Yo, que me paso la vida haciéndome preguntas; preguntas y contrapreguntas, repreguntas y preguntísimas, hoy he recibido una pequeña luz intermitente... he recibido por fin una respuesta que me ha abierto los ojos:
Las preguntas carecen de importancia. Cualquier pregunta, la más importante, la más inquietante, la más inteligente, todas ellas caerán derrotadas ante una respuesta veraz...
Las respuestas...esas sí que podrían esclarecer la Verdad...si pudieran...
No estoy muy seguro de tu reflexión, para mi las preguntas es lo importantes, respuestas puede haber varias, el concepto verdad es muy relativo, incluso la ley que trata de ser verdadera es subjetiva.
ResponderEliminarPara los abogados la verdad es un muñeco que se deja vestir de mil maneras. No hay travestí más indecente que esa verdad...que manipulan para que se pueda establecer la autenticidad de la prueba.
EliminarHola Marián.. La vida esta llena de preguntas, preguntas, sin respuesta, preguntas con respuestas a medias o sesgadas, que satisfactorio es encontrar respuestas, pero aveces que difícil es, y cuantas aristas tienen esas respuestas..
ResponderEliminarUn abrazo..
En el campo de las respuestas siempre hay un manojo de incongruencias y mentiras...
EliminarUn abrazo
Si hasta dicen que no hay preguntas inquisidoras que son las respuestas capciosas las que son culpables de malentendidos. Un abrazote
ResponderEliminarEs verdad, en las respuestas está el quid de la cuestión.
EliminarAbracito.
La verdad está en la respuesta, cierto. Pero sólo en una de ellas, pues hay tantas respuestas en el aire como preguntas sin respuesta.
ResponderEliminarBesos.
Algunas respuestas tienen vocación de mentirosas...
EliminarBesos.
La vida es un misterio. Besos.
ResponderEliminarY que lo digas, Amapola. Besos.
EliminarPienso que lo has definido perfectamente… No es tanto el medio para llegar a donde queremos, que el propio resultado de éste… Es más, por muchas preguntas que se generen en busca de una verdad, todas desembocarán a su propia contradicción, pues no hay verdad absoluta que defina un hecho. Por lo que la pregunta carece de peso e importancia. El eje de toda duda, reside en esa respuesta que nosotros queramos o consideremos darle.
ResponderEliminarQué maravilla, Francisco Céspedes…
Un placer, Marián… Visitarte es siempre un bonito viaje al conocimiento y a la reflexión…
Mil Bsoss!! ;-)
Por eso digo siempre que las respuestas...si pudieran...dirían la verdad, pero es que todo es tan sutilmente improbable...
EliminarFrancisco Céspedes tiene una voz preciosa...yo me creo todo lo que dice ;)
Besos.
No puedo estar más de acuerdo con lo que dices de las respuestas.
ResponderEliminarY es que las respuestas van siempre a favor del que las da. Y cuando no es así en ellas está la verdad...
EliminarEn las respuestas encontrarás el camino. Cierto
ResponderEliminarTe invito a una caña
En el camino siempre hay piedras para tropezar si no andas con ojo.
EliminarGracias por la invitación, pero no son horas.
Con tu respuesta confirmas el encuentro con un camino.
EliminarUn café? 😜
Sí, por favor, con azúcar. Si no tienes la pongo yo.
Eliminarya vamos acercando posiciones. El azúcar nunca falta. La sosería viene de serie, en mi caso.Me gusta indagar
Eliminar¿Y qué crees que vas a ganar con indagar?
Eliminarmarear la perdiz puede ser un entretenimiento cuando no se tiene otra cosa mejor que hacer...jajaja.
cuando la perdiz se marea, normalmente poco vuela
EliminarQuizá haya cosas que hacer, pero no sean mejor que leerte. El postre no te lo ofrezco
Existen dos tipos de preguntas. Las que nos hacemos para cambiar la realidad que percibimos y las que nos hacemos para justificarnos por todo aquello que no hacemos. Las primeras llaman a la acción de acuerdo con nuestra conciencia, las segundas llaman a la excusa.
ResponderEliminarA partir de ahí, todo son preguntas. Y cada uno de nosotros somos la gran pregunta para cada uno de nosotros.
Hay muchas preguntas que no tienen importancia, como bien dices. Lo importante es el acto de preguntar.
Besos,
Andoni
A veces en el acto de preguntar va implícita la respuesta...hacer las preguntas adecuadas...puede que eso implique el resultado de la respuesta.
EliminarBesos.
coincido en que las preguntas se formulan para obtener respuestas, sin ellas, carece de sentido la pregunta. Y atormenta justamente eso, preguntar algo (sobretodo a una misma) y no encontrar la respuesta adecuada.
ResponderEliminarBesos
Si haces una pregunta y no obtienes una respuesta...también eso es una respuesta.
EliminarBesos.
Cómo era aquello???... y cuando teníamos las respuestas nos cambiaron las preguntas...
ResponderEliminarBesos.
...y luego están las preguntas trampa...
EliminarBesos.
El peligro de hacer o hacerse algunas preguntas, es que pueda escuchar uno las respuestas que no desea.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, eso es ¿quien quiere conocerse uno mismo? a mi miedo me da...
EliminarUn abrazo.
Hermosa imagen. Es para volverse un erudito.
ResponderEliminar¿Y que tal si se necesita poner a prueba a las potenciales respuestas? ¿Que tal si aparece una prueba que desmiente a una supuesta respuesta?
Saludos.
Para eso están las respuestas...para seleccionar la que conviene a tus intereses...puedes mentir y mentir y tomar el pelo a la gente. ¡Ah, que tú no eres un ministro! jajaja. Bueno, pues eso.
ResponderEliminarSaludos.
Yo me pregunto únicamente,donde está quién me responda clavando la voz en sangre.La respuesta que me dé,en cierto modo,sabré que es la adecuada,por la sencilla razón de que nadie respondió aún,salvo con maquillaje de carnaval y máscaras venecianas.
ResponderEliminarBesos...