Y estas disquisiciones me llevan a veces a escribir sobre "lo abierto", como aquello que decía Rilke; que lo abierto resulta lo central en su verdadero significado poético...
"Las criaturas"-decía Rilke- son el ángel y el animal; representantes ambos de la inocencia...Y es que el ser humano no es un ser híbrido de ángel y bestia: es un ser al margen. Y aunque queramos ver nuestra realidad, siempre nos replegamos en nuestra subjetividad, y allí no hay más que reflejos, sobresaltos, interpretaciones, oscuridad y confusión...
Con plenos ojos se ve la criatura
lo abierto.
Nuestros ojos están vueltos
adentro,
alrededor de la salida
abierta,
colocados como trampas.
Rilke
Y la almohada me seguía susurrando...porque no es verdad que las palabras sean sólo el uso que hacemos de ellas; las elegimos porque van bien a nuestros propósitos.
Y...
seguía acariciando la almohada con mis disquisiciones y aún con más divagaciones...
Abierto es lo opuesto a cerrado, a lo limitado, a las prisiones, a la estrechez, a la trampa, a la falta de ventilación...
Abierto es respirar libremente aire puro, sin mordazas...
¿Somos lo que pensamos que somos? ¿Pensamos que somos lo que en realidad querríamos ser? ¿Los demás nos piensan como somos?
ResponderEliminarLa tercera no tiene demasiado interés. Me quedo con la esquina de tu almohada: “Abierto es respirar libremente aire puro, sin mordazas...” Y te abrazo
Eso dijo Unamuno que somos tres en uno, mira un pareado, jaja.
EliminarLa esquina de mi almohada, bonita definición.
Abrazuco.
Lo abierto, son nuestros oídos escuchando los comentarios de la almohada, a nuestros más íntimos pensamientos.
ResponderEliminarBesos.
Demasiado ruido para serenar el alma y entrar en un tranquilo sueño.
EliminarBesos.
Abierto es estar receptivo, pero con peligro, al igual que entra el viento entra el frío.
ResponderEliminarAbrirse y quitar limitaciones nos expone
al sufrimiento si no controlamos nuestras emociones.
Profundas tus letras, propias para meditar.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Adentrarse en una intemperie total seria contraproducente, sí.
EliminarMuchas gracias por tu comentario, Ambar, y feliz semana para ti también.
Un fuerte abrazo.
Si hasta con la almohada discutes tú. Aunque a más de alguien le haría falta una almohada así.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce fin de semana Marián.
Mi almohada es blandita y se adapta muy bien al contorno de mis pensamientos...
EliminarY no me gusta discutir con ella...escucho su punto de vista para cotejarlo con el mio, es sólo eso.
Besos muy dulces y buena semana, Poeta.
Tengo que reconocer que la almohada y yo nos llevamos muy bien en cuanto a esos susurros que comentas… Una vez alguien me dijo que cuando uno se acuesta, ha de dejar la mente en blanco para conciliar bien y pronto el sueño, pero no sé si afortunada o desgraciadamente, mi mente es un completo centrifugado, incluso en esos momentos en los que debería apaciguarla para caer en los brazos de Morfeo… Así pues, puedo entenderte…
ResponderEliminarY las palabras… bueno, creo que en el fondo nos utilizamos mutuamente, ellas nos apresan de alguna manera, las necesitamos, unos más que otros, y al mismo tiempo, nosotros las utilizamos y las elegimos como muy bien dices, para que comulguen con nuestros propósitos. Además, son un magnífico vehículo para “abrirse” al mundo, para comunicar desde esa libertad pura y nítida, ésa, que unos cuántos se empeñan en amordazar y censurar. Pero cada vez tengo más claro que es una ardua tarea; la libertad del Ser, de la palabra que expresa, es un río difícil de contener… el mundo está gritando, y cada vez se escucha con más claridad…
Pues un placer, como siempre, adentrarme entre tus letras, tus pensamientos, y tus diálogos con la almohada; me encanta, y me encantas 😉
Bsoss enormes, mi querida amiga!😘
A mi me pasa exactamente igual que a ti, Ginebra, que en cuanto cierro los ojos sobre la almohada me empiezan a rondar los pensamientos, y empiezo a darle vueltas a las cosas...y sí, es como una lavadora que gira y gira...hasta tal punto que algunas veces me he sentado sobre ella (la lavadora)... he cruzado las piernas y he llamado al técnico para ver qué se podía hacer para pararla...jajaja...y sí que es cierto que las palabras cada una de ellas tiene su momento..es la libertar de dejarse llevar cuando has perdido el control...dichosas las palabras que saben callarse cuando no las necesitamos...ummmm... bueno, que me voy por las ramas...
EliminarY en cuanto a lo otro. La libertad de expresión se manifiesta cuando hay libertad de pensamiento...y eso nada ni nadie lo puede parar, te querrán poner una mordaza, pero nadie podrá quitarte tu verdadero sentir sobre tus ideas y pensamientos.
Y mil gracias, Ginebra por tus palabras y tu sentir sobre mis cavilaciones sobre la almohada.
Muchísimos besos y feliz semana.
Tú también hablas con la almohada?? La mía además de soportar mis divagaciones... ha de soportar el peso de estas.
ResponderEliminarMil besitos y feliz finde, bonita.
Auro, amiga querida, pues va a ser que todas nosotras somos del club de la almohada...
Eliminarporque si las almohadas dijeran a otros todo lo que saben de nosotras...sería como para escribir un culebrón, jajaja. Ya ves, querida, que nada complejas somos.
Mogollón de besos y feliz semana.
Me has traído a Rilke ¿Puedo pedir más?
ResponderEliminarPuedes pedir lo que quieras, Tracy, y me alegro que te haya gustado lo de Rilke. Besos.
Eliminarel problema de la almohada es que a veces cede demasiado pronto y te hundes, y otras es rígida y el cuello recibe el peor de sus torticulis
ResponderEliminarAlmohada pequeña? cuadrada? alargada? a juego con las sábanas? Cuerpo a quien abrazarse??
La almohada está presente en nuestra vida de manera constante
Besos
Pues la mía...es una de mil usos...pues lo mismo está debajo de mi cabeza que encima de ella, que entre mis brazos o... abrazándola entre las piernas...y a veces ella o yo acabamos por el suelo...
EliminarBesos.
Debes tener el sueño más inquieto y ella disfruta de tus avatares
EliminarSe lo preguntaré...porque a veces le doy unos trotes...
EliminarTu almohada es una suertuda eh...
ResponderEliminarGrrrrrrrrrr
Besos.
Claro que sí, Toro, cuando quieras te la presento...
EliminarBesos.
¿Y dónde dices que puedo encontrar una almohada como la tuya?
ResponderEliminarMe sería muy útil algunas noches.
Saludos,
J.
José A. Las almohadas son como una prolongación de nosotros, se van adaptando a todo lo que queramos...cada uno tiene la suya propia y hasta hay algunos que la llevan para dormir en los hoteles, jaja. Y es que todas las almohadas hablan de nosotros.
EliminarBesos.
Un ser al margen, que verdadera me parece esa idea. Y al reconocerse al margen, al pensar todo lo que implican, se originan ideas, artes, el deseo de indagar que hay más allá.
ResponderEliminarMi almohada no me susurra ideas tan claras
Un abrazo.
El ser humano... ese desconocido del que todos hablamos, pero del que nos queda mucho por descubrir, hacedor de dioses y demonios...con esa chispa de locura que los hace ser artistas.
EliminarBesos.
Siempre me ha hecho gracia la expresión esa que dice, "sí, sí, consúltalo con la almohada", como si las decisiones importantes tuviesen que ser dirimidas en horizontal o en ese momento previo al sueño, donde nada es lo que parece. A mí me resulta imposible, pues mi almohada me permite escasos segundos de diálogo antes de administrarme el somnífero. Y mira que me gustaría tener profundas charlas con ella eh, te lo aseguro, porque todos los días lo intento.
ResponderEliminarEn todo caso, siempre es un placer irse a la cama con tus disquisiciones y ese "concepto abierto" en mente. Muy buenas noches, amiga Marián. Besos
Buenas noches, querido.
ResponderEliminarY es que si te fijas bien la vida nos nutre de muchas leyendas urbanas...lo mejor es no pensar en nada...intentar dormir plácidamente, y al día siguiente con un buen desayuno después de atender tus necesidades corporales, meditar sobre los asuntos. Muchos entuertos evitaríamos si supiésemos elegir los momentos para pensar.
Y muchas gracias por el último párrafo de tu comentario. Buenas noches y que duermas bien
Besos.