Cuando la conoció le confesó que él era un adicto al factor sorpresa. Ella le pidió algo más de información. ¿Sorpresas? ¿en qué sentido? La respuesta no se hizo esperar; fue claro y directo: No me gustan las repeticiones, nunca veo una película dos veces...y en el sexo...cada vez una mujer distinta; sólo una vez.
Y al terminar de decirlo soltó una sonora carcajada. ¡Oh! ¿qué pasa, te ríes de tus propias ocurrencias? No, no es eso. Me río por la cara que has puesto. Ya sé que a las mujeres os gusta dejar huella y deseáis que nos cueste olvidaros y todo eso.. Pero ese no es mi problema.
Y ella también rió.
No, si me parece bien.Yo también soy una chica especial. Pues sólo me enamoran los comienzos. Así que...estamos en la misma liga.. O casi. Él buscó sus ojos y ella le obsequió con un parpadeo. Ahora rieron los dos. Estaba claro que el concepto "ligar" para ellos tenía otras connotaciones...tal vez el deseo imperceptible de buscar situaciones y emociones complejas.
Él sabía muy bien donde colocar los artículos de reclamo. Pues se había criado con sus tíos maternos, dueños de una importante cadena de supermercados. Y además había aprendido por convicción que el maestro que no es capaz de inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío. Ella había nacido con ese raro instinto de querer conocerlo todo...era observadora por naturaleza, no necesitaba muchas explicaciones...era una de esas chicas que aprendía por la vía rápida.
En ese primer encuentro ya se intuía que congeniaría...pues él actuaba sin rodeos entrando de lleno sin tener en cuenta la primariedad de ella...y ella se dejaba hacer como algo que se ha acordado de antemano, ocultando con una risa algo nerviosa..tenue...las reacciones defensivas.
Así que en un tiempo récord (apenas hubo obstáculos en el periodo de adaptación), ya habían ejecutado varias modalidades. La más simple-en los relatos eróticos- fue una de las más populares: la del Dominante y la sumisa. Después probaron con otras...la de el erudito y la chica de barrio, el zaparrastroso y la pija, el señorito y la criada...
Aquél verano fue una buena temporada...
Y cuando ya estaban a punto de aburrirse ella tuvo una idea:
¿Y si jugamos a ser nosotros mismos?
A él se le iluminó la mirada...y estampó en su cara la más bella de sus sonrisas...esperaba esa sorpresa...
Pero...
Eso es muy peligroso, pequeña. Si lo hacemos será por una sola vez....
¿Y?
Probemos. Y a ver que pasa....
Comienzo vs. comencemos de verdad;no he creído nunca que la segunda opción sea menos intensa,seductora y divertida que la primera,todo lo contrario,me lo parece mucho más.Eso sí,dolerá,y no tiene porque ser en el sentido más oscuro de ese dolor,dolerá incluso en las luces,porque, y esto lo he pensado siempre a nivel personal "Si no me duele,no es pleno,no me sirve",a estas alturas el valor de la verdad tangible supera con creces a cualquier cosa,y ese dolor es puro diamante.
ResponderEliminarMuy bueno,y buena agitación neuronal... Vaya forma de despertar :)
Besos y sigue dándole a esos enfrentamientos Psique contra lo Corpóreo.
En tu último párrafo lo dices, Miguel, es una de las etapas que se necesitan para llegar al conocimiento...si el deseo de "continuará" no se produce...pues a otra cosa, mariposa ;)
EliminarBesos.
Estoy de acuerdo, ya te lo dije en otro post,no sé por qué,cuesta tanto a mucha gente definir los conceptos de deseo y amor,y que no tienen porque ir juntos ni mucho menos.Por poder se puede uno explayar en este tema ampliamente, pero creo que el post resume bastante bien lo que ocurre cuando lo primero,el deseo,hace de las suyas y toca ese umbral donde no hay "Nada",donde te das cuenta que lo que buscas no precisa de ese deseo aislado, sino en compañía de otros sentimientos y sensaciones.
EliminarBesos y sigo pensando que das en la tecla clave...
mUy interesante, ¿Qué `pasará?
ResponderEliminarPues Tracy, si uno no se arriesga...la incógnita queda en el aire.
EliminarHay que ser valientes ¿no?
Besos.
Ese es el juego más peligroso de todos.
ResponderEliminarDespués de jugar a ese todos los demás parecen juegos estúpidos.
Besos.
Pues sí, Toro, ese es el juego en que te la juegas...
EliminarPuedes ganar o puedes perder, pero siempre se puede empezar otra jugada.
Besos.
Perhaps, perhaps y quedaremos pensando que resultado tendría ser ellos mismos.
ResponderEliminarPero con el quizás se pasa el tiempo y es posible que la sorpresa sea mayúscula, les guste ser ellos mismos y continúen.
Quien sabe…
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Sería lo mejor de todo; que les gustase ser ellos mismos. Por lo menos durante un tiempo serían felices.
EliminarBuen finde de finde y nueva semanita.
Una mujer segura de si misma. Saltos y brincos
ResponderEliminarComo debe ser. Hombres y mujeres seguros de su valía...
EliminarSaltitos.
Un juego que no debería de serlo, hay mucho en juego ;)
ResponderEliminarBesos.
Pero eso es como decir que todo en esta vida es serio. Reírse de uno mismo nunca viene mal para conocerse.
EliminarBesos.
La sorpresa es que rompió con lo que decía, intimó más de una vez con la misma mujer.
ResponderEliminarAunque tal vez pensaba que nadie se baña en el mismo río, por eso recurrieron a los personajes, a adoptar distintos roles. Y por eso de que ser ellos mismos era riesgoso y solo por una vez.
Un abrazo
Se lo tomaron como un divertimento, creo yo. Dacia San Agustín: probarlo todo y quedarse con lo que más nos guste.
EliminarArriesgarse es emocionante.
Un abrazo.
No se me ocurre mejor modo de cerrar un círculo en el que ya nadie quiere jugar con red.
ResponderEliminarUn beso
Pilar, está bien eso. Hay que tener el valor de apostar cada vez más alto.
EliminarUn beso.
La primera vez siempre es uno mismo, las otras veces son los diferentes rostros de una relación.
ResponderEliminarNo podemos cambiar lo que somos: la niña pija nunca se acostará con el alma de un zarrapastroso ni en juegos.
La primera vez tratamos de vender la moto. Y la jugada no cuela.
EliminarLa niña pija puede que en la piscina de la casa de verano fuese tratada con resentimiento. Pero debajo de un puente...tal vez el zarrapastroso le enseñara su alma.
Confirmarían la coherencia de sus pensamientos
ResponderEliminar...y a quien no le gusta jugar de vez en cuando.
EliminarCreo que uno no alcanza la plenitud en ninguno de los aspectos de la vida, hasta que no se muestra y actúa como en verdad le gritan sus instintos. Puedes cambiar el vehículo que te lleve a ellos, pero nunca el fondo, porque entonces es una farsa que tarde o temprano se quiebra, y tú con ella… Los juegos están bien, como “juegos”, incluso diría que son necesarios. Pero la vida, las relaciones, la mente, y por qué no, el alma, se alimentan de mucho más que eso.
ResponderEliminar¿Peligro?... La vida en sí misma es un constante peligro, pero el que no se arriesga, la mar no pasa… Así que, a vivir y a padecer; sinónimo de que estamos vivos…
Muy interesante y reflexivo tu texto, Marián… Y yo, encantada de perderme y divagar con él…
Mil Bsoss gigantes, amiga!!
Ginebra, de lo que se trata en este post es de mostrar de forma lúdica lo que buscaban los protagonistas. La chica al final lo que desea es dejarse de juegos y cambiar de tercio, porque en realidad él le gustaba y quiere algo más serio.
EliminarMil gracias por tus comentarios, Ginebra, siempre tan interesantes.
Un beso grande.
Una excelente visión de las relaciones sexuales, yo siempre digo que en la variedad está el gusto.
ResponderEliminary qué suerte toparse con una persona que tenga claro lo que quiere, me parece admirable.
Y divertido... Y probar, y luego... Ya se verá.
Muy bueno tu texto.
Besos
Se suele decir que cada pareja es un mundo. Cada cual tiene que buscar hacer las cosas como más les satisfaga. Y yo creo que siempre estamos jugando aunque nos pongamos muy serios.
EliminarMuchas gracias.
Besos.
A ella le gustan solo los comienzos, mientras para él, todo comienzo es el inicio del final; él calcula, ella analiza, él es directo y va a la carga, ella es franca y se mimetiza a voluntad.
ResponderEliminarDeshojando personajes pueden disfrutar de cuanta modalidad y postura exista. Pero decidieron ser ellos mismos, entonces se encontraron no solo desnudos, también con el alma expuesta y pasarán entonces los mejores instantes de sus vidas (de esos que marcan un antes y un después). El final es abierto, por tanto, yo prefiero pensar que ella le enseñó lo que es una mujer cuando quiere de verdad y él se convirtió en el hombre que nunca antes fue. Y se siguieron disfrutando de ellos mismos por siempre jamás.
Marián: ¿Te dije alguna vez que me gusta el cómo escribes?... Pues, te lo vuelvo a decir.
Pues sí, Juan Carlos, ese es el papel más difícil; hacer de uno mismo. Y si eres sincero y lo que buscas es ser honesto, te muestras como eres en realidad; sin maquillajes. Pero claro, es un intento difícil, no es nada fácil mostrarte tal cual eres.
EliminarEl final que has puesto, Juan Carlos, creo que es muy literario, un final feliz, de novela. Pero en la vida los amores tienen caducidad...igualito que nosotros...
¡Oh! sí, lo sé. Te gusta leerme ¡mil gracias! pero...quizás es porque me has tomado cariño y ya todo lo ves
bien...
Un beso enorme.