La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana
Charles Baudelaire
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De mil y una maneras morimos.
Morimos, como consecuencia de guerras, terremotos, inundaciones, grandes incendios, pateras, accidentes de tráfico, errores médicos, torturas, ejecuciones, suicidios...nos morimos mucho ¡muchísimo¡
Morimos bajo estas circunstancias y algunas otras que se nos escapan.
Morir es la consecuencia natural de estar vivos.
Y del otro lado, queremos apuntarnos a los avances de la Ciencia; al genoma humano, las células madre...(el tema del cáncer tiene un debate aparte). Es inútil. A pesar del progreso todo sigue más o menos igual ¿Hay esperanza para el ser humano? La hay. De la materia de la que estamos hechos no podemos escapar...estamos hechos de polvo de estrellas. Y a ellas volveremos cuando se apague la llama de Nirvana y volvamos de nuevo a nuestra primigenia esencia.
La vida es placentera. La muerte es la calma. Es la transición entre una y otra lo que nos crea problemas.
ResponderEliminarclaro que hay esperanza
ResponderEliminarno esperar
futuros
solo eso
o sea desesperar
solo presente
nada mas
gracias adios
Y lo peor es que morimos todos los días...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLa cita de Baudelaire refleja bien su amarga y sabia ironía. No en vano se curtió en las postrimerías del XIX.
ResponderEliminarYa lo dicen los alfabetos de la muerte medievales. Nada más cierto.
Polvo de estrellas... eso es tan bonito. No hay nada fuera de la naturaleza. Ni siquiera la metafísica. Tantos siglos empeñándonos en encontrar una trampilla para ensalzar nuestra pobre genealogía y divorciarnos de la materia...
Un beso grande.
Morimos un poco más cada día que vivimos, esto es una obviedad. Algunos se obstinan con su fe, y logran creer que viven mejor (posiblemente así sea).
ResponderEliminarNo me importa venir del polvo de las estrellas ni volver a él. Soy un ente pensante con las limitaciones del infinito, donde me pierdo nada más empezar. Se acabará mi pensamiento y terminaré yo con él, y si algún día vuelvo a pensar, no creo que adelante mucho más de lo que lo hago ahora.
Como he dicho anteriormente, cada día muero. Sin embargo, a veces hasta creo que ha merecido la pena esta experiencia.
Quién sabe.
Un beso.
Pues claro, cada día se va un poquito más de nosotros, a dónde? a convertirse en ese polvo de estrellas. Sí, sería perfecto trasmutar en algo más auténtico, en vez de este caparazón que se va pudriendo.
ResponderEliminarOjalá pudiera aprovechar este instante que se nos otorga, para hacer algo más de provecho.
Como siempre, me dejas pensando... Genial, Marián. Un beso!
Lo malo no es la muerte, ni siquiera lo que hay después.....lo terrible son los preliminares.
ResponderEliminarLa muerte, hermosa palabra, en las culturas del África profunda existen tribus cuyo ídolo no es un ser supremo como ala, dios o buda, el mito esta en la nada, en la desintegración de la materia, seria simplificar si digo que acabar convertidos en humus como abono base del mundo animal y vegetal es nuestra meta mas elevada en esta vida como ente humano….
ResponderEliminarPara ellos la muerte es amiga liberadora y nunca anda muy lejos… ni se teme ni se anhela, que sea ella la que nos de la mano en su momento…
Esta en el ladrillo a punto de ceder ante tu cabeza, en la cáscara de plátano en mitad de la acera, en los frenos mal reglados de tu coche, en el camino de la izquierda si no eliges el de la derecha…
Creo que la espera tiene connotaciones cristianas, es una santidad que derrocha virtudes como la paciencia, el temple, la forja de los sentimientos sobre las pasiones de los sentidos.
Estos habitantes tribales del África profunda no esperan, es la muerte la que acude a ellos.
Pitt Tristán:
ResponderEliminarLa vida es placentera si vives el Carpe diem y no te frena la preocupación de pensar en la muerte. Y sobre todo si no te condiciona por normas religiosas ni estados de conciencia de culpabilidad. Mejor vivir la vida en su día a día.
Garriga:
ResponderEliminarPues ya está. No preocuparse en exceso y esperar lo justo en cada momento...sólo presente, como tú bien dices, porque el futuro es incierto.
Nada más.
Gracias a ti.
Hasta luego.
Dario:
ResponderEliminarMorimos a cada paso, sí...cada vez un poquito más cerca del precipicio...
Juan Antonio:
ResponderEliminarPues sí, polvo de estrellas. O como dijo aquel dramaturgo en su obra La tempestad: "Estamos tejidos de idéntica tela que los sueños, y nuestra corta vida se cierra con un sueño".
Grande mi beso también.
Sbm:
ResponderEliminarSí, es una obviedad que cada día morimos un poco. Y algunos tienen la esperanza, o la fe, de encontrar otra vida más allá.
Es cierto...seremos polvo de estrellas "no pensante"...pero mientras tanto pensemos en ello, porque lo que sí es cierto es que mejor es haber vivido que nunca existir.
Un beso.
Galia B.:
ResponderEliminarPerfecto, sí. Trasmutarse en ese polvo de estrellas...salir de éste cuerpo que nos esclaviza...¿a veces no te gustaría volar? ¿despreocuparte de esa fuerza de la gravedad?...¡ay, Newton, qué putada con la manzanita¡ nos robó un sueño...
Y sigamos pensando, sí, que a las dos nos encanta.
Un beso grande.
MumaMoon:
ResponderEliminar¿El sufrimiento dices? Eso es lo peor de todo...¡que la muerte es tan desatenta a veces¡ como dijo el poeta.
Alberto:
ResponderEliminar¡Qué interesante tu comentario¡
La muerte, hermosa palabra dices. Hablas de la trasmutación porque somos materia viva...
La muerte nos acecha, sí. Alguien dijo que es un verdadero milagro estar vivos. Y es que en cualquier esquina la Parca te puede poner la zancadilla...
Inevitablemente, desde el mismo segundo que nacemos ya comenzamos a morir poco a poco. ¿La vida como camino inexorable hacia la muerte? ¿O la muerte como el único camino de la vida?
ResponderEliminarIntentamos frenarlo con los avances de la Ciencia pero tengo entendido que la muerte viaja sin frenos...
Un beso, Marián.
dicen que las antipatias son muchas veces reciprocras, algunas veces choca que varien... que muten en funcion de factores tan dispares como dia, estado de animo...
ResponderEliminaresas afinidades que son como un tiovivo de muchos colores... parece que nos condenan a una vida solitaria, de huraños incomprendidos con destellos de luz que son como rendijas que nuestra miserable alma no puede abrir de par en par...
lo mismo ocurre con la muerte, una manera de invocarla es pensar en ella constantemente, la historia de muchos suicidas es la de tipos obsesivos... el control de sus vidas algo fundamental, la muerte evidencia lo inutil de tus desvelos, entonces la mejor manera de controlar tu vida es ponerle fin cuanto antes, un tio ordenado en lo cotidiano suele ser puntual, y desde que nacemos solo tennemos una cita verdadera en la vida.... la puta muerte
Marisa:
ResponderEliminarMe encanta cuando te pones tan pragmática. Así es, hay que hablar claro y directo...¡qué bueno¡ me ha parecido genial esa frase: " la muerte viaja sin frenos" Y que pena que algún día la vejez nos alcance...eso es lo peor de todo; que vamos muriendo a fuego lento, pasito a pasito...
Un besazo, Marisa.
Juan pedro:
ResponderEliminarEs lo único que tenemos seguro. No hace falta andar con adivinaciones para saber eso. Tenemos fecha de caducidad y ya está. ¿Lo mejor? Eso es muy difícil. Cada uno tiene que gestionar sus circunstancias...cada vida es un mundo y hay cosas que escapan a nuestra voluntad. Lo más sensato es no culpar a nadie; que cada uno soluciones sus cosas y punto.
Alguien afirmó que el primer paso para divorciarte es casarte. El mismo, creo, debió formular el pensamiento que hace referencia a la necesidad de nacer si se quiere morir, o algo así.
ResponderEliminarTus textos son evocadores. Aquí se respira y se respeta. Y mira tú que bien que así sea, porque a veces uno se emociona leyéndote, otras se excita, algunas que otras ni una cosa ni la otra, simplemente aprende y acumula conocimiento, efecto y causas varias...
Lo bueno de ti, que es lo bueno para los que te habituamos, es que escribes de todo sin pelos en las yemas de los dedos. Polvos somos, sí, y en polvo nos convertiremos, siempre y cuando no nazcamos en la estepa Sevillana; que seríamos polvorón y acabaríamos mantecaos perdidos, o algo...
Te dejo un saludo, y un abrazo, y un beso, todo muy polvoriento esta vez.
Mario
El hombre va en busca de la eternidad, y no parece tan descabellado. Hace muchos años, demasiados para denunciarlos y no ser indiscreto (jajaja), leí un libro de Jaquez Attali titulado "El orden caníbal". Trataba sobre el nacimiento y fin de la medicina como factor de poder. La clonación, el reemplazo mecánico de órganos y demás especificaciones técnicas, cuando ni siquiera habían nacido las primeras ovejas clonadas, llevaban a la conclusión de este filósofo de que la eternidad era posible. No en el mismo cuerpo, pero a través de sucesivos reemplazos. Tétrico en algún punto, fascinante desde otro punto de vista. Besos.
ResponderEliminarMario:
ResponderEliminarYa... jajaja...¿así que escribo todo lo que me viene a la punta de los dedos? jajaja...y luego mencionas lo de los pelos...Bueno.
Lo que sí creo que va a pasar a la historia de Blogger va a ser tus "supercomentarios" a mis "postsmodernos" jaja...Y Mario ¿a qué ha venido ese final de los polvorones? ¿no será una propaganda navideña subliminal? ¡qué grande eres haciendo juegos de palabras¡...o algo así.
Me has hecho reír con ganas, de verdad que sí.
Besazo grande.
Javier, es muy interesante todo eso que mencionas. es muy probable que dentro de poco...o quizás sea ya muy masivo, que todos terminaremos con alguna pieza de titanio o similares en nuestros huesos. Decía hace poco un científico de los de Nobel (no recuerdo su nombre ahora) que el cerebro es imposible de trasplantar...así que es como ponernos muchos trajes pero uno es siempre el mismo. Y si el cerebro no está diseñado para siempre...pues eso...
ResponderEliminarBesos.
Unos dicen que desde que nacemos ya estamos muertos. Otros menos delicados, dicen que solo somos una bolsa de carne y celulas con fecha de expiracion. Y si, sea como sea, morimos y seguiremos muriendo, la diferencia es lo que haces en el intermedio... tratando de alargar la vida, o viviendo lo que nos haya tocado ;)
ResponderEliminarBesotes, Marián!
Poco puedo añadir que no haya sido dicho ya. La cita de Baudelaire me parece buenísima, fantástica, y tus palabras muy ciertas.
ResponderEliminarBesos.
Syd:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con todo lo que dices, Syd. Somos eso, materia perecedera...con un soplo divino ¿no? el cerebro es una maravilla, se estudia a sí mismo, y si nos pasamos pensando y pensando nos podemos volver locos...Así que no nos pasemos de rosca y a vivir que son dos días.
Un beso.
Gracias, Kine. Así es, Baubelaire tiene respuesta para todo, un sarcasmo encantador...como casi siempre los grandes pensadores.
ResponderEliminarBesos.