Veo a la guapa Penélope en un anuncio para Loreal. En él esta chica tan guapa habla de los resultados tan fantásticos del poder de los ocho ingredientes activos que reafirman su piel y porque estimulan su capacidad de seducción natural y porque "ella lo vale".
Y tras terminar de verlo, se me cae el alma, ésa que no tengo, al suelo, convencida como estoy de haber asistido a la encarnación del mal absoluto en forma de anuncio. Este anuncio, me digo, es el mal absoluto, no los niños muriendo de hambre en Kenia, ni las ejecuciones con inyección letal en Texas, ni el gas sarín, ni siquiera Ashton Carter. Nada de eso. El mal absoluto se presenta en forma de ingredientes activos porque ella lo vale. El mal absoluto es una cremita que nos untamos cada día sin necesidad, simplemente porque Penélope nos lo pide con esa carita de geisha pálida. Millones lo hacen cada día. Geishas recatadas, guerreros homoeróticos, vikingos apolíneos, vampiros superfolladores, nos piden cada día que nos untemos cremita y compremos perfumes y nosotros vamos y lo hacemos porque también lo valemos aunque no lo valgamos. Y eso, admitámoslo, es terrorífico, untarnos una cremita para creernos como la guapa Penélope, porque la verdad es que al untarse la cremita, ella nunca se ha sentido como nosotras.
¿Con quién, pues, se identifica Penélope cuando se unta cremita? Nosotros esto lo desconocemos por completo. Vivimos a oscuras y compramos cremita. Quisiéramos saberlo, descubrir la verdadera cremita que se unta Penélope y en quién piensa cuando se la unta. Después del anuncio, yo ya no puedo evitar pensar en ti y en esos ocho ingredientes activos, querida, pero tú tenías un margen y ahora ya lo has echado todo a perder.
Querida Marián entre tu y yo, no te hacen falta esos potingues además, resulta muy curioso ver las carcajadas de los químicos cuando sacan un nuevo anuncio y se inventan una nueva molécula que reafirma el cutis o tersa el trasero porque reconozco que los publicitas son capaces de inventarse cualquier cosa con tal de venderla; te pongo un ejemplo muy reciente, acuérdate de los famosos L-casei inmunitas, o el de la arginina de un famoso anuncio que era una milonga llamando proteina a algo que no lo era.
ResponderEliminarEn fin, como dice mi dermatólogo, una crema de 5 euros es mejor para mi piel achicharrada para después de las piscina que cualquier otra de 50 euros.
Un besote
La piel es el manto que nos proteger de agresiones externas, prueba de ello es que en cualquier prospecto de crema te dice que si la piel se irrita al aplicarla, suspendas inmediatamente su aplicación. Así que mi sentido común me dice que la piel se nutre desde el interior, por vía sanguínea, . Hablar de "cremas nutritivas" es un tanto ambiguo y desde luego no debemos entender que la crema penetre en la piel alimentándola.
EliminarPero bueno, como algo que sirva para embellecer el aspecto y tapar defectos, que eso ya es más bien como maquillaje...pues sí, vale. Yo uso una que todo el mundo conoce que es blanca con su caja azul. Y me va de maravilla.
Besos.
El mercado impone modelos
ResponderEliminarTú tienes imagen. Ponla, mujer
Yo soy yo y mis circunstancias. jajaja...
EliminarNo me parece tan malo. Las publicidades han dado cosas peores, como el aceites hechos de placenta de tortugas, animales que ponen huevos.
ResponderEliminarYo uso un desodorante cuya marca tiene una equis en el medio. Cuyas publicidades prometían que el uso garantizaba la conquista de mujeres con belleza de modelos. Una mentira creativa porque los avisos me gustaban. Ahora son aburridas, no se entienden.
Bueno, bueno...es la trampa del mercado de consumo que nos achicharran a todas horas con su propaganda.
EliminarYa sé que desodorante es...pero el aseo y la higiene es imprescindible. Yo me cuido mucho pero sin tanta tontería.
Me gusta la Penélope sin tanta sofisticación.
ResponderEliminarEs que ellos también están atrapados en ese mundo de la publicidad.
EliminarSabio texto el tuyo porque evalúa lo obvio de un aviso publicitario, lo que tenemos bajo las narices y no advertimos, el cómo quedamos cautivos de esos avisos aparentemente inocentes cuya perfidia, cuya malignidad y toxicidad es muy superior a lo que ostensiblemente alardea de ser mala. Muy buen texto, te felicito por tu agudeza y perspicacia.
ResponderEliminarEl principio de marketing, como ya sabemos es crear una necesidad, es el fin para impulsarnos a comprar.
EliminarMuchas gracias por leerme y por tu generoso comentario.
Parece que sólo nos sustentamos en ficciones, cada uno a su manera y a su alcance. No estaría mal, sino fuera que el hambre no es una ficción... UN abrazo.
ResponderEliminarObviamos los desastres del mundo, sólo nos preocupa nuestras necesidades superfluas...es así nos sintamos culpables o no.
EliminarUn abrazo.
...y a mí eso de "porque yo lo valgo" me suena a que un@ asume que tiene un precio. Yo solo quiero valer la pena. La que puede dejar un adiós. El resto, con sus competencias y sus comparaciones, me enferma.
ResponderEliminarMe gusta mucho esa frase: "vivimos a oscuras y compramos cremita"... resulta más cómodo maquillar la oscuridad, en lugar de intentar comprenderla o convivir con ella.
Un abrazo!
Todo es muy complejo y cada uno tiene sus motivaciones; no somos más buenos o más malos por caer en esas redes de publicidad.
EliminarGracias por tu comentario. Un abrazo.
Piensa en el dinero y en lo totontos que son los que se compran la crema por ella...
ResponderEliminarBesos
Yo creo que ella lo hace como un trabajo más. Muy bien remunerado por cierto, creo.
EliminarBesos.