Busca tu contrario, que es tu complementario.
Decía el poeta.
Como cuando un globo se pincha
así de desinflados quedan algunos.
Cuando por cualquier razón
pierden a su enemigo.
Hay quien el sólo hecho de tomar impulso
al levantarse cada mañana,
se lo da el evocar a su enemigo;
su fuerza vital, su razón de ser.
Busca un enemigo importante,
fuerte, competente
y saldrás de tu mediocridad.
¿Quien eres tú, insignificante ser sin relieve,
si no eres capaz
de producir un buen enemigo?
Dime quien te odia y
sabré quien eres… no lo olvides…
me dijo el filósofo:
El odio une más que el amor.
Hay quien huye de los sueños y hay quien los persigue. Hay quien vive para combatir y quien vive para compartir.
ResponderEliminarBesos
Recibir resistencia es más estimulante; sin fricción no hay conocimiento.
EliminarBesos.
Algo que podría funcionar, como alternativa o como complemento, es personificar los aspectos negativos de la propia persona como un enemigo. Que las torpezas, dudas, inseguridades son obstaculos puestos por alguien más. Y que vencer esas fallas, evitar cometer esos errores, es vencer a ese enemigo tan cercano.
ResponderEliminarTal vez sea un ejercicio literario o solo una idea desechable que se me ocurrió.
Es lo más cómodo, saber que eres imperfecto y convertir tus defectos en tu enemigo.
EliminarPero lo bonito es la comunicación; la interacción, los choques emocionales...
Y no, no está mal como ejercicio literario...le sacaremos punta a todo.
Es posible que así sea, pero normalmente es al contrario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya, eso sí, pero ese sentimiento es tan efímero...
EliminarUn abrazo.
Desde mi punto de vista si el complementario es enemigo hay mucha disputa.
ResponderEliminarUn beso. Me quedo por aquí.
Pues... en la disputa está el gusto. Lo demás es amodorramiento.
EliminarUn beso y encantada de que te quedes.
Sin el reflejo en el espejo, podría dudarse seriamente si realmente estamos aquí.
ResponderEliminarUn saludo
Más o menos estamos ya muy calados. Aunque nos veamos al revés...necesitamos al otro; al que no está.
EliminarUn saludo.
Este Bunbury siempre me sorprende con canciones magníficas.
ResponderEliminarPor cierto. Necesito buscar un gran enemigo. Me estoy quedando sin inspiración, y tal vez ahí resida la respuesta...
un abrazo.
Ah, sí, Bumbury, tiene buenas letras.
EliminarY claro, todos necesitamos un poco de marcha ;) sin ninguna duda.
Un abrazo.
LOS OPUESTOS SIEMPRE NOS PERMITEN SER MEJOR. EXCELENTE PLANTEAMIENTO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Exacto, ver en los otros aquellos que no nos gusta en nosotros...
EliminarUn abrazo.
Mi contrario sois todos vosotros.
ResponderEliminarY tanto.
EliminarGracias por llegar a mi blog, y así poder conocer, tan sentimentales letras como son las tuyas.
ResponderEliminarY gracias por poner a mi gran y adorado Bunbury.
Besos
Bienvenida, Inma, tú si que tienes un gran blog.
EliminarGracias por tus palabras.
Besos.
El mayor boicoteador es uno mismo. Por eso uno puede ser su peor enemigo.
ResponderEliminarAutosabotajes al espejo.
Un saludo.
Así es. Nos gusta maltratarnos a nosotros mismos, a veces por esa sombra que siempre va con uno mismo.
EliminarUn saludo.
Nosotros mismos, enemigos y complementarios.
ResponderEliminarSaludos.
Tal cual lo dices, así es.
EliminarSaludos.
Busquenos un enemigo a nuestra altura...¿aprenderemos de él?
ResponderEliminarMarián, un blog exquisito y elegante, te sigo, gracias por seguir el mío. !Salve!
¡Qué amable eres con tus palabras, Natalia!
EliminarGracias.
Nos seguimos. ¡Salve!
Cuando no sabemos a quién odiar, nos odiamos a nosotros mismos. Que decía Chuck Palahniuk. Y, me temo que ese es nuestro peor enemigo.
ResponderEliminarPlacer, como siempre pasarse por aquí.
Pues claro. No podemos olvidar nuestro lado negativo...como vernos a través del espejo...
EliminarNuestros enemigos nos ponen a la altura de lo que somos.
Y...lo que nos dice metafóricamente Chuck Palahniuk, totalmente de acuerdo.
Es para mi un honor que me comentes. Placer el mio.
Visito tu blog, me gusta lo que veo y leo y me quedo.
ResponderEliminarPor cierto: ante la duda yo siempre me quedo con el amor. esa unión por el odio suele desoldarse de inmediato.
Un abrazo.
El amor dura poco...lo bueno es no perder la capacidad de amar.
EliminarCon el odio no hay unión en el sentido de convivir, pero que si alguien te hace una putada muy gorda, lo recordarás de por vida.
Un abrazo.
¡Buen poema!
ResponderEliminarUn enemigo fuerte nos saca de la mediocridad porque nos obliga a argumentar por qué es nuestro oponente y reafirmarnos en lo propio y también a tomar algo de él. Nadie tiene toda la verdad.
Saludos.
Fanny, totalmente de acuerdo con todo tu comentario. Así es.
EliminarSaludos.
Una estupenda reflexión.
ResponderEliminarBonito leerte.
Un abrazo.
Muchas gracias, Amalia.
EliminarUn abrazo.
Veo absolutamente todo y créeme, todo no es nada exagerado, es simplemente todo (me refiero a la portada).
ResponderEliminarEl odio se puede beber como una copa de vino pero al final si te emborracha acaba envenenándote. Quien odia no se hace un favor a si mismo y creo que tampoco al que es objeto de su "aprecio".
Un enemigo reconocido es como un amor por complacer (curiosa analogía). El odio es una vorágine que nunca llega a saciar.
El odio es un sentimiento muy fuerte y como tal dificil de erradicar. Si no se puede olvidar, lo que hay que procurar es que no te haga daño,
EliminarMarián, me paso por acá después de des-orgnaizar mi blog. he sido muy descuidado y quiero comprometerme en la blogosfera. Bueno, encuentro tu poema y la necesidad del enemigo,la frase final es genial, lapidaria. La verdad son importantes los enemigos, ellos nos hacen reflejarnos, analizarnos, son nuestros mejores yo-críticos.
ResponderEliminarSaludos, me uno a tu blog y espero vuelvas a pasar por el mío: www.laraizdemenosuno.blogspot.com
Muchas gracias por tus palabras. Nos iremos leyendo. Eso seguro.
EliminarSaludos.
Has escrito un sinfín de verdades.
ResponderEliminarGracias, Tracy.
EliminarDefinitivamente, frente a frente.
ResponderEliminar...y por derecho...
Eliminarestoy totalmente de acuerdo con vos
ResponderEliminarBien, pero también se admite controversia, eh.
EliminarGracias por venir a leer...