El atractivo del conocimiento sería harto débil si no hubiera que vencer tanto pudor para alcanzarlo.
Nietzsche
Me voy unos días. Me voy a la playa, a la casa de mi abuela. Me asomaré a mi querido acantilado...tan atrayente que sólo de pensarlo ahora se me eriza el vello.
Cogeré la vieja bicicleta e intentaré darme unas vueltas por el pueblo, lejos del mundanal ruido. Seguro que me vendrá bien, como una terapia de desintoxicación.
Al amanecer en la playa...o al atardecer... lejos ya de los habituales "moscones" (pues pienso engordar como mínimo tres o cuatro kilos), daré un repaso a esos libros pequeños y grandes en contenido. Es curioso que sólo cuando ya eres una persona adulta es cuando le sacas todo su jugo a "El Principito" o "Alicia en el país de las maravillas".
Y...
¿La soledad tiene algo que ver con el simple hecho de querer estar sola?
Bueno...Ya. No interroguemos ahora lo que ahora no podemos contestar.
disfruta de tu soledad...y lúcete
ResponderEliminary pon fotos....del acantilado....o lo que desees
Envidia la mía, que me quedo en este páramo yermo que es Madrid en el mes de agosto, pero como digo yo, disfruta como un cochino en una charca y luego lo cuentas, ¿te parece?
ResponderEliminarComo citas unos libros cortitos y curiosos, te dejo un título que me ha encantado: "Una revolución pequeña" de Juan Aparicio-Belmonte -que seguro no tiene nada que ver con el matador de toros-.
Que lo pases de vida, que pasarlo de muerte no debe ser muy estimulante, jeje.
Con la edad saboreamos más las cosas, será que ya no tenemos prisa en devorar la vida como cuando somos jóvenes.
ResponderEliminarDisfruta de esa estancia y de ese acantilado tan provocador.
Mil besitos. Marián.
Por lo pronto, vete a la playa y descansa, desconéctate del mundo y déjate abrazar por la soledad de poder estar solo con uno mismo, ese tipo de soledad tan necesaria para revisarnos y aligerar el alma y relajar el cuerpo.
ResponderEliminarFelicidades.
Tal vez tu preguntra pueda responderse de manera afirmativa. Sólo hay que disfrutar la soledad, es una buena compañía, a veces la buscamos y no lo sabemos.
ResponderEliminarSaludos.
La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente. Es bueno estar solo en una playa tranquila, sólo que luego he de decírselo a alguien...
ResponderEliminar¡Que pases muy buenas vacaciones con el Principito! Me encanta el personaje de la Serpiente.
Borgo.
No me gustan las lampiñas.
ResponderEliminarFeliz soledad...
ResponderEliminarHola Marián, todo toma forma nueva al cambiar la mirada y todo tiene interés si somos capaces de dedicarle el tiempo preciso.
ResponderEliminarFelices días y felices kilos nuevos ;)
Besos.
Alicia en el pais de las maravillas me gusta más para leer.
ResponderEliminarQue pases buenos dias en esa playa.
Y gracias por el gift playero.
Queridos míos...
ResponderEliminarHe vuelto. Ya estoy aquí. Disfruté mucho estos días con mi soledad y con el ser más querido; ella, mi abuela, que es inmortal. Ella siempre tuvo una asombrosa seguridad en sí misma, y desde que debió ser así, al comprobar ahora cómo se vería ella en ese horrible espejo colgado en el cuarto de baño ¡madre mía! Qué mal mostraba mi cara con esa luz matutina y natural. Una prueba de fuego, como una ordalía, fue para mi verme reflejada ahí. Pero claro, en medio del salón aún se conserva ese mueble-espejo de esos que te reflejan en su totalidad; sin sombras y sin ojeras.
No estuve tantos días como pensaba en ese querido pueblo de mi niñez. Así que me fui a dar una vuelta por esos otros mundos que también están en este.
Y...
Muchísimas gracias por venir y dejar unas letras aún sabiendo que no estaría de cuerpo presente, jajaja. ¡Os quiero tanto que no puedo olvidaros!
Millón de besos.
bien hallada
ResponderEliminarlos otros mundos te echarán en falta
Gracias por estar, Noel
EliminarO sea, que a mí también me quieres un cacho, ¿eh, Mar?
ResponderEliminarBenvenuta, cara.
Pues claro, te quiero lo que te mereces y más,
Eliminarquerido.