El origen del deseo...
En "El Banquete" platónico, uno de sus interlocutores, Aristófanes, narra un mito en el que se caracteriza a las criaturas humanas como unos extraños seres de extraordinaria fuerza y perfección, que por su deseo de emular a los dioses y retarlos, fueron castigados por ellos. Estos seres eran de forma redonda, con cuatro brazos y cuatro piernas. Con la espalda y los costados en forma de círculo. Y tenían dos rostros opuestos en una misma cabeza. Entonces el dios Zeus para debilitarlos los partió por la mitad. Se convirtieron así en seres partidos, incompletos. Y desde entonces van buscando la otra mitad. En la leyenda urbana son "la media naranja que busca la otra media".
El mito que habla de estos seres partidos, no sólo es una brillante imagen literaria, en la que se expresa una teoría de la condición humana, si no que el mito refleja, además, algo sustancial a la misma naturaleza concreta de cada uno de nosotros. Esa misma naturaleza es el gran motor de la vida... es "el deseo"-órexis- que en su incesante inestabilidad está en el origen de toda convivencia, de toda elección...y la continua búsqueda de lo otro.
Es verdad que ya no andamos tras las huellas de la mitad cortada, tal como cuenta el mito, pero fuera de él, el aliento del deseo... la inseguridad y el azar, la inquietud y la pasión, son manifestaciones de esa existencia quebrada y, por supuesto, estimuladora... que nos determina la vida....
Y de otra parte, también Platón nos quiere contar algo sobre esa singularidad que es... el amor...y nos surge una pregunta: ¿Por qué Platón elige a Eros en lugar de Afrodita como materia de su discurso, si ambos son personificaciones de las fuerzas que provocan el deseo en las personas y hacen que nos enamoremos? Existe la idea de que las relaciones sexuales en su conjunto son dominio de Afrodita, pues palabras relacionadas con su nombre como aphrodínia o aphrodisiázein aluden a la copulación, mientras que Eros tiene como dominio propio el enamoramiento, el deseo de otra persona...
Curioso e interesante lo que nos cuentas. Es cierto que todos, o casi todos, de alguna manera tenemos esa necesidad de emparejarnos con esa otra mitad, además, estoy totalmente de acuerdo, en cuanto a que el deseo es, si no el principal, sí uno de los más importantes motores de la vida. Sin él seriamos seres inertes, sin ilusión. El deseo nos mantiene palpitantes, en cualquiera de los ámbitos; desear, soñar… en definitiva, esa maravillosa búsqueda del sentir, y que cuando la compartimos y la vivimos con nuestra otra mitad, nos sentimos verdaderamente plenos. También es cierto que no nos quita el sueño esa búsqueda complementaria, e incluso nos sentimos o reconocemos enteros. Pero hay que reconocer, que ese deseo de sentir a otro parte de ti, es un vendaval de emociones que nos hace la vida más exquisita.
ResponderEliminarMe encantan esos mitos que nos dan la oportunidad de meditar, reflexionar y disfrutar… Me encanta el amor y el sexo, me encanta compartir con una mitad o un entero, al final todo se reduce a lo más importante, desde mi más humilde opinión, y es SENTIR en mayúsculas; todos queremos y necesitamos sentir… Qué otro “sentido” tiene la vida¿?...
Muy bueno, Serrat…
Y un placer como siempre “sentir” entre tus letras, y el Ser que late tras ellas 🌹
Bsoss y cariños enormes 😘
Pues es muy cierto que para sentir plenamente tienes que compartir lo que sientes, los deseos y las emociones que sentimos por todo aquello que nos conmueve. Por ejemplo, ver una puesta de sol no es lo mismo en soledad que acompañados, no se siente la misma emoción...quizás porque somos un todo con los otros...el aislamiento reduce la felicidad.
EliminarAunque de todos modos cada persona es un mundo y nunca sabremos de qué estamos hechos en realidad. Y tampoco tenemos que estar todos de acuerdo en todo, en la diversidad está la clave.
Y... ese momento en que Serrat nos canta... El rito de acariciar prendiendo fuego. La delicia de encajar y abandonarse...una maravilla.
Un placer como siempre leer tu disertación, querida amiga, me encanta que nunca te dejen indiferente mis elucubraciones...
Besos enormes con mucho cariño
Algunas veces me pregunto si la mitad que conforma mi unidad es la que me toca o la que estaba más cerca, porque puede que mi mitad esté en otro continente, en otra época incluso. Así que lo mejor es no buscar y dejar que el azar y los métodos platónicos hagan lo demás. Después de mis elucubraciones decir que es interesante el planteamiento que has hecho. Saltos y brincos
ResponderEliminarEster, pues no le demos más vueltas, si tú dices que no sabemos a ciencia cierta dónde está nuestra otra mitad...sigamos leyendo a Platón y sus diálogos tan interesantes, y saquemos las conclusiones que nos plazcan, que para eso leemos, para disfrutar.
EliminarSaltos y brincos.
Ay eros y afrodita!!!! Ay la filosofía! !!
ResponderEliminarLas dos caras de la moneda son igual de la valiosas....y de validez universal
Besos
¡ay, la filosofía! que vosotros los profesores habláis mucho de ella pero que al final creéis que no sirve para nada, pero al menos es un entretenimiento, pensar y filosofar.
EliminarBesos.
no seré quien comenta semejante pecado...
Eliminardigo lo de atacar a la filosofía
Y muy bien que haces, entonces.
EliminarLos Dioses siempre tienen las respuestas para todo. Incluso para el amor y el deseo.
ResponderEliminarLeía la frase de Jeff Lindsay en tu lateral y creo que debería decir: presté y balbucean. :)
Besos dulces.
Los dioses...qué fijación tengo ¿no? jajaja...
EliminarLa frase de Jeff Lindsay está copiada tal y como la leí en algún sitio. Y de todas formas es un momento pasado; cerré los ojos, y presté oídos...las emociones que balbucían, y que balbucir es también chapurrear, tartajear, jaja, además es una frase traducida del inglés y no le demos más vueltas.
Dulces besos, Poeta.
A corregirla que asi esta mal escrita, y si, una fijación tienes con los Dioses :)
EliminarMas besos dulces
Bueno, tal vez la corrija, pero antes voy a esperar una segunda opinión.
EliminarBesos.
Debería bastar la mía ;)
EliminarBesos dulces y dulce fin de semana para ti.
Es que no estoy tan segura de que tengas razón...
EliminarFeliz fin de semana, Poeta.
Besos.
La tengo y está a la vista, pero claro es tu decisión hacerlo o no :)
EliminarCada vez estoy más convencida de que la mitología tiene muchas respuestas a nuestras preguntas... buscamos el futuro en bolas de crital... y resulta que es posible más que probable... que la respuesta esté en lo longevo.
ResponderEliminarUn deleite leerte siempre, Marián.
Mil besitos, bonita.
La mitología daba muchas respuestas a cosas que todavía la ciencia no nos había explicado...en eso los griegos eran sabios, pues todo lo personificaban para una mejor comprensión, y tenían un dios para cada cosa. En realidad se pueden considerar uno de los bastiones más fundamentales del saber occidental.
EliminarMuchas gracias por leerme y que te guste.
Muchos besos, Auro.
No cabe olvidar el profundo androcentrismo del pensamiento en Platón, el eros, la sublimación del deseo sexual hacia la fusión de "almas, espíritus o mentes" pesa más que ese deseo personficado por Afrodita que precisa una mujer.
ResponderEliminarEn todo caso, la idea de las medias naranjas ha calado en nuestro afán de encontrar a aquel o aquella que nos complete, que nos haga sentir realmente en casa, dos que son uno. Y con ello, las inevitables consecuencias de pensar que sin ese amor no somos nada y que más vale amputarse un brazo (o el orgullo o la libertad) para encajar con el otro que seguir avanzando solos.
Un placer volver y seguir encontrando tu puerta abierta.
Hola, Pilar, me gusta verte por aquí, que ya veo que te vas dando tus paseos por la bloggosfera...jaja. Espero que ya te encuentres muy bien y que estés estupenda mente ;)
EliminarPues sí, eso de emparejarnos sigue siendo una costumbre como otra cualquiera, pero...la convivencia, creo yo, que no es nada bueno para el amor...y hay hombres, además, que después del enamoramiento les cuesta ver a la mujer como madre; eso de madre y amante no les encaja...pero bueno, que todo es muy complejo. Pero esas cuestiones no van conmigo: eso de estar complaciendo siempre al otro...creo que resta felicidad. Pero como siempre digo, cada persona un mundo y cada uno lo verá como más le plazca.
Un beso enorme, Pilar.
Hola Marián
ResponderEliminarMe parece muy interesante, y estoy de acuerdo con la idea que expones. Más que la búsqueda de esa ora mitad, se trata de rellenar ese inmenso hueco que nos dejaron como seres partidos, incompletos. Supongo que, como dices, ese es el motor que mueve al ser humano. Gracias a ello existe el progreso (no acaso otra faceta del deseo) Es curioso pensar que, precisamente lo que nos hace movernos, pensar, soñar, crear, evolucionar, no sea más que una carencia. Y menos mal, porque si lo tuviésemos todo, si fuésemos completos y esféricos... con que hubiera uno bastaría, ¿no?
Dan para muchas reflexiones tus palabras, amiga Marián, fruto de una mente inquieta y despierta. Y eso que no entro en los filósofos griegos, ja, ja. Es un placer leerte y compartirlas
Muchos besos
Sí, Isidoro, me encantan los clásicos filósofos y sobre todo los griegos, porque ellos siempre estaban intentando abrir puertas a lo desconocido, eran mentes inquietas...jajaja, como yo, que dicho sea de paso, porque la curiosidad me mata...y siempre estoy dando palos de ciego en medio de la oscuridad, por eso es bueno encontrar una mano amiga, que sepa algo más de lo que yo alcanzo a ver...
ResponderEliminarY bueno que a mi también me encanta leerte, por tu versatilidad y tu talento, pero eso ya lo sabemos muchos.
Besos enormes, amigo.