La Matemática es fantástica
Los estudiantes que se sienten capaces de adentrarse en el mundo de las matemáticas, quedan muchos de ellos, decepcionados al comprobar la incapacidad de algunos profesores. Se comenta en los ambientes universitarios que escasean los buenos profesores de matemáticas.
¿Se necesita mucha imaginación para ser un buen matemático?
¿Son las matemáticas juegos mentales para mentes maravillosas?
¿La facultad de elaborar conceptos matemáticos es un hecho antropológico?
Antiguamente ya los griegos consideraban a la Matemática como una rama de la filosofía. Se asegura también que las matemáticas, en alguno de sus principios, eran escritas con palabras, y que la notación numérica moderna es mucho más fácil para los profesionales, ya que hace que algunos símbolos contengan una gran cantidad de información. Al igual que la notación musical.
Y si nos adentramos, por mera curiosidad, por esos vericuetos semánticos de las matemáticas...sobre matemáticas puras y matemáticas aplicadas...o si son relevantes, o si son también elegantes...o de "su intrínseca estética y su belleza interna"...¿podemos pensar, entonces, que sólo es un mundo para privilegiados?
¿Y el vulgo? ¿Puede vivir sin la Matemática? ¿MATEMÁTICA. Así, con mayúsculas, al margen de lo más básico de las matemáticas como son las cuatro reglas para manejarse en el día a día?
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¡¡El cálculo infinitesimal!!
¿Cómo es posible que una tortuga corra tanto que Aquiles, el de los pies ligeros, nunca llegue a alcanzarla?
¿Es un secreto celosamente guardado el de las matemáticas?
¿Vemos los neófitos sólo la punta del iceberg; lo más visible pero no lo que hay oculto?
Los científicos cuentan muchas anécdotas. Dicen que un verdadero matemático es aquel que por lo menos ha demostrado un teorema que no es "banal" (aquí banal puesto entre comillas para dejarlo a posterior estudio...dicen ellos...) El científico Antonio López Campillo, cuenta una anécdota de un colega que mandó un artículo a una revista y que se lo rechazaron. Y otro colega, le sugirió que suprimiera dos o tres párrafos de escritura y que en su lugar pusiera una o dos ecuaciones numéricas. Lo hizo y el artículo se publicó.
Teoremas
Ecuaciones
Fórmulas
¡Misterios inquietantes!
¿Ejercicios de gimnasia mental?
¿Un lenguaje esotérico?
¿Una ciencia donde no se puede decir todo?
¡El misterio está ahí afuera!
Lo más bello que podemos experimentar es el misterio de las cosas.
Albert Einstein
Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son exactas, cuando son exactas, no se refieren a la realidad.
Albert Einstein
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La verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más.
Ernesto Sabato
:)
ResponderEliminarLas matemáticas, como el resto de ciencias, intentan comprender la realidad a través de sus propios paradigmas, que no son más que representaciones de ésta. Comprenden patrones, relaciones... pero nada sobre el ser profundo de las cosas. Si confundes una representación con el ser de la realidad a la que representa, tienes un problema. Básicamente esta es la limitación fundamental del pensamiento occidental; la tragedia y la gloria que a mi juicio proviene en gran medida de Platón. El buen señor pensó que las ideas eran previas a las realidades que representan, y no al revés; y además las invistió de una cualidad de inmutabilidad ciertamente estupenda...
Atrápeme una idea, señor mío, con este hilito...
En oriente por su parte crearon sus propios paradigmas, que al contrario que los occidentales son amplios, ambivalentes, no concretos, abarcantes... como el símbolo del taichi, donde en lo blanco hay negro y en lo negro blanco hay. Cuando uno llega al extremo, muta y se convierte en su opuesto... y más allá de ambos está el Wu Chi, el vacío absoluto de donde nacen ambos opuestos. El vacío cuántico primigenio de donde todo parte y adónde todo retorna sin abandonar nunca su regazo... Y en el budismo podemos hablar de los dos niveles de realidad: la relativa, donde 1 es 1, y 2 son 2, y la absoluta, representada en el Sutra del Corazón, donde no hay ir, ni venir, ni nacimiento, ni muerte, ni 1 ni 2. Y después está la tercera, fusión de ambas realidades, que es la única Realidad Real...
Pero todo esto es bla bla bla. Paradigmas occidentales, paradigmas orientales, paradigmas, paradigmas... La esencia de tu vida nada tiene que ver con todo ello. Los conceptos son muy útiles, no lo niego. Los paradigmas también lo son. Me resultan sumamente interesantes estos muertos, y lo digo en serio...
Pero ay del señor matemático que intente explicar con su ciencia un orgasmo sin haberlo experimentado...
¿Es uno? ¿Son dos? Agghhhhhh, aghhhhhh, aghhhhhhh
Apártese señor, ¡apártese! ¿No ve que la Realidad está a punto de correrse en sus números?
Cuánto me agobian los números, Marián...
ResponderEliminarEs cierto que las Matemáticas poseen una armonía tan compleja y bella como la música, Marián. No es casual que los pitagóricos fuesen grandes músicos y, de la armonía musical dedujeron la belleza de las proporciones matemáticas para, posteriormente deducir músicas con la perfección matemática. Todo está regido por las matemáticas. La cuestión es que, aparentemente, se diluyen entre ciencias que poseen leves diferencias con el fin de poder comprender la complejidad de la realidad de todo lo que existe en el Universo y en este pequeño planeta.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Marián.
bien, me gusta el encuadre. Claro que yo pensè, lo sugeriste en un parrafo, en la musica, la mùsica es matemática también. Un beso
ResponderEliminarDerivadas, logaritmos neperianos, integrales, matrices... esas cosas que hoy sólo son nombres para mí sabía resolverlas yo en otra época, me parece increíble. Nunca supe para lo que servían, no tuve la suerte de dar con esos profesores que explican el sentido práctico de las mismas, que le dieran un sentido más allá de la correcta resolución de una ecuación. Las matemáticas para mí fueron eso, una especie de pasatiempo, del mismo modo en resuelves un sudoku. Existía un procedimiento de resolución que había que aprender para llegar a un resultado correcto, nada más. Faltó esa conexión con lo real, tal vez con ella me hubieran enganchado. No se me daban mal. Pienso que es especialmente importante topar con ese profesor entusiasta en una materia tan exacta y paradójicamente tan abstracta, que logre poner ejemplos cotidianos de su utilización y darle un contenido tangible y cercano.
ResponderEliminarTambién me ha gustado tu entrada de hoy, Marián. Siempre haces pensar.
Un beso.
El cuerpo de una mujer desnuda escribiendo: eso es un
ResponderEliminarhecho matemático...
mi beso en la hipotenusa de tu boca.
Tienes un e-mail.
ResponderEliminarUn abrazo.
siempre se tiende a infinito
ResponderEliminarbellas y complejas
Me has recordado con tu entrada una película que me fascina, la habré visto un "millón" de veces.
ResponderEliminarTe dejo el link, aunque seguro que ya la conoces...
http://youtu.be/2xGlkKCv_t4
Una inteligente entrada Marián, ya te lo he dicho alguna vez pero es que me sucede cada vez que te leo que se ve que vas bien armada en cuanto a inteligencia a parte de todo lo demás, buonanotte bella ragazza y feliz viernes.
Besos
No soy capaz de escribir nada que pueda matizar su texto; mi mente piensa palabras, incapaz de la más pequeña operación aritmética. Crecí en una sociedad y en una familia en que Letras y Ciencias estaban divorciadas por creerse incompatibles ¡Qué disparate!
ResponderEliminarj.:
ResponderEliminarA mi me gusta considerarlo todo desde todos lo ángulos posibles. Así que tu aportación me ha parecido muy interesante. Y como "de la abundancia del corazón habla la boca", se nota que tú hablas de lo que sabes; de los libros que has leído. Y pienso que "lo profundo de las cosas", ese conocimiento te lo da esa filosofía oriental...que a mi también me gusta, créeme. Lo que pasa es...que si eres capaz de hacer todas éstas reflexiones tan profundas, en el fondo no te satisfagan por sí solas. Quizás ahí está la ambivalencia de la que hablas. Y es que de verdad que me han parecido muy interesantes tus reflexiones. En serio. Y tus párrafos finales...con esa sutil ironía llena de humor, de buen humor...ja,ja...está muy por encima de ciertas "cosas" que suelo leer en tus blogs. La verdad es que tienes mucha vida interior, ja,ja,ja.
Saludito.
Dario:
ResponderEliminarNo te agobies, por Dios, los números sólo son símbolos. Y nosotros nos sentimos estupendos cuando jugamos con ellos...
Imagínate la Banca.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarSí, si estoy de acuerdo contigo en todo eso que dices, Antonio. Tú eres un hombre de ciencias y sabes de lo que hablas. Pero todas esas complejidades de la realidad...no creo que ninguna ciencia pueda abarcarlas, quiero decir, contenerlas, dominarlas...
Me gusta el pensamiento de Ernesto Sabato, que siendo un hombre de ciencias, con gran conocimiento del ser humano, sobre todo, y que disfrutaba con su mundo de ficción en sus novelas.
Un beso.
Garriga:
ResponderEliminarClaro, las artes tienen armonía...en la música es la sintonia, los acordes y los silencios también.
Un beso.
Zavala:
ResponderEliminarSí, sí. A eso me refiero cuando digo que escasean los buenos profesores. Y tú también lo dices, Zavala, y sobre lo otro, se llama memoria; lo memorizas todo y ya está. Y no es eso. Me han contado que cuando tienes la suerte de dar con un buen profesor te haces de ciencias, ja,ja,ja...es lo que tú dices, que depende de los profesores.
Gracias, me encanta que te haya gustado esta entrada.
Un beso.
El caligrafista:
ResponderEliminar...le regalaron un triángulo, viaja por la hipotenusa hasta el vértice, donde se sienta y le dicta un poema al mar: en las Bermudas.
Mi beso, sin asíntota...
Noelplebeyo:
ResponderEliminarInfinitamente complejas y bellas.
Enya Crip:
ResponderEliminarSí, sí, la he visto, Una mente maravillosa. La suelo ver de vez en cuando, me encanta. No diría un millón de veces, pero sí, muchas veces.
Tú siempre me haces sacar los colores...¡por favor! tú también eres una bella ragazza.
Felíz fin de semana.
Besos.
Manuel María Torres Rojas:
ResponderEliminarTe comprendo perfectamente, imagínate yo, que estuve en un colegio de monjas hasta los 16 años. Tenía profesores, sí, de historia, de francés, de literatura...y poco más, se me daban mal los números.
Un beso, Manuel.
Calculo que la única exactitud matemática que he sabido asumir e interpretar fue la angulosa definición trigonométrica que me explico mi profe de mates de segundo de BUP. Apliqué la máxima: tiran más dos tetas que los teoremas reunidos jeiper de Pitágoras. Pero ella era portadora de esas máximas mamarias, así que ese año amé los números. Sólo ese año porque, al siguiente, comenzó mi relación con las cifras escritas, definidas, conjugadas y no calculadas...
ResponderEliminarHe disfrutado leyéndole. Te disfruto, letras mediantes, siempre, aunque tú no lo sepas porque yo no alcance a decírtelo...
Es más, cada vez que recurro a recorrerte, el viaje por el intrincado sendero de tu lenguaje y tus conocimientos es un placer vivo, de los que te hacen vivir y colear.
En fin, esta vez toca un abrazo alfa numérico.
Hasta pronto, o antes.
Melodie Rodríguez:
ResponderEliminarMuchas gracias, Luego me paso por sus blogs.
Mario:
ResponderEliminarAyy¡¡...Mario...¡qué mal acostumbrada me tienes! Estos comentarios tan halagadores...vas a conseguir que me convierta en una estúpida del quince...pero bueno, ¡que no dejes de hacerlo! ja,ja,ja, que mi ego nunca deja de alimentarse; es un depredador...trato de domesticarlo pero no hay manera.
También yo tuve un profesor muy guay, solía participar en un grupo musical de rock, a pesar de eso era muy inteligente ;-) (no sé dónde andará ahora) La verdad es que me encantaba cómo me explicaba las cosas. Casi me lo decía al oído, bajito, decía que para que no lo olvidara...mmmm...Por eso comprendo tan bien lo tuyo con esa profe, si los "amas" no se te olvidan...
Un beso, Mario, alfa y omega... principio y fin. Hasta luego.
Las matemáticas son bellas... cuando los números cuadran, jejeje... Bonito homenaje, Marián.
ResponderEliminarBesos exactos sin redondeo ;-)
Gracias, Kine, por tu comentario, pero ya sabes... creo que los números cada vez nos cuadran menos...
ResponderEliminarBesos, sin quitar y poner... exactos...