Arropada en la memoria de palabras que sobre mi ventana han florecido, desperté sedienta y con aromas de mañana embrujada con suspiros al alba...la letanía de su mar me susurra cercana en el azul misterioso de la inmensidad...si me hubiera atrevido me habría cubierto con su capa de palabras, hecha con guirnaldas doradas de narcisos y violetas, acariciándome con sólo sus palabras...las que destilan sus dedos sobre el teclado y llegan a mi boca, y que al pronunciarlas tocan el cielo y caen redimidas sobre mi piel, discreta y turbadoramente...
¿Por qué "si me hubiera atrevido"?
ResponderEliminarPueden más los yo toque que los si hubiese tocado.
Turbadoramente delicado pero me hubiese gustado que tu final fuese tuyo y no del dueño de los imposibles -uys que criticón estoy-
Un enorme beso Marián y feliz año nuevo.
Bello texto, me gustó, especialmente esa atmósfera de sueño que se mantiene aun habiendo despertado, una clave de ese deseo en potencia que dejó todo en un regusto potencial. Bah, me parece. Besos.
ResponderEliminarLas palabras tocan pieles y las pieles sienten verbos...
ResponderEliminar¿No te atreves? ¿ por qué?
mi beso
Magnetista...¿Por qué?...porque las sensaciones fuertes crean adicción...y sentir una necesidad es sentirse vulnerable...no sé, estoy confusa...
ResponderEliminarTe beso.
Ya veo... Pero eso me parece una mirada un poco Nietzscheana del amor... Cuando hay necesidad no hay libertad, estoy de acuerdo, pero en la necesidad hay una experiencia que sirve para la libertad...(a Hegel le hubiera gustado pensar que para ser libre hay que necesitar...no se yo)
ResponderEliminarmi beso
Muy bueno!
ResponderEliminarUn abrazo!
Ángel Iván:
ResponderEliminarNada es mio...escribí ese relato ajena a mi...¿enajenada? jajaja...
Pero sí,vivo las sensaciones, y me encanta.
Feliz año, Angel, un beso.
Javier F. Noya:
Esa atmósfera que nombras la conozco muy bien...hay sueños que se pueden controlar aún estando dormida...controlarlos para bien; para que duren lo que tengan que durar...
Un beso.
El magnetista:
Sí, a Hegel le hubiera gustado pensar que para ser libre hay que necesitar...y lo pensó, no te creas, él era así, muy interpretable...Y claro, tener lo que se necesita es lo ideal...no sé yo...
Te beso.
Jose Luis:
Muy bueno, sí. Gracias.
Un saludo.
Bellísimo!
ResponderEliminarMe gusta tu blog y lo que escribes, vendré seguido!
ResponderEliminarBesos, Marián y gracias por tu visita.
Las palabras arropan y desnudan, aportan luz y cubren de sombras, susurran al oído y gritan a la piel, hacen tocar el cielo y bajar al infierno, seducen a los labios y rasgan besos, descifran y turban, nos hacen cabalgar en sueños y naufragar en pesadillas, tiñen arcos iris y cubren mares en blanco y negro.
ResponderEliminarLas palabras son eso, solo palabras.
La combinación de las tuyas me ha parecido extraordinariamente sensual y evocadora.
Un beso Marián.
Así habló Zarathustra:
ResponderEliminarInteresante tu caverna...un blog para todos y para nadie. Te leeré con calma.
Gracias por tu visita.
Un saludo.
Adriana Alba:
Gracias a ti, que eres como una luz en el camino.
Besos.
Marisa: Si las palabras desnudan, y cubren de sombras, y gritan a la piel, y te hacen bajar a los infiernos, y rasgan besos, y descifran y turban, y nos hacen naufragar en pesadillas, y cubren mares en blanco y negro...Ahora dime, Marisa, dímelo tú...dime que las palabras son SÓLO palabras...porque las tuyas me han estremecido...
Un beso, Marisa.
Bohemias letras pictóricas y enlaces a la era del arte, con suave desnudo como ternuras en el jardín del... ¿nirvana?
ResponderEliminarAbrazos sensuales...hibernando...sin palabras
Atrévete, Marián. Mira que uno de estos días se acaba el mundo... ¿y luego qué?
ResponderEliminarBesos.
Kimbertrancanut:
ResponderEliminarMe gusta lo que me propones...abrazos sensuales...sin palabras, porque los abrazos hablan en el jardín de la ternura.
Un beso.
Asolada:
Oh¡¡...eso, el final. Pues yo ya tengo a punto mis teorías, y ¿sabes? pues que me transmuto en un personaje de ciencia-ficción y navego por esos mundos que también están en este...Tú ya sabes un poquito de eso, Asolada, eres una mujer con mucha "elektrecidad".
besos.
Ciertamente, las palabras parecen tener vida propia en determinadas ocasiones. Pero hay que saber hacerlo. Como tú, Marián; les insuflas vida.
ResponderEliminarBesos.
Kine, lo más maravilloso de todo es que con las palabras transmitimos algo de quienes somos. Dice Fernando Savater: "El lenguaje es el certificado de pertenencia de mi especie, el verdadero código genético de la humanidad".
ResponderEliminarY a ti, Kinezoe, que tanto te gusta el cine, las películas nos hablan con imágenes, pero también nos mandan mensajes sustanciosísimos. Hace unos días estuve viendo "Amistades peligrosas". A parte del vestuario y toda esa parafernalia, la película brilla por sus diálogos ¡soberbia¡...Y en "Entrevista con el vampiro" también nos lanza filosofía sobre la vida cuando dice uno de los protagonistas (Tom Cruise) "La maldad es sólo un punto de vista. Dios mata discriminadamente. Y nosotros somos sus semejantes". O esto otro que dicen en esa peli: "Usted refleja su corazón roto. Un vampiro con alma humana. Un inmortal con pasiones mortales. Lestat debió llorar cuando le hizo".
Bueno, Kine, que ya ves que hoy me estoy explayando...
Un beso y gracias por tus palabras.