(Una reflexión sobre el Mal)
"....entonces es que hay dos tipos de felicidad y yo he elegido la de los asesinos porque soy feliz...
Hubo una época en que creí haber alcanzado el límite del dolor, pues no; todavía se puede llegar más lejos. En los confines de esa zona impera una felicidad estéril y magnífica.
Mírame. Vivo, mato, ejerzo el poder delirante del destructor...Comparado con ese poder el del Creador parece una pantomima. Eso es ser feliz, eso es la felicidad, esa insuperable liberación, ese universal desprecio...la sangre, el odio a mi alrededor. Ese aislamiento sin par del hombre que abarca toda su vida con la mirada. La alegría desmesurada del asesino impune. Esa implacable lógica que tritura vidas humanas."
(Fragmentos de "Calígula" de Albert Camus)
Camus, ferviente lector de Nietzsche que como él tiene una interpretación muy particular de la moral establecida, se plantea la siguiente cuestión: ¿Cómo hay que comportarse durante esos años difíciles en que uno no cree ni en Dios ni en la razón?
La pregunta de Epicuro se resuelve manifestando que ese Dios al que el se refiere solo quiere una cosa, jugar con los seres humanos, desde su lugar disfruta viendo las maldades y las bondades de aquellos hombres/mujeres que creó.
ResponderEliminarSaludos
El concepto de Dios (el todopoderoso) es la réplica del ser humano...somos malos y necesitamos una justificación...
EliminarLa culpa. En la evolución nos volvimos muy auto observadores, y...
sabemos que somos capaces de todo y de cualquier cosa. Todo depende de nuestras circunstancias.
Saludos.
Dios está muerto, y si no está muerto, está tuerto...decía una canción
ResponderEliminarEl ser humano alberga una bondad limitada, frente a una serie de vícios o defectos que no controla y que lleva a límite. La maldad nos rodea, y el grado de satisfacción es directamente proporcional al nivel de sufrimiento que soportamos cuando somos sus víctimas
Besos. 2
Es el libre albedrío, ya sabes. Quizás el ser humano en un principio necesitaba experimentar; saber qué se siente haciendo algo en contra de nuestra naturaleza. Dicen que los niños tienden a ser "malos", pero eso es muy discutible; los niños copian de lo que ven en sus mayores....
Eliminar1 beso.
Has dado con el mayor dilema que tenemos, Marián. Nietzsche decía eso de que, si Dios no existe, "todo está permitido". Yo soy ateo, y este tema me tiene frito. ¿Qué es el bien y qué es el mal? ¿Solo un convencionalismo? Aquello a lo que llamamos "el bien" simplemente responde al interés común. Luego es opción de cada uno escapar del interés y querer realmente "otra cosa", algo que sea soportable entre tanta mentira interesada.
ResponderEliminarEl bien y el mal no existen como categorías eternas. Dependen del contexto. Y nadie nace malo, pero tampoco bueno... lo que existe son conflictos que surgen al devenir de los acontecimientos y que se resuelven de una manera o de otra, en función de las contradicciones, las carencias y las características heredades y aprendidas por cada uno.
En definitiva... creo que es cosa de cada un@ y las ganas que tenga de romper, de reaccionar ante lo que le rodea...
Besos!
Andoni
Así es. Tú lo expresas muy bien: todo depende de en qué circunstancias obremos; mal o bien, porque al fin y al cabo todo son percepciones...y yo creo que todos somos buenos o malos,, según en qué contexto, como tú bien dices.
EliminarBesos.
El mal adverso, el mal diverso..., tal vez sea una cuestión de diversidad más que de adversidad. Si no existe el azogue, no hay distinción, ni reflejo, ni espejo en el que contemplarnos y dirimirnos.
ResponderEliminarDe erradicarse, serían innumerables los inconvenientes y las consecuencias de ese proceder, ya que el bien y el mal subsisten y emanan del Creador como parte indivisible de lo creado.
Si existe el bien y el mal y emana del Creador...y si Dios es bueno...¿por qué quiso tentarnos con el mal? ¿no sería algo perverso y morboso? Mucho para divagar y discutir...
EliminarEl bien y el mal sólo son conceptos que dependen de las circunstancias y de cada uno. Supongo que la única vara de medir ambos conceptos, sería aquella que nos permitiera ser desde nuestra libertad para SER y sentir, siempre que con ello no se perjudicara al prójimo. Aquello de “vive y deja vivir”… En cualquier caso, el ser humano en su insaciable sed de conocimientos, y/o experiencias nuevas, puede llegar a degenerar dañando no sólo al que le rodea, sino, a él mismo. Todos estamos en riesgo, la mente es una complicadísima maquinaria…y qué decir de la vida, que nos pone continuamente a prueba… Yo abogo por una buena educación, de esa que se mama desde que vemos la luz… Una educación exenta de religiones que imponen con el temor, y sí plena, de esos valores que nos enriquecen y nos hacen ser dignos.
ResponderEliminarMe gustan tus entradas…incitan a la reflexión…
Un placer visitarte, y dejarte mi humilde opinión…
Bsoss!!
Estoy de acuerdo. Y creo que es ese afán de llegar a conocerse uno mismo en profundidad. El problema es saber si obramos bien en lo que concierne a otros. Las religiones son un freno que nos aparta del conocimiento, nos infunde miedo y con este la culpa.
EliminarGracias por tu comentario, Ginebra.
Besos.
No me cabe duda de que el mal existe solo espero que se encuentre en la realidad en la misma proporción que el bien.
ResponderEliminarUn beso
Lo inquietante, Pilar, es que a veces hacemos daño sin querer; sin saber si lo hacemos.
EliminarUn beso.
Sigo pensando que el hombre es un lobo para el hombre.
ResponderEliminarY Dios un insensato.
Besos.
Es verdad, y no sabemos de donde viene ese afán de destruirnos...
EliminarQuizá Dios se aburra y de vez en cuando y le guste ver la sangre derramada...como un niño que rompe su juguete para ver qué hay dentro.
Besos.
Dice un refrán que la probabilidad de hacer mal se encuentra cien veces al día; la de hacer bien una vez al año.
ResponderEliminarBesazo.
Sí, Pitt, pero lo complicado es saber qué es el bien o el mal en cada momento.
EliminarBeso grande.