Habíamos agotado todas las palabras del amor.
Callamos entonces.
Un silencio profundo se extendió entre nosotros
como entre dos ejércitos dispuestos para la batalla.
Y libramos la más grande batalla de amor.
El ruido de los sables estaba en nuestra boca.
Los suspiros de los moribundos en nuestros estertores.
El estruendo de los carros de guerra ardía en las arterias...
Y te conservé,
contra mí,
como un estandarte destrozado.....
"La batalla", poema árabe de autor anónimo
Traducido de la edición francesa de
El jardín de las caricias,
De Fanz Toussaint
Como se (n)o corpo do outro fora toda a vida, mas a verdade é que, depois da batalha, já se via melhor o mundo à sua volta.
ResponderEliminarGostei muito da partilha.
Beijos, Marián
Quien dijo que las batallas no conservan el grado de pasión y belleza? Y las palabras carecen de sentido ante tanta arte. Que tengas hermosas batallas en el verano...cuando la luz tarda en desaparecer y el calor se mantiene a lo largo de las horas
ResponderEliminarBesos
Fantástico!
ResponderEliminarBesos.
No lo conocía y me ha encantado, muchas gracias, buscaré al autor y su biografía. Un abrazo
ResponderEliminarLa cultura árabe siempre ha sabido hacer y decir cosas hermosas, por eso la quieren destruir.
ResponderEliminarSaludos
Hola Marián.. Curioso, y potente poema..
ResponderEliminarUn abrazo..
Maravilloso este poema árabe anónimo.
ResponderEliminarEn literatura es un motivo muy recurrente el comparar el amor con la guerra, pero esta composición supera con creces todo lo que conozco.
Repito, maravilloso.
Un fuerte abrazo.
Muy bonito y me ha recordado el poema de Joan Bibiloni. Traduzco del mallorquín: "Cuando se agotan las palabras de amor, lo mejor es llenar la boca con besos y tartas de sara."
ResponderEliminarSaludos!
Borgo.
Existe un momento en el amor, cuando las caricias dicen más que las palabras, cuando los besos ya no salen de los labios sino del alma, cuando la lujuria deja de ser un pecado para volverse una bendición. Y es en ese momento de lucha cuerpo a cuerpo, cuando el universo se reduce a ellos dos y todo lo demás ya no importa (incluida las palabras).
ResponderEliminarExquisito gusto el tuyo, para seleccionar tan bello poema.
Que chulo signorina...
ResponderEliminarAsí debieran ser todas las batallas....
Un Martini con pelea?
muas
S
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Intuyo que andaréis de un lado a otro por esta vuestra casa buscando indicios...aunque sabéis a ciencia cierta que me estoy tomando unos días de descanso; cargando las pilas al sol de mar.
ResponderEliminarEs justo y necesario tomar un tiempo de recreo para que las neuronas no se oxiden...
Supongo que también vosotros estaréis haciendo lo mismo. Y quiero que sepáis que no os olvido; amo a este blog y por tanto a vosotros que sois su alimento de vida.
Y nada más. Hasta pronto mis queridísimos comentaristas. Os quiero. Y os deseo todo lo mejor del verano.
Montón de besos.
Es un poema precioso...
ResponderEliminarMiles de besos.
Muchas gracias, Lucia, es muy agradable acertar con el gusto de los que comentáis.
EliminarMontón de besos.
Amar siempre es batallar, en medio de una tormenta de de arena, con el viento en contra y sin agua para apagar la sed.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Asi de "trabajoso" es amar. Yo nunca creo en ese amor que siempre es placentero...amar es un sinvivir...
Eliminarbesoss
Ya se sabe, en el amor y en la guerra todo vale. Por eso se parecen tanto, ja, ja.
ResponderEliminarNo sé si sigues disfrutando, a día de hoy, de esas vacaciones junto al mar, o ya te has incorporado a esta también gratificante actividad bloguera, pero en todo caso te deseo un feliz verano, que todavía nos queda mucho que disfrutar
Besos compañera
Pues disfrutando estoy, Isidoro, de las vacaciones que ya se acaban...es extraño, quieres volver a la vida cotidiana y cuando te vas a descansar se echa de menos.
EliminarBesos, compañero bloguero.