pedales a la distancia adecuada para que la contracción-elongamiento de los gráciles músculos discurra suave y armoniosa. Sé que después de siete millas de pedaleo sosegado pero tenso, cuando la epidermis comienza a perlarse de gotitas de sudor y un rubor se extiende por toda ella y la sangre se agolpa de cintura para abajo..., comienzan a surgir los pensamientos más barrocos, las ideas desquiciantes, los argumentos de película imposible. Por algo que a cualquiera se le alcanza, predominan las ideas voluptuosas, tórridas, a veces masoquistas, otras castigadoras, un desencaje de los goznes, un soltar de palomas retenidas, algo de crimen, tortura del espíritu, romper de urnas cinerarias, invasión de los cuerpos, un nudo en la garganta...
ResponderEliminarY mucho más que irás descubriendo cada vez que te subas a una bici bien aparejada. Y pedalees hasta sentir cargadas las pantorrillas y una tensión dulce en los muslos ardientes , un poco fatigados.
Hablo muy en serio, Mar.
Conozco todas esas sensaciones, Fred, y algunas otras también. Lo que nunca pasó por mi cabecita es que se pudieran explicar con tal lujo de detalles, tal y como tú lo haces. Pero claro, para eso hay que ser un portentoso escritor y también buen conocedor de la anatomía humana.
ResponderEliminarY...porque sé que me lo dices muy en serio te lo agradezco, ni te imaginas cuanto.
Escribo, Mar, pero no soy escritor.
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