Estoy traspasada por un deseo ardiente de escribir... escribir de lo que sea. Creo que esto ya se ha convertido en un vicio. Y no me importa que la escritura, aunque sentida por mi, tenga algún sentido en sí misma, pero no puedo evitarlo...mis dedos crepitan y la tinta electrónica recibe latigazos enrojecidos por nombres propios que el corrector ortográfico considera como faltas. Son cosas estas que me la traen al fresco..y sigo con esas extravagancias que derramo como textos interesantísimos obviando que quizás sean absurdos. No me importa..no paro de tejer pensamientos, a veces sin mucho cuidado por el afán de enriquecerlos...Buceando en mi memoria...rememorando cosas que he leído, y no quisiera caer en esas contradicciones de pensar que estoy plagiando sin querer, ya que a veces utilizo palabras que puedan estar asociadas a texto consagrados ya por la historia...Soy lectora, eso creo que se nota...archivaré algunos puntos (pienso) para alimentar mi cleptomanía, pues yo no bebo alcohol ni fumo...pero, me estoy planteando imprimir algunos de mis posts y formar canutillos para quemarlos entre mis labios en un rincón de la incompletitud. Sé que esto último es un mal pensamiento...pues enredarme en mi propio ego puede desembocar en tragedia. Pero...¿Qué es sino convertirlo todo en tragedia cuando se escribe?
Espantando el desencanto.
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*En muchos sentidos, la Navidad es una celebración necesaria; precisamos de
un aniversario durante el cuál lamentar todas las imperfecciones de
nuestr...
Hace 59 minutos
deberías hacer una tertulia conjunta y ver como se consumen los escritos
ResponderEliminarSí, ya sé que mi proposición suena a espectáculo, pero aún mi exhibicionismo no ha llegado a tanto.
EliminarEs cierto, Marián, que escribir es un ejercicio de lo más catártico, yo también creo que si no lo hiciera acabaría bastante mal, y aún disfruto más de las lecturas...
ResponderEliminarMe gusta tu gato andante...un abrazo
Para mi la escritura es como un filtro que me aclara las ideas...cuando lo veo escrito lo tengo más claro
EliminarY sí, creo que la afición de escribir surge cuando vas leyendo y leyendo...
Ese gato es muy normal, antes tenía uno muy gracioso como de dibujos animados, pero se me estropeó el código, o lo que sea, la cosa es que desapareció y ya no pude activarlo.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Leo que quieres fumarte en canutillos el contenido de tus post. Y te digo hazlo. Aspira el humo de tus letras, esas que son bálsamo de ensueño, las frases que remecen, las palabras que inspiran, o los contenidos que enriquecen, que excitan o que exigen un pensamiento mayor.
ResponderEliminarCompartamos tu droga divina, opio de un momento que da felicidad a quien te lee y camufla por un instante cualquier dolor o pesar que llevamos dentro, porque en lo que dura tu lectura, te haces dueña de mí y yo me siento dueño de ti. Es justo entonces que tú también pruebes del narcótico de tus letras y sientas lo que se siento yo, en medio del humo de tus frases.
(Todo lo arriba escrito va con todo mi respeto y admiración)
Bueno, bueno, Juan Carlos, no sé si sería bueno narcotizarme con mis propias locuras...Pero el hecho de que despierte esas sensaciones en ti...al menos eso me dice que de algo sirve lo que escribo. Tu comentario tan ponderativo, no puedo por menos que agradecértelo, sobre todo por ese estilo tuyo tan encantador de decir las cosas. Lo he dicho antes y no me cansaré de decirlo; que algunos comentarios que llegan a este humilde blog superan con creces lo que yo escribo. Así que mi agradecimiento es infinito.
EliminarBesos de agradecimiento.
A mi escribir me relaja, supongo que es porque se que nadie lo va a leer. Eso me da libertad. Un abrazo
ResponderEliminarEster, los que tenéis montones de comentarios, casi con seguridad que no los leen con mucha profundidad; a veces se deja un comentario como testimonio de haber pasado por el blog. Pero bueno, que no es tu caso, que a veces tú escribes cosas muy profundas y dignas de leerlas.
EliminarUn abrazo.
Manuel Vázquez Montalbán en sus libros donde salía el inspector Carvalho hacía que este encendiera la chimenea con las hojas de algún libro clásico.
ResponderEliminarAh, pues no conocía ese detalle. Te agradezco que me lo digas...
EliminarSí, claro, a veces las musas se presentan como en el Olimpo...entre humos aromáticos.
Un beso.
Escribir todo lo que llevamos dentro, vaciarnos... es terapéutico, lo que no sé, es si lo será fumárselo.
ResponderEliminarDarle forma a los pensamientos en una necesidad en personas cómo nosotras.
Mil besitos, Marián y feliz fin de semana.
Para mi escribir me produce tanto placer como leer, es una necesidad.
EliminarBesitos, feliz semana.
Si es una locura, la comparto. Porque tengo el deseo de escribir, ser lector no me basta. Y tengo el deseo de que tenga un sentido. Es como plantear que puedo construir virtualmente un mundo a mi gusto, con mis reglas. Y tiene que tener sentido. Que no me salga, algo frecuente, me produce frustración.
ResponderEliminarEscribir es crear mundos de la nada, si tienes algo en la cabeza quieres decirlo, y siempre se procura decirlo de la mejor manera; algo que te va gustando mientras lo haces.
EliminarHay momentos que escribir es una necesidad perentoria, quizá lo imprescindible sea comunicarse, porque si sólo se tratara de escribir alcanzaría un papel.
ResponderEliminarA mí me pasa igual
Saludos
Sí es verdad, a veces es una necesidad, lo necesitas tanto que te pones a escribir sin saber qué es lo que vas a decir... luego fluye el pensamiento... y es como abrir un grifo de palabras.
EliminarSaludos.