Ella siempre se había comportado como una histérica. Así que con el tiempo fue desarrollando una ataxia considerable aunque transitoria. Pues había días que se sentía como una princesa que había abdicado secretamente. Era como un ardid, como un señuelo engañoso. Como esa estructura algebraica definida a partir de una operación conmutativa: abeliano. Y mientras iba pensando en estas cosas, apenas sin darse cuenta, iba cambiando sus gustos estéticos...se abigarraba en varios colores mal combinados, y era entonces cuando deseaba con todas sus fuerzas una ablación...extirpar esa parte de su cuerpo que la sometía a la esclavitud de la carne....
Y en esos sublimes momentos solía pensar en su primo Rafael, que según la opinión de su querida tía, siempre había sido un ablandabrevas, que con una considerable ceguera, sujeta a una alexia cada vez más exponencial, iba perdiendo fuelle, y entonces, asustado, suplicaba a su queridísima prima, su abolición...no soportaba verla en esa actitud tan determinativa. Entonces pasaba los días en un abracadabra sumando el valor numérico que según los griegos también se denominaba abraxas.
Y llegando ya a estos extremos terminaba el hombre cantando a cappella con el sólo acompañamiento del crujir torpe de los dedos de ella. Y ella...sintiéndolo ya bajo su dominio, lo utilizaba como un accesitor; como un esclavo de aquellos que precedían a su amo para anunciar su llegada.
Y...
Entonces aparecía su inefable abuela con una vara de mimbre en la mano persiguiéndolos por el sembrado, entre amenazante y partiéndose de la risa...y ya...perdiendo los tres el control, tirados por la tierra... y echando a perder parte de la productividad de la temporada...presos los tres de un ataque de risa...que más tarde tumbados boca arriba viendo pasar el desfile de las nubes...se serenaban y empezaban de nuevo a recomponer todo lo estropeado.
esta vez.... me ha costado entender el devenir de la historia
ResponderEliminarDebe ser que me encanta ver los delfines del cielo
besos
Pues...será eso.
EliminarBesos.
Vaya un juego de emociones y sentimientos entrelazados a flor de piel.
ResponderEliminarGraciosa y muy oportuna la aparición de la abuela, era buena guardiana, con ese ramillete de letras, me he reído un buen ratos, me imagino a los tres corriendo por entre la mies y estropeando todo a su paso.
Un abrazo
Ambar
Sí, la abuela tiene mucho peso en esta historia...pone las cosas en su sitio. Sin reparar en gastos...
EliminarUn abrazo.
Me has recordado palabras que no recordaba ni que existían!!
ResponderEliminarBesos
He disfrutado mucho escribiendo este post, metiendo todas esas palabras que no usamos cotidianamente.
EliminarBesos.
Una história densa....
ResponderEliminarCon mi pobrecito Español, tuve que recurrir al traductor, muchas expresiones que no conocía...
Pero... cada uno tiene sus razones...principalmente la abuela "infable", con su placer a atrapar las cosas...
Ah, siento que hayas tenido que recurrir al traductor...que dicho sea de paso no facilita mucho las cosas.
EliminarPero bueno, veo que has entendido la historia.
Sorprendente historia, donde la vejez pragmática hace de arbitro y juez.
ResponderEliminarBesos!
La verdad es que se estaba deteriorando un poco la historia...y la abuela llega en el momento oportuno.
EliminarBesos.
Pues yo me quedo con la última escena… Esa graciosa abuelita, vara en mano, poniendo fin a tan dulce e inocente “juego”… Al final, es en esos fugaces pero intensos momentos, donde sientes el abrazo de la vida; tumbados en la tierra, leyendo las nubes de ese cielo que nos observa…fantaseando, sintiendo…y sonriendo… :-)
ResponderEliminarBsoss y feliz finde!!
Creo que todo ese devenir ha terminado de la mejor manera, los mayores siempre vienen con su razón de sensatez... claro que...la juventud está para hacer locuras...y esa abuela a final se integrar, porque en el fondo se siente joven con ellos.
EliminarBesos, feliz finde.
¡Qué agradable manejo de la palabra escrita!
ResponderEliminarGracias, también yo he disfrutado.
EliminarMuchas de las cosas que gustan son difíciles, como tu texto que impedía avanzar ligero.
ResponderEliminarHoy no podemos jugar con las nubes, pero sí con sus herederos, los charcos.
Un beso
Pilar, esas palabras-zancadilla te impedían avanzar y lo entiendo...todas ellas sobraban...pero ya ves¡¡
EliminarSí, aquí tampoco está el tiempo para tirarse por el suelo...
Un beso.
Lo que más me quedó claro de tu historia, si no la malinterpreté, es el uso de la música como recurso de seducción
ResponderEliminarUna de las cosas, sí, entre otras...y más que se le podían haber ocurrido a ella.
EliminarEs una pena dejar a los esclavos sin las cadenas del placer.
ResponderEliminarBueno...su larga mata de pelo sirvió...
EliminarAl final la prosáica abuela, con métodos viejunos nos llevan a la certeza de que todo es relativo. Pero real.
ResponderEliminarUn abrazo
Viene la experiencia con toda la fuerza...pero se rinde ante las ocurrencias de la juventud.
EliminarUn abrazo.
¡Je! Se me adelanto Ginebra.
ResponderEliminarInteresante.
Saludos
¡¡Vaya!!
EliminarSaludos.
Internet está lento y torpe y estoy con el móvil y datos, pero no me resisto a saludarte. abrazos
ResponderEliminarYo estoy cogiendo mucha práctica con el móvil...hay que adaptarse a lo nuevo.
EliminarAbrazos.
Fiel exponente del tan mentado: a la prima se le arrima...
ResponderEliminarExquisito lenguaje en una muy cuidada narrativa, Marián.
Saludos.
Raúl, me apetecía poner en este post palabras en desuso, y si te digo la verdad todo fue saliendo cortejando a esas palabras que ya nadie usa normalmente.
EliminarSaludos.