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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

lunes, 10 de enero de 2011

Volver a las andadas


Con el nuevo año seguro de que todos hemos recapacitado sobre nosotros mismos, sobre que un año nuevo es un buen punto de partida para comenzar una vida nueva, para ser mejores; mejores personas en todos los sentidos. Todas esas cosas sobre las que solemos pensar y hacernos un propósito de enmienda por todas las actitudes de las que nos sentimos arrepentidos o insatisfechos, y más aún, esforzarnos para hacer una contrición con un propósito de arrepentimiento sincero.

En mi caso particular, cada año lo comienzo estrenando una libretita en la que voy apuntando todas aquellas cosas en las que tengo que mejorar. Pero...cuando llega el mes de Febrero, invariablemente, abandono esa libreta que se queda en blanco, salvo unas escasas páginas del comienzo. Ese es un hecho que se repite cada comienzo de año. Aunque este detalle sin importancia aparente, si lo contemplamos con objetividad puede darnos indicios sobre nosotros mismos, nos puede dar información de lo inconstantes que somos, y que nuestra forma de ser siempre termina saliendo a flote. El carácter, que dice mi abuela, que ella si que sí; que creo que me conoce mucho mejor que yo misma. Siempre que alguien se acerca y le dice: "tienes una nieta realmente encantadora", ella cabecea apretando los labios y después los abre para decir: "sí, es encantadora...pero sólo hasta que se la conoce". Así es mi abuela, mi mejor embajadora, ja,ja. Pero luego en privado nos reímos juntas, y orgullosa me dice: "eres igual que yo cuando tenía tu edad". ¿No es adorable mi abuela?. Ya veis que para adularme delante del prójimo no me sirve de mucho, pero ella, por su edad, y por lo que ha vivido, es un pozo de sabiduría. Yo la adoro. Y ya quisiera yo llegar a su edad con esa clarividencia, porque a mi, lo reconozco, a menudo se me va la olla, la pinza, que vamos, que me patina la azotea...y ninguna de éstas expresiones le sorprende a mi abuela; se las sabe todas, y a veces es ella la que me sorprende con un "hija, me estás rayando", y cuando se pone realmente estupenda imitándonos a nosotros los jóvenes, (los más jóvenes puntualiza ella, porque ella se considera joven también), y empieza a hablar y te caes de espaldas de la risa ¿para qué va a decir ella no me vuelvas loca pudiendo decir no me rayes, o no me vengas con chuminadas o chorradas (tonterías para los académicos)?.

Mi abuela sabe mucho y de casi todo. Pero lo que no sabe mi abuela es que yo sé venderme estupendamente sin su colaboración, o eso creo, pues muchas veces (y ya son demasiadas) me preguntan:  ¿Tú no tienes abuela, verdad?. Pero si tengo, y es una abuela de primera categoría, y este año que empieza quiero que la vida le siga dando la mano, para que no se vaya a otra parte...aunque mi abuela es de esas personas que vaya donde vaya siempre estará conmigo. Así que en la primera página de mi libreta he puesto: Cuidar un poquito más a mi abuela, porque mi abuela es un tesoro.

20 comentarios:

  1. Ese sí es un buen propósito, y no dejes que se te olvide en Febrero ;)

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  2. Lo tendré en cuenta, Pilar.
    gracias por leerme.
    un beso.

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  3. Siempre comenzamos el año...Terminándolo...
    Ah, esas abuelitas entrañables de nuestros primeros días y de hoy mismo...con el paso del tiempo los recuerdos de la infancia son los más -curiosamente- nítidos en nuestra memoria…Abrazos cálidos paseando por el camino, del brazo de la abuela

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  4. Estoy segura de que esa primera anotación que has hecho en tu libreta no la vas a abandonar en febrero...
    Sin lugar a dudas, tienes una abuela que merece la pena conocer y...cuidar mucho.

    Ánimo para los proyectos, a vencerle el pulso al febrero...;-)

    Besos, corazón.

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  5. Gozar de la compañia de nuestros mayores, es un tesoro.

    no lo desaproveches.

    Un abrazo.

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  6. Cometía el mismo atrevimiento que tu al apuntar esos propósitos, menos mal que dejé de comprar libretas donde apuntarlos y así en primavera leerlos abochornado por no haber hecho ninguno.
    De mis mayores solo tengo retazos para compartir, uno de los que mejor me acuerdo fue después de haber operado a mi abuela y cuando la acompañaba al practicante -que antiguo soy verdad???, ya no hay practicantes creo- había un viento terrible que para un crio de 4 años que debía pesar 15 kilos en canal y otros tantos de mi abuela parecería un tornado, pues tuvimos que refugiarnos porque se los llevaba el aire y mi abuela me decía, "que se nos lleva el aire chuli, que se nos lleva el aire".
    Perdona este ataque de nostalgia Marián, me parece estupendo tu propósito por cierto.
    Y como propueta mía este año va a ser, aprender a usar en condiciones mi cámara.
    Besotes.

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  7. Pues sí, parace ser todo un tesoro...La mía también lo es, aunque la tengo un poco lejos. Todas las abuelas son tesoros.

    Demonios, hay alguien que no se haga propósitos al empezar el año? Creo que hasta inconscientemente nos los hacemos, aunque no hagamos listas ni pensemos demasiado en ellos...besos

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  8. Bien hecho, yo no la tengo a mi lado, y la extraño, y me quedaron muchas cosas que por no considerarla no pude compartir con ella. Besos.

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  9. Por ese propósito sí que merece la pena esforzarse. Me encantó conocer un poco más sobre ti y tu abuela en esta entrada. Bonito homenaje el que le has rendido, Marián.

    Un beso. ¡Qué digo uno! Dos (otro para tu abuela).

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  10. Me hiciste saltar una lágrima!!! Muy bonito, cuídala, que dan ganas de conocerla

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  11. Pues que afortunada tu abuela, a nosotros ya nos limpiara el culo cualquier auxiliar anonimo del geriatrico.

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  12. Pues que afortunada tu abuela, a nosotros ya nos limpiara el culo cualquier auxiliar anonimo del geriatrico.

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  13. "Nunca pudo ser inteligente porque cada vez que estaba por aprender algo, llegaba la felicidad y la distraía, nunca usó agenda porque sólo hacía lo que amaba, y eso se lo recordaba el corazón. Se dedicó a vivir y no le quedaba tiempo para hacer otra cosa."


    Hola , me has recordado este pedasito de Facundo Cabral.

    Personal mente creo que lo bueno y lo malo es demasiado relativo, y que tal vez lo importante no es cambiar si somos " buenos o malos"
    si no saber y ser quienes realmente somos ,,,,.
    Para mi ese proposito no es tan solo una vez al año , es un proposito constante en mi vida , , saber y ser quien realmente soy.

    Felicidades por tan bella abuela un legado que se quedara en tu corazón.

    un saludo
    (con tu permiso te segire)

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  14. La experiencia es un futuro que no debemos perder.... Una abuela resume ese futuro de nosotros mismos....¿no?

    mi beso

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  15. Apunté en la libreta: “dejar de amar”; pero seguro que en febrero olvido todo lo apuntado :-)
    Adoro la foto.
    Un beso.

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  16. Por vez primera ingreso a tu blog y siento que no puedo seguir mi camino sin dejarte mi saludo y respeto por este bonito post que has colgado.
    Creo que más que tener una abuela, lo que tienes es una gran amiga que es mucho mejor.
    Sigue disfrutando de su presencia y a la vez sigue siendo el alimento de su espíritu porque de seguro tu también eres para ella un pedazo grande de su corazón.
    Saludos cariñosos y un respetuoso abrazo para ambas.

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  17. Kimbertrancanut:
    ¿Sabes qué, Kim? Creo que tú con mi abuela tendríais unas conversaciones muy chulas...jajaja. Esa mujer tiene encanto, sí señor.

    Un beso.


    Marisa:
    Sí, claro que merece la pena. Y créeme que si la llegaras a conocer te gustaría mucho...y de tal palo tal astilla, ya sabes, jajaja.
    La quiero mucho y pienso cuidarla, Marisa.
    Besos muchos.


    El Gaucho Santillán:
    Pues claro que es un tesoro. Gracias.
    Un abrazo.

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  18. Ángel Iván:
    Madre mía, que nostálgico te has puesto, y te has remontado, eh?...

    Ah¡ lo de la cámara, interesante ¿tienes un cuarto oscuro o es digital?
    Un besote.


    JasJ:
    Supongo que todas las abuelas son majas, por supuesto. Y lo de los propósitos, eso es como es, no desistamos.
    Un beso.


    Javier F. Noya:
    Todas las abuelas son adorables, la tuya esté donde esté seguro que piensa que le diste lo que pudiste darle. No creo que te pida más.
    Besos.

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  19. Kinezoe:
    Pues te digo lo mismo que a Marisa...a ella también creo que le encantaría conoceros...y cuenta con eso, con el beso de tu parte que le doy a ella.
    Un beso.


    Así habló Zarathustra:
    ¡Qué sentimental te has puesto¡...
    Mi abuela es adorable, si.
    Un beso.


    Dr. Mikel:
    Afortunadísima, si, sobre todo porque es autosuficiente, y vivirá aún muchos años. Y yo creo que ella lo tiene clarísimo, ¡es tan elegante¡...seguro que no va a dar el coñazo a nadie.

    Páselo bien, doctor.

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  20. Lauviah:
    ¡Qué hermoso eso de Facundo Cabral
    hacer caso al corazón, y saber quienes somos. Me ha gustado esa reflexión.
    Gracias por venir, y me encantaría que lo hicieras a menudo.
    Un saludo.


    El magnetista:
    Pues sí, la miro y pienso en eso, en mi futuro. La experiencia de mi abuela es para ella...siempre ha hecho lo que ha querido, es un alma libre, y me aconseja que yo haga eso: lo que yo quiera. Tengo derecho a equivocarme, porque esa será mi experiencia.
    Un beso.


    José María Alloza:
    No hay que dejar de amar, José María, es un sin vivir pero se pasa bien.
    Gracias, lo de la foto es Internet.
    Un beso.


    Juan Carlos:
    Muchas gracias por venir a decírmelo. Y es cierto, ella me adora también.
    Un saludo cariñoso, ven cuando lo desees.

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Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior. Goethe.