La Vie en rose

Ella quería vivir experiencias nuevas. Y sobre todo nada cotidianas. Aunque ya se sabe que la vida es como una noria: unas veces estás arriba y otras abajo. Incluso sabes que llegará el momento en que tendrás que apearte...

Todos los pasos que des te conducen a la verdad, no a la realidad. Porque en cada uno de esos pasos tendrás que confrontar la verdad con la realidad. Porque la realidad puede estar plagada de mentiras. El camino de la vida es tortuoso con ascensos y descensos. Es un largo viaje con etapas, con estaciones, con estaciones de tránsito...subir a una torre o descender al mundo profundo del Averno...

Y por encima de todo eso, sobrevolando va la fantasía... una fantasía pasional-amorosa, rememorando aquellas mitologías griegas, las más románticas,  porque también a esas se las puede encontrar buscándolas...o esas medievales con sus puntos trágicos...y las wagnerianas  por sus momentos trascendentales más trágicos. Sin olvidar a Aristófanes aquel comediógrafo griego, principal exponente del género cómico (el gesto obsceno de levantar el dedo corazón, que muchos creerán contemporáneo, aparece ya en Las Nubes, escrita cuatrocientos años antes de C.). Y es que aquí ya sabemos que la vida es un juego. Porque una vida no es nada si uno mismo no va moviendo los hilos sinuosos de la trama, para llenarla con una compleja red de intrigas y pasiones. Pero no es suficiente crearla para guardarla en nuestra memoria: ¡hay que vivirla! para escribirla... para sentirla con toda su potencia...

Y...

la Vida es un ente curioso... para cada uno es... sus anhelos, sus deseos más oscuros, sus disquisiciones...porque la Vida es todo eso y más...Amor, Fantasía...Deseos, lágrimas y sonrisas... La vida es tan juguetona... que te pone ante ese espejo:

"Espejito, espejito, ¿quién es la más bella de todas las mujeres?