Gentil suplicio, este. No veo dónde está la bendición. Hable o calle, estoy perdida. Si digo cualquier cosa, soy escuchada con una impertinente suspicacia a la que no consigo acostumbrarme. Cuando no abro la boca, todos me miran como pensando: sí, pero será tonta. Si algún hombre me habla, lo hace con intereses no precisamente dialécticos. Si me habla una mujer, lo hace para neutralizarme como competidora ofreciéndome su amistad. Cuando ellos no me dirigen la palabra, en su silencio tiembla el reproche de no amarlos. Cuando ellas callan, noto cómo me espían y corren a retocarse el maquillaje. Socorro. Nadie elige su cuerpo ni su nombre. La armonía se ha vengado de mí. También lo bello es cruel, también lo bello.
¿Cuánto mérito mío hay en esta piel de pétalo? ¿Cuánto de recompensa al trabajo bien hecho hay en mis formas de copa de cristal? A veces he pensado en terminar con todo y arrojarme un líquido abrasivo a la cara. Si no lo hago no es por coquetería, sino por miedo al dolor y sobre todo por orgullo. He vivido en el bosque. He huido al extranjero. He pasado unos años en la montaña. Pero siempre, en todas partes, hubo alguien que se enamoró de mí y me odió por ello. Conozco de memoria la manera: primero es un deslumbramiento exagerado, estelar; después una benevolencia boba, como si yo mereciera más de lo que merezco; más tarde esa impaciencia a la que tanto le temo; enseguida una escena de despecho, un ataque de ira y finalmente el daño para ambos.
Andrés Newman
Me siento tan identificado que he decidido llamarme Newman mientras dura el embrujo de las palabras
ResponderEliminarBesos
Bah, el embrujo de las palabras entre escritores...cada uno tiene su estilo. Aunque a veces, es cierto que al ver lo que otro escribe...se piensa: eso me hubiese encantado escribirlo yo.
EliminarBesos.
La belleza es la mitad del triunfo, pero los feos han de ser más listos y talentosos. Ignoro cómo una mujer tan bella siempre se levanta sin nadie a su lado, porque suelen tener hombres haciendo guardia por pescarlas, pero tal vez sea el precio a pagar por soñar con mundos feos y que dan asco :-)
ResponderEliminarNewman al fin. Un abrazo
Es que aquí no se trata de lo que ellos quieran. De lo que se trata es de lo que quiera ella. Y a ella no le gusta nada que ellos le tengan miedo a su belleza; y es que gustar a todo el mundo tiene que ser un incordio para vivir en pareja...
EliminarUn abrazo.
Después de leer esto nadie querrá ser guapo, que me den a mí la belleza que les sobre y haré la prueba, porque es peor ser fea todos creen que soy simpática. Un abrazuco
ResponderEliminarSi eres graciosa te verán guapa. Pero es cierto que en realidad nadie está a gusto con lo que tiene. Y yo te digo que, gustar a mucha gente es un incordio...
EliminarAbrazuco.
Tener tanta belleza que le gustes a todo el mundo a primera vista tiene introducida una trampa. Siempre se dudará si solo se interesan por la superficie.
ResponderEliminarLe pasa lo mismo a quienes tienen mucho dinero, siempre dudan del porque del interés.
Pero le diría a Newman que no cuela.
Defiendo tres cosas: Mejor ser guapo que feo. Mejor ser rico que pobre. Mejor salud que enfermedad.
Y que alguien me diga que prefiero cambiar alguno de los tres "mejores" para la gente a la que quiere.
Eso si, se quiere a pesar de.
Pero si que se que existe esa angustia. Porque las personas muy bellas solo han visto la vida desde ese pedestal.
Y no todo es positivo.
El problema es que el tema es muy peliagudo, ya que eso de la belleza es bastante subjetivo. El sentido de la belleza no es para todos lo mismo. Y , sí, lo de Newman es más literatura que otra cosa, pues somos seres vivos, sujetos a muchas metamorfosis fisiológicas...que no es lo mismo ver a una bella modelo bajo los focos que verla tal cual es en muchos momentos de cada día. Yo he visto de madrugada a alguna famosa en algún aeropuerto que no la conocía ni su padre. Y ahí tienes fotos de muchas guapas cogidas de incógnito...
EliminarDe todas formas lo que se sale de normal; cualquiera que destaque por su físico para bien o para mal siempre va a crear problemas de convivencia. Y de todos modos siempre nos quieren por algo...la guapura, el dinero, la fama...
Tema complicado este que nos ha planteado Andrés Newman.
Hola Marián.
ResponderEliminarQué bonito relato y realmente, qué crudo, porque muchas veces se habla de lo que conlleva ser feo, pero no de lo que conlleva ser hermoso.
Te recomiendo un libro "La dichosa importancia de la belleza". ES un libro raro, con mucho humor, donde claramente una guapa quiere ser fea y la fea quiere ser guapa.
Te gustará.
Muy buena reflexión.
Besos.
Ja, ja, ja, si te soy completamente sincera, la verdad es que me preocupa muy poco ese tema de cómo lo vivan los guapos o los feos, ja, ja, Todos llevamos nuestra cruz y cada uno lo lleva como puede. Creo que cada uno gusta o deja de gustar, y no lo veo ninguna ventaja gustar más o gustar menos.
EliminarBesos.
La belleza puede ser un escudo que nos impida una valoración correcta de las virtudes propias; por los demás, esos seres sucios y nauseabundos que pueblan y pululan alredeor envidiándola.
ResponderEliminarBesos.
Ya, es que es el punto de vista de un escritor sobre la belleza...y el tema de los sueños...es un ingrediente más para que nos resulte interesante por sus puntos contradictorios...también se puede soñar que somos los más bellos en un mundo de feos...
EliminarBesos.
Suele pasar... tanta belleza para disfrutarla en soledad.
ResponderEliminarLa belleza es una tarjeta de presentación que puede tener doble filo... intimidar o intimar.
Mil besitos mi querida Marián...
El texto me ha encantado :)
Y eso creo yo que se debe a que a muchos hombres la belleza les intimida. Una belleza de mujer la suelen contemplar como a un cuadro. Más allá de eso se sienten inseguros...
Eliminarbesosmil, querida Auro.
excelente relato!!! me encantó, pocas veces se tiene la visión a partir de la belleza... siempre se habla de lo otro, del esfuerzo para gustar... me gustó. saludos!
ResponderEliminarTodo tiene sus inconvenientes, nadie está en estado de gracia.
EliminarBienvenido, JLO, Gracias por venir a leer y dejar comentario.
Cuando la belleza se apaga se acaba el embrujo, entonces sólo quedan las palabras.
ResponderEliminarY no siempre sabemos qué decir en el momento adecuado.
Saludos,
J.
Cuando la belleza es lo único que nos atrajo...ya no queda nada. Pero si sólo fue un adorno...Y palabras de consuelo para nada sirven.
EliminarSaludito.
Por que ella considera como maldicion a su belleza, que aleja a los hombres? Serán sus propios temores los que alejan de la seduccion? Que sueños tan intesos, no está claro si considera monstruoso al deseo o si por ahi van sus fantasias.
ResponderEliminarBesos.
En éste artículo de Newman, con él resalta el inconveniente de que la mujer que va contigo todos queden prendidos de ella por su belleza. Hay hombres a quienes les gusta presumir de eso. Pero la mayoría no saben como gestionar eso, y al final vienen los inconvenientes: que si tú le has mirado, que si ese se ha pasado de la raya, en fin. Y eso de soñar con monstruos a todos nos pasa, y es, además, un buen recurso literario.
EliminarBesos.