No era muy perceptible, pero se adivinaba en su rostro la leve sonrisa del que ha conseguido el estado de felicidad deseando. Y como el que llega a la cima después de varias peripecias...se tumbó boca arriba en la arena...abandonándose, relajado y sin ningún propósito de conquista. Y se quedó así, sin articular ni una sola palabra creativa. Y entonces percibió mi silencio.Creo que lo estaba meditando cuando empezó a hablar...saliendo de su boca una de esas conversaciones tan banales que suelen surgir en éstas épocas de verano..."cuando calienta el sol aquí en la playa". Y cerré los ojos haciéndole guiños al sol...quise evadirme...y al darse cuenta inmediatamente cambió de tercio. Volvió a ser el mismo de siempre; se dio cuenta de que sólo era una etapa, de que aún no había terminado la carrera. Y pasó al otro extremo. Pero sólo era con el propósito de dejarme pensando sin más sobre algo que yo nunca entendería...y bueno, sí, tomé nota para un estudio posterior...
Históricamente el estudio de las ecuaciones está ligado al de álgebra, la cual en sus principios no fue sino una serie de métodos, casi todos ellos de tipo geométrico, que permitía resolver algunos tipos de ecuaciones. Pero la teoría de ecuaciones no empezó a adquirir su forma actual hasta el Renacimiento, merced a los métodos de cálculo introducido por lo árabes.
La palabra ecuación, que viene del término latino aequatio significa nivelacón, igualación, o repartición igual de algo. Aequatio es un nombre de acción derivado del verbo aequare (igualar, nivelar), vinculado al adjetivo aequus (igual, llano, equilibrado, justo).
¡Las ecuaciones!... misteriosas ellas... usadas para ayudarnos a medir las astronómicas distancias de los astros entre sí... Lo más importante de su "fórmula" es el signo = (¿definición igual a descripción?). Estructuras dinámicas, elementos que interactúan (¿Frase hechas?). Siempre en medio hay una incógnita...
(Hombre a punto de hacerte la colada para demostrar igualdad)
Misterios sólo para descubrir por sabios reconocidos...
averiguar las incógnitas no está al alcance de mi mano...
¿o sí?
misterios... y más misterios...
"Por eso no seremos nunca la pareja perfecta, la tarjeta postal, si no somos capaces de aceptar que sólo en la aritmética el dos nace del uno más uno".
Julio Cortázar.
No me manejo tan bien en las incógnitas y ecuaciones. Me gustan más los juegos de palabras....estás colada por el hombre igualitario o te cuelas al creer que ayuda en la colada? De todas maneras, el uno más uno siempre supera al dos, sino que puede tender a infinito.
ResponderEliminarBesos vocacionales y vacacionales
Querido Noel. Las incógnitas pueden ser infinitas...de todos modos, ese hombre "igualitario" no me demuestra igualdad en eso, sino en otros trapos sucios...jajaja.
EliminarDe vacaciones estamos aún, sí, aunque ya estoy aquí con vosotros.
Un beso grande.
Ya echaba yo de menos estos viajes de mente y alma, de la mano de tus letras…
ResponderEliminarY qué difícil el equilibrio… Aritméticamente está claro. Pero la vida es mucho más que eso, que por otra parte, bendito sea! Creo que lo mejor, es no pretender ser una pareja perfecta, sino, SER, cada uno desde su propia libertad para serlo, y por supuesto en complicidad y respeto del otro. Porque entre otras cosas, hasta la perfección es subjetiva. Así que rara vez, diría que casi nunca...la balanza se queda justo en el medio. Pero también puede haber un equilibrio, en ese desequilibrio… (Ya te digo que te echaba de menos jajaja)
Mil Bsoss, Marián!!
¡Ay, Ginebra! a mi también me incitas a darle vueltas a las cosas...Me haces pensar y eso es bueno. como no podría ser de otra manera. Tu vitalidad y tus ganas de vivir intensamente es altamente contagiosa, Así que te doy las gracias por ello.
EliminarMuchos besos.
¡Esa pícara sonrisa...!
ResponderEliminar¿....?
Te dejo un saludo. Porque esto del equilibrío
ResponderEliminarme cuesta comentarlo.De todas maneras me ha gustado tu escrito. Sobre todo es que el hombre ayude en la colada.
Un abraz . Espero que dejes tu enlace en el blog de josefa. Así no se me olvidará y podré visitarte.
Un beso.
Josefa, hace tiempo que ya me tienes como seguidora, de todos modos no es una obligación dejar siempre comentario, yo, aunque suelo leeros a casi todos no suelo dejar comentarios, pero bueno, hagamos lo que nos plazca en cada momento.
EliminarUn beso.
Sumas y restas. Conjugaciones y ecuaciones. Cuando sentimos olvidamos cualquier ecuacion para simplemente perdernos. Hermoso tu relato. Un beso Marian y gracias por pasar por mi espacio :)
ResponderEliminarLo mejor de todo es dejarse llevar en los sentimientos porque cuando sentimos intensamente no está uno para pensar en análisis de ningún tipo.
EliminarMuchas gracias Demian por tus palabras, yo he visitado tu blog y lo que escribes me ha parecido precioso.
Me gusta tu nombre: Demian, que también es el nombre del protagonista de un libro de Hermann Hesse, que es un autor que me encanta.
Un beso.
Signo igual, la igualdad tan buscada sobre todo en cuestiones de género, siendo que somos distintos desde la propia conformación física. No será realmente la igualdad desde el respeto la ecuación perfecta?
ResponderEliminarBesos dulces.
Desde luego que debe ser la igualdad en los términos que lo expresas. Somos distintos y por eso nos complementamos, y es una bendición que así sea. Y cada cual busca esa "igualdad" en las relaciones de ambos sexos como mejor les place; todo es cuestión de conocerse y entenderse...
EliminarUn beso...no sé si dulce, pero sí de los míos...;)
Hola Marián, felices vacaciones
ResponderEliminarIgualar, simplificar, despejar... Recuerdo a nuestro profe de mates dándonos los pasos para resolver las ecuaciones... Creo que valen para la vida misma e incluso para la vida en pareja, ja, jaaaa
Besos
Pues sí, creo que las ecuaciones valen para todo aquello que lo quieras aplicar. Resolver las incógnitas eso ya es otro cantar. Pero bueno, también pueden ser la sal de la vida.
EliminarBesos.
La ecuacion de la pareja está en evolución constante.
ResponderEliminarCuando parece que ya has despejado la incógnita resulta que aparecen más...
Y así.
Besos.
Pues qué razón tiene. Toro, es que es así, eso es pura filosofía...
EliminarBesos.
Me uno a las afirmaciones de todos y en especial a la de Ginebra cuando asegura que el equilibrio se encuentra en el desequilibrio. Creo que la incógnita estrella en esta ecuación es la voluntad de cada uno. No se trata de ceder el mismo número de veces, sino más bien de reconocer la importancia y el esfuerzo que supone la cesión... En este tema pienso que más vale la calidad que la cantidad...
ResponderEliminarEncantada de volver a leerte Marian. Besos
La ecuación perfecta es el entendimiento más el acoplamiento...buscar las incógnitas puede ser un juego apasionante...por aquello de que la monotonía desgasta al amor.
ResponderEliminarGracias, Rosaida, por tus palabras.
Besos.