"El horror existía antes de llegar el hombre. El horror existirá después que el hombre se haya extinguido. El horror es la realidad que sustenta nuestra existencia"
(De la película Remando al viento, de Gonzalo Suárez)
La vida, dicen los expertos, que va generando desorden inorgánico ¿no genera orden? Entonces...¿podemos confiar en que nuestro cerebro convierta la glucosa en suprema forma de orden que es el pensamiento?...
Sí...
Empiezo a dejarme llevar por la inercia, ese estado de maravillosa inconsistencia. Diría que persigo un encuentro en plan zen.
Pero el caos, ese estado primigenio de materia desordenada, está en todo aquello que no podemos pensar. Es la nada que está ahí afuera, en un universo de elementos sin forma que no puede ser pensado ni concebido y que es una nada hiperactiva, un fondo, un magma, una sopa; una especie de masa viscosa, lo inorgánico, donde están todos los monstruos que te imagines y, especialmente, todos los que no puedes imaginar.
No sé si hace tanto calor, pero yo lo siento; un calor indescriptible, estoy soporífera. Divago...se me han fundido todos los plomos. Lo estaba pensando mientras escribía "desorden inorgánico", uno de tantos sinónimos del caos. Pero...¿puede surgir el cosmos inesperadamente? ¿algo que tenga sentido y se asemeje al orden?
Mis dedos danzan sobre el teclado, van dibujando coreografías de letras: un, dos, tres, un, dos, tres...Aún así ¿sería esto lo opuesto al caos? Van surgiendo palabras sin orden ni concierto, pero puedo intuir que finalmente saldrá algo con sentido. Y yendo un poquito más allá. Al poner orden en las letras y formar palabras...¿no estoy creando algo de la nada? Y ya poniéndome estupenda (estupendísima diría) ¿se podría decir que soy como Dios?...¿por qué no? ¿no ha creado Él los desastres, y ha inducido a las bestias, a los elementos y a los humanos a seguir haciéndolo: estragos, hecatombes, terremotos, incendios, cataclismos, inundaciones, naufragios, catástrofes?...
Qué bueno sería poder sentar a Dios en el banquillo de los acusados...¡¡Qué bueno¡¡...y adoptando un atractivo papel de inquisidora, con los brazos cruzados en la espalda y dando paseítos circulares, regodeándome con el pensamiento de poder acojonarlo...mirando fijamente a ese triángulo con un solo ojo que es su cara y hacerle un tercer grado en condiciones...¡¡Qué bueno sería¡¡
Todo son incoherencias absurdas, lo sé, y que no es el momento de divagar ni de hacerse pajas mentales. Pero alguna vez me tenía que pasar...que tengo ganas de escribir un tema completamente libre. Y no lo consigo. Y por el otro extremo ni siquiera atisbo ese amago de ponerme en estado zen.
Bueno...cerraré los ojos y me quedaré estática...algo así como ausente.
****************************
Y me quedé dormida...
Y tuve un sueño...
Y fue un sueño maravilloso...
Y sin querer jugar a ser deicida ¡al contrario¡
Como Penélope quise tejer una guirnalda
con palabras caídas del cielo.
Preciosa guirnalda para su cuello:
el de Él...