Es un demonio. Eso es lo que, aún hoy, asegura la Curia Romana. Y que, además, es un demonio personificado en una mujer. Los rabinos tradicionales la llamaron Lilith, y fue la primera mujer de Adán en el Paraíso. Según esta leyenda Lilith engendró a los Gigantes (Génesis 6:4) ¡Aquellos demonios con aspecto de ángeles…!
Antiguamente a las mujeres hebreas se las asustaba con este mito, que era como el hada mala para los niños. Las parturientas hacían toda clase de sortilegios para ahuyentarla.
En cuanto a “la otra”, la Eva tradicional, parece ser que tenía menos poder sobre Adán, ya que pidió a Yahvé que la atase con un cordel al costillar de Adán. Eva, tremendamente celosa de Lilith, no quería separarse ni un solo instante de su marido.