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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

lunes, 15 de octubre de 2018

Cabecita loca...


La genialidad de una imagen estriba, no en lo que se ve sino en lo que te sugiere...toma como cuerpo y presencia algo latente que escapa a su campo visual. Pero aún así hay más... lo que hay delante de nuestros ojos es lo que nos da pie a una idea...y puede ser algo con lo que queramos acabar, o simplemente plantearlo como algo para meditar...Y es que ahora mismo me está pasando una cosa muy rara por la cabeza. Pero bueno, que ya sabéis cómo soy: que antes que silenciosa y meditabunda y sencilla, vivita y coleando, ja ja.

Y es que se trata de lo siguiente:

¿Quienes son esos Número Uno?

Cada día vemos a las masas de espectadores  aplaudiendo con gran entusiasmo al héroe de turno. Y yo cada vez que contemplo ese espectáculo (el de las masas) me pongo a pensar en la felicidad del número Uno. Porque a ver ¿ no será demasiado sacrificio entrenarse continuamente y desde la más tierna edad para subir al podio más alto? Cuando veo a Rafa Nadal, Magnus Carlsen, Messi o Ronaldo... en el ejercicio de su juego, pienso en lo que se les pasará por la cabeza. Estoy completamente segura que lo único en lo que piensan es en lo que están haciendo, claro; en ganar sea como sea...y me da pena verlos hacer esos gestos rituales, emblemas o tótem que son supersticiones adquiridas.

Y ahora, en ésta tarde de otoño, me ha dado por pensar en esos mortales jugando a dioses.También pienso en cuando eso se acabe, en cuando se termine ese ciclo vital y terminen muchos de ellos como juguetes rotos...

¿Son esos fuera de serie personas felices?  ¿No es cierto que renuncian a muchos momentos felices que la vida les podría dar? Ya, claro, ya sabemos que están dotado para aquello que hacen. Pero para ser un número Uno han tenido que pasar muchos sudores y lágrimas...Y es que además de todo eso, los han convertido en instrumentos de publicidad de todo tipo de cosas. Y es por eso que me pregunto a veces si vale la pena. Sí, ya sé que algunos me dirán que están forrados de dinero ¿y qué? No creo que todos esos lujos puedan apreciarlos: lo ven como algo normal...y así nada te hace disfrutar...(piensan en el entrenamiento de mañana y así no hay quien disfrute: están pero no están. La guapa que vive con ellos siempre les dice: "cariño, no estás a lo que estás").

Dice el científico Vinton Cerf, considerado como uno de los padres de Internet, reflexionando sobre el aprendizaje automático. Y comentaba que hace unos años enseñaron a jugar a una máquina, al juego de Go, que es un juego mucho más complicado que el ajedrez. Enseñaron a una máquina para ganar, y la enfrentaron a los mejores de ese juego en el mundo. Y la máquina les ganaba siempre, entonces, dice Vinton Cerf, ¿era la máquina mejor que un ser humano? La máquina exhibía una inteligencia muy superior que sus contrincantes. Pero la máquina solo sabía jugar a esos juegos de mesa. Estaba hecha para eso. La inteligente máquina no sabía hacer poesía, ni hacer dibujos, o crear sinfonías, no sabía enfrentarse a la política, ni negociar un acuerdo comercial. Era una inteligencia muy poderosa pero muy limitada. Así lo explicaba el prestigioso Vinton  Cerf.

Claro que también se podrá decir que un ser humano puede estar capacitado para hacer muchas cosas a la vez. Eso desde luego, pero sacrificar toda una vida para ser un número Uno en una sola cosa...

Así que yo...mejor ser una chica corriente que no una superdotada...


14 comentarios:

  1. La imagen me recuerda a Harley Quinn, enamorada y cómplice del Joker.

    Creo que esa gente que se destaca en algo, disfruta hacerlo, hace lo que realmente le gusta. Y por eso le dedica tanto esfuerzo. Y hace feliz a la gente que lo ve. Y es un resultado del empeño, de la fuerza de voluntad.

    Por acá, despiertan admiración las Leonas, la selección femenina de hockey. Luciana Aymar fue una referente.

    Hay disciplinas en que destacarse hace necesario de aprender de diversas disciplinas. Es el caso de la historieta.

    Besos.

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    1. Por eso digo que las imágenes sugieren mucho más de lo que ves. Tú tienes en la cabeza unos personajes y los asocias con todo lo que ves. Creo que yo para poder interactuar contigo voy a tener que adentrarme un poquito en ese mundo de los cómics...ja ja ja.

      Seguro que sí, que disfrutan, sobre todo cuando consiguen el objetivo y los aplauden. Pero no creo que muchos de ellos lo hagan por afición, creo, sinceramente que los han inculcado en eso que hacen...quizás sus padre, el ambiente o lo que sea... no sé.

      Besos.

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  2. Ayer escuchaba por radio precisamente sobre eso. El robot siempre mejor en aquello a lo que se le programa, mucho mejor que un humano, pero no sabrá abotonarse, cruzar una calle, intuir que algo le pasa a un hijo o mil cosas que todos hacemos. Esos héroes de un deporte, han canalizado toda su energía en la carrera profesional, y como dices, un día el cuerpo ya nos les permitirá seguir brillando. No sé si son felices, pero mientras brillan viven como reyes.

    Buena reflexión. Un abrazo

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    1. Claro, porque a un robot lo tienes que adiestrar para todo; absolutamente todo, tiene que estar preparado de ante mano, y el ser humano tiene la bendita cualidad de improvisar...y dejarse llevar por acontecimientos imprevisibles. En eso un robot nunca jamás podrá igualar a un humano.

      Y sí, eso también: a esas figuras habrá que enseñarles a vivir sin eso cuando ya sus facultades no les acompañen.

      Un abrazo.

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  3. Creo que de niños empiezan (lo que sea) y se divierten, algunos destacan y nadie se da cuenta y otros son guiados hasta la cumbre, les gusta lo que consiguen más que lo que pierden y como dices no somos genios al por mayor, no destacamos en todas las disciplinas, hasta hay deportistas de elite que no pueden practicar algún deporte que no conviene al suyo. El superdotado o el que tienen altas capacidades no tiene garantizada la vida de laureles. Abrazos

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    1. El superdotado yo creo que es un niño al que le han enseñado a hacer todo lo que hace o puede hacer un adulto. Por eso impresiona. Pero cuando ya llega a ser un adulto todo lo que sabe es ya normal. Por eso es un fraude lo de los padres que quieren tener un niño prodigio...
      Abracito.

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  4. Desconozco si lo que ayer leí en un diario de tirada nacional es científico o no, me da igual, resultaba que la noticia informa que aquellas que alcanzan el número uno de los ranking viven más que los que lo hacen en segundo lugar, será por eso que todo el mundo se pelea por ser el primero.

    Saludos

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    1. Jajaja, claro, es que los segundones lo llevan peor.

      Yo creo que los que más viven son esos intelectuales, estudioso, pensadores y tal. Los que sacan energías de su cerebro. Entre los pensadores hay mucho centenario.

      Saludos.

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  5. Siempre he creído que los líderes de cualquier disciplina suficiente tienen con mantener su status. Da gusto a lo sumo destacar en algo y de vez en cuando

    Besos

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    1. Y mantenerse siempre el primero...menuda responsabilidad...

      Besos.

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  6. No soy de aplaudir a genios ni a héroes de masas, no es mi estilo. Lo que a muchos gusta a otros disgusta.
    Besitos.

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    1. Bueno, pues qué bien, que no tienes ninguna afición, ni te gusta ningún actor, actriz, ni músico ni cantante ni nada...jaja.

      Besos.

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  7. He llegado a tu blog y aquí me quedo un ratito con tu permiso, eso lo han conseguido tus letras y tus sugerentes fotos.
    Estoy muy de acuerdo en lo que opinas de los números Uno, creo que en muchos casos el esfuerzo por llegar es tan grande que no sé si compensa, pero eso sí estoy segura que el llegar a lo más alto ha tenido que dejar muchas cosas importantes por el camino, pero el éxito lo exige así. Saludos.

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    1. Pues creo que no es tu primera vez, tengo algo en el pensamiento que creo que ya te has dado alguna que otra vuelta por aquí.
      Pero bueno, bienvenida de nuevo.
      Saludos.

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Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior. Goethe.