Las lágrimas en el agua no se ven.
Dice el proverbio.
Es todo inútil, pensó ella
cuando volaba por los aires
camino a la fuente.
Tras la fría dentellada
un siglo de silenciosa intemperie
se desvaneció de un trallazo
en pos de la "remodelación"
por los aires hasta la fuente.
Un "plot" en la primaveral
y tibia mañana.
La pequeña piedra,
sin prisa pero sin pausa,
cayó inevitable sobre el agua.
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Con una aceleración parecida a
ResponderEliminar9.81m/s2. La velocidad en el momento del choque contra el agua no la conocemos, nos falta tiempo. Sin prisa pero sin pausa. Y luego continuaría su trayecto hasta el fondo, más lentamente, donde su viaje finalizaría. Para entonces ya no habría rastro de la turbulencia en la superficie y todo parecería igual, aunque había cambiado y era distinto.
Un beso Marián
¡Hola, Zavala!!
ResponderEliminarTengo que darte las gracias por estar tan atento. Y no saben cuanto te agradezco tu aportación. Los datos numéricos siempre me abruman. Pero está muy bien, todo, en cierto modo lleva poesía...y belleza. Sólo necesitamos ojos de entendimiento...
Un beso, Zavala.
La paciencia es un don que yo envidio...
ResponderEliminarenhorabuena por tu bonita entrada.
Un beso Mariãn
Por más fuerte que caiga esa solitaria lágrima sobre la fría agua, al cabo de unos instantes, tiempo tan corto como queramos hacer, Marián, todo volverá a la serenidad y la normalidad anterior. Ni siquiera se diluirá suficientemente la sal en el agua para que, al beberla posea el típico sabor salino que es bebida de salvación para muchos amantes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Marián.
en el fondo...todos estamos hundidos
ResponderEliminarUna lágrima no existe porque sí. Aún rodeada de un inmenso océano, seguiría siendo lágrima porque nada ni nadie puede arrebatarle el sentimiento que lleva dentro.
ResponderEliminarBesos.
Aniquiladora:
ResponderEliminarBonita reflexión, Aniki, porque una lágrima, una sola, siempre simboliza algo y, los sentimientos se materializan con esa pequeña manifestación...a veces tan silenciosa...
Besos.
Noelplebeyo:
ResponderEliminarHundidos en el fondo, sí.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarDespués de cualquier catástrofe viene la calma. Y entonces es la hora de contabilizar los daños.
Todo pasa y todo queda, dijo un maestro de poetas.
Un beso.
Enya:
ResponderEliminarYo tampoco tengo mucha, no creas, me refiero a la paciencia...no soy nada pasiva y a veces me desespero.
Un beso.
Es una maravilla, y la explicación de Zavala aporta luz. Un abrazo.
ResponderEliminarPues muchas gracias, Dario, por tu punto luminoso también.
ResponderEliminarAbracito.
También alguien dijo por ahi que el mar no sería el msimo sin aquella lágrima.
ResponderEliminarMartín:
ResponderEliminarPorque una "furtiva lágrima" siempre es digna de mojar la imaginación, sin tocarla ni mancharla...
Saludos.
Las remodelaciones con lágrimas o sin ellas siempre van. Es la ley de la vida, algo debe llegar a su final para que algo deba empezar.
ResponderEliminarAbrazos!!!
Aristos Veyrud:
ResponderEliminar¡Fantástico! Muy cierto, Aristos.
Tú aún no lo sabes. O quizás sí. Pero es que yo...a mi...¡me emocionan los comienzos!
Un abrazo.
La lágrima sin peso y la pequeña piedra con cierto peso, caerán al agua y se harán onda y…las ondas son infinitas hasta hacerse nada… las circunstancias en la vida son exactamente eso…nada.
ResponderEliminarPalabras profundas.
Saludos efusivos Marian.
Ceciely:
ResponderEliminarTambién se dice "como lágrimas en la lluvia"...se pierden en el tiempo...(no he querido usar el topicazo de la peli) las lágrimas son muy poéticas, sí.
Efusivos saludos, Ceciely.