La felicidad, según algunos ilustres pensadores, es una actitud no un estado. Y yo creo que voy en esa onda. Porque creo que la felicidad es… limpiar las persianas mientras escuchamos un aria, o pasar una hora agradable ordenando los armarios; poniendo lo de abajo arriba porque ha cambiado de estación el tiempo. Es pensar en que lo pasaremos bien al atardecer hablando con los amigos. La felicidad se encuentra en el momento; en ese minuto a minuto, no en la lejana promesa de algún día cuando…
¡Qué afortunados seríamos si nos enamoráramos de la vida que vivimos! Si fuésemos capaces de verla y atraparla en el momento en que pase como un globo impulsado por el viento. Si fuésemos capaces de ver todos esos momentos mientras caminamos de regreso a casa, quizás con la cabeza llena de problemas… pero con la capacidad de hacer una abstracción, y notar cómo tiñe el sol de fuego las ventanas de la ciudad, o escuchar los gritos de los chiquillos que juegan ya cerca del atardecer. Y sentir cómo se levanta el ánimo sólo por haber prestado atención a esa pequeñas cosas.
La felicidad es como una visita, como esa tía extravagante y jovial que se presenta cuando menos la esperamos y nos trae regalos inesperados… y desaparece dejando en el aire un olor a gardenias. No podemos ordenarle que venga. Lo más que nos es dado hacer es disfrutar de ella cada vez que se le antoja venir. Tampoco está en nuestra mano obligar a la felicidad a presentarse, pero sí podemos aprender a estar conscientes de ella cuando lo hace.
Creo que la felicidad es una actitud y una costumbre. Y Pienso que como la salud, es el estado natural de las personas. Ser feliz debería ser obligatorio Saltos y brincos
ResponderEliminarAl fin y al cabo todo lo que hacemos es para conseguir estar bien...sea lo que sea, pero que nos satisfaga.
EliminarSaltos y brincos.
La felicidad, ni idea de lo que significa, ni de lo que en realidad es, tan solo algún vago recuerdo de momentos en los que pude ser feliz.
ResponderEliminarEso dicen, que sólo son momentos, pero mejor atraparlos si podemos.
EliminarHola Marián, estoy totalmente de acuerdo, es una actitud, una postura vital, lo que ocurre es que no siempre te pilla receptivo la "tía de de las gardenias". En mi caso se instaló en casa el primero de enero y me temí lo peor pues vivía desde hace tiempo con mi amante dichosa, la melancolía y pensé que no congeniarían. Se llevan de maravilla oye, quien me lo hubiera dicho. El tema de cuanto se va a quedar, la de las gardenias, la otra es residente, no se toca por si las moscas, ella manda y es libre. En este estado de cosas la Callas me resulta más "divina" que nunca y me complace muchísimo que hayas elegido este tema.
ResponderEliminarUn beso.
De todos modos yo no soy quien para decirte lo que tienes que hacer con esa tía que se ha instalado contigo en tu casa...hay quien la echa de su lado y luego la echa de menos...a todo se acostumbra uno. Conozco a gente que le encanta ese estado melancólico, pero ya te digo, en eso no se puede opinar, nunca.
EliminarSi, la Callas ¿A quien estaría mirando de reojo en ese placo principal?
Besos.
Yo también creo que la felicidad es una actitud. Todo depende de cómo se miren las cosas, es el vaso medio lleno. Y las pequeñas cosas, cuando las miramos de cerca son las que más nos acercan a ese estado.
ResponderEliminarCreo que unos estamos más predispuestos que otros a conseguir ese estado, cada persona es un mundo; hay muchos con tendencia al pesimismo...y dicen que son los que más se acercan a la realidad de las cosas. quizás con ese punto de vista también son felices.
EliminarLa felicidad es como el azúcar en un café amargo (nunca debemos perder las esencias por querer endulzarlo todo).
ResponderEliminarPues sí, también quitar hierro al asunto se dice también.
EliminarEn tanto que una forma de actitud hacia la vida, dura miestraas e mantiene la sensación gozosa de vivir. Yo creo que hasta los 101 años sí puede durar.
ResponderEliminarPues puede que sea el carácter de uno, vete a saber... hay quien lo ve todo del color de rosa.
EliminarSeguramente somos mas felices, cuando imaginamos que cuando vivimos.
ResponderEliminarDe cualquier manera, bienvenida sea esa tía que no esperamos.
Un abrazo.
Es verdad, dicen que es el camino...lo que imaginas, la felicidad que te espera al llegar a la meta...
EliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo contigo, hat que mantener una actitud atenta.
ResponderEliminarEs que a veces somos felices y no lo saboreamos en su justa medida porque no somos conscientes.
EliminarQuizá no llegue sola, para mí es un "gran pez" esperándonos sólo a nosotros en lo profundo del agua. Un abrazo.
ResponderEliminarAh, que entonces hay que atraparla ¿no? pues eso también.
EliminarUn abrazo.
Cuesta retener la felicidad mucho tiempo. Se muestra esquiva cuando se anhela, apenas la disfrutamos cuando se presenta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que la idealizamos mucho, y cuando ya la tenemos no nos parece tanto.
EliminarUn abrazo.
UN PLANTEAMIENTO PARA POLEMIZAR UN BUEN RATO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Es que es un tema sustancioso, casi como el Tiempo o la Nada.
EliminarUn abrazo.
la vida es, al fin y al cabo, un vaivén entre la felicidad y tristeza. lo más sano es encontrar un equilibrio.
ResponderEliminarbesos
Pues mira, Belén, no quisiera darte la razón, pero... creo que sí que la tienes. Me has hecho recordar ésta frase: "La felicidad es muy peligrosa porque cuando se alcanza, inmediatamente te convierte en la antesala del llanto".
Eliminarbesos.
Pues yo no soy capaz, me tomo las cosas demasiado a la tremenda. Bueno, sacar el aire de dentro -ese que no sale-, respirar hondo, cerrar los ojos y elevar la cabeza como mirando al cielo, eso lo logro en algunos momentos... eso me descarga.
ResponderEliminarUn abrazo y tu cafelito.
Verónica
Muchas gracias por el cafelito, pero yo lo tomo algo más ligerito...no vaya a ser que me ponga un poco ansiosa, como te ocurre a ti, todo en su justa medida.
EliminarUn abrazo.
Hay una canción de Serrat que ahora mismo no recuerdo que cita algo así, como un tipo por la calle fue feliz y eso me marcó; lo que me parece "terrible" es que los recuerdos son más felices que el hecho vivido en si y me imagino que debe ser alguna tara que traemos de serie.
ResponderEliminarCoincido con muchos de los que dicen que es una actitud; algo así como feliz llama a feliz.
Un besote.
Sí, ya sé a qué canción te refieres, es una de las primeras canciones de Serrat. Creo que es "Uno de mi calle me ha dicho que tiene un amigo que dice conocer un tipo que un día fue feliz"
Eliminaraquí
Ahí lo tienes, pero no sé si lo he hecho bien...
Y sí, soñar lo vivido también es soñar.
Un beso.
Gracias por u comentario en mi blog! :) Y sí, la felicidad está en disfrutar el camino más allá de anhelar el destino.
ResponderEliminarNos leemos!
Estoy de acuerdo, el camino mejor que el destino, la meta te hace pensar que quizás habrá otra meta por alcanzar...
EliminarY gracias a ti por venir, leer y comentar.
Qué bonita reflexión sobre un tema tan complejo como es la felicidad.
ResponderEliminarCada día encuentro un motivo para ser feliz, porque mi actitud es siempre positiva, trato de redescubrir el mundo todo el tiempo.
Te dejo un beso muy grande y mi eterno agradecimiento por estar siempre.
HD
Está muy bien esa actitud, que como dicen los filósofos, e intuyes tú también, el mundo está por descubrir...dicen que son zancadillas que el azar te pone con mala intención cuando estás a las puertas del éxito...me refiero a esos pequeños tropiezos, que como decía Nietzsche, te hacen más fuerte...
EliminarAgradecida quedo yo por verte por aquí.
Un beso enorme.
Marián. La felicidad es un jugo de maracuyá o el olor de la guayaba o el prado mojado. O esas son alegrías... ¿Cuál será la diferencia, entonces, entre alegría y felicidad?.
ResponderEliminarSaludos.
Pues no sé...la alegría puede que sea una exaltación del ánimo, algo momentáneo, quizás. Hay personas con tendencia a estar alegres "que tienen un carácter alegre". Pero tampoco creo yo que la felicidad sea algo a tiempo completo...Y el colmo de la felicidad puede que sea ese éxtasis que a veces se experimenta viendo una obra de arte, un paisaje... es algo que no se puede explicar. Son momentos intensos, por tanto poco duraderos.
EliminarSaludos.
No se si lo he entendido!, (como no tengo un intelecto superior como Cañete) quieres decir que lo que he sentido mientras te leía y escuchaba a María Callas es la felicidad?, porque si no lo es, sele parece mucho.
ResponderEliminarSalud, Marián.
Pues entonces sigue sumando esos momentos y quizás eso sea la felicidad. No sé si sobra o falta intelecto, pero desde luego es difícil de explicar.
EliminarSalud.
La felicidad son momentos fugaces e inesperados de alegría.
ResponderEliminarIntentar atraparla es imposible.
Besos.
Pues creo que va a ser eso, Toro.
EliminarIntentemos atrapar esos momentos.
Aunque sea difícil...
o tal vez imposible...
Besos.
Hay que aprovechar el momento, esa felicidad es tan efímera que dura tan solo unos minutos, siempre se pude acuñar otra poca más. Tiene sus formas, cada cual la entiende a su manera, su forma de ser, pero siempre hay que guardarla para recordarla en los malos momentos.
ResponderEliminarSaludos
Por lo menos ya todos tenemos una idea formada de lo que es...así que cuando no está, recordarla también nos puede ayudar.
EliminarSaludos.
Pero creo que es mejor ir a buscarla, aunque sea algo esquivo, que se escape. Porque en la búsqueda tal vez se consiga algo, se proyecte, se sueñe, en el camino puede chocarse con emociones intensas. Nada de lo cual se lograría aceptando lo presente como algo feliz.
ResponderEliminarPues vayamos a buscarla, Demiurgo, nada se pierde y quizás encontremos algo interesante..
EliminarLa dificultad de posible definición que pontifique este estado, esta actitud, esta ilusión, este sueño, al que llamamos felicidad, es lo interesante de ella. Cada uno puede establecer cómo, cuándo y cuánto, se siente la felicidad. Algo verdaderamente interesante puesto que cada uno podemos decidir un estado al que asimilamos como estado feliz. Creo, Matián, que los mejores momentos que somos capaces de sentir son los que imposibilitan una homogeneidad. La diferenciación personal es tan importante como atractiva.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida amiga Marián.
Es que ahí creo yo que está el quid de la cuestión, Antonio, que son estados de ánimo muy difíciles de describir. Y es posible que sea eso; que cada uno lo sienta a su manera.
EliminarAbracito, querido Antonio.