Pongamos que la vida está llena de acontecimientos que no sabemos contar...
Pero también de todo lo cotidiano que no tiene ninguna importancia.
Aún así, una siente la necesidad de escribir sin medida. Contar las cosas sin importancia como si nos fuera la vida en ello. Y a veces me pregunto: ¿ por qué escribo estas nimiedades? ¿ para qué sirven todas esas cosas que he podido ver en cualquier parte, o que han permanecido almacenadas en mi cerebro y por alguna razón afloran ahora como en un sueño olvidado?
Ni tampoco veo que el pasado esté lleno de razones, porque no siempre el pasado tiene razón. Y lo que quizás esté por venir haya que pensar que esté lleno de razones. ¿Y el presente? ¿Por qué ha de tener razón el presente o por qué ha estado siempre equivocado el pasado?
A veces pienso también en esta osadía mía, presuntuosa tal vez, haciendo reflexiones sobre lo que escribo y que si lo que siento sirva para algo. Pero mientras pueda escribir algo, algo con el único consuelo de contármelo a mi misma...una y otras vez... esas cosas que siento...Y tengo alguna vez la sensación de escribir sólo y únicamente para romperlo, para arrojar mis letras al fuego sin ni siquiera leerlo. Pero ¡quién sabe! cuando las últimas páginas ennegrecidas crepiten, acaso nazca un hechizo y nazcan nuevamente mis ganas de escribir para contarlo...y contar mis sensaciones más íntimas...y quien sabe si para la complacencia de todo aquél que lo leyera....
Hasta la vista.
Siempre te leo aunque no deje huella
ResponderEliminarme gustas como escribes
en mi caso no escribo más para no quedarme desnuda .- del todo-
un besito y un placer
escribes, probablemente , por necesidad. Nace de dentro y no puede reprimirse.
ResponderEliminarEl pasado y el presente tiene sus razones, y a cada uno su razón. No es cierto o erróneo, simplemente existe y su interpretación es propia.
El uso de la escritura es en primer lugar propio ( satisfacción o insatisfacción ) y después la fascinación o indiferencia que genere es un efecto colateral, maravilloso.
Sigo leyéndote, con devoción. Si vas a Roma, acaricia sus gatos
Un beso
Mientras haya ganas de hacer algo se hará, y si hay ganas de escribir y de decir algo se escribirá. Todo funciona por lo que estemos dispuestos a hacer.
ResponderEliminarPor cierto, tu blog tiene una molesta publicidad al pinchar para comentar. Al menos me ha salido dos veces.
Pásalo bien y disfruta. Besos dulces Marián.
Bueno, cada cuál tiene sus razones para escribir y vaciarse un poco o un mucho... y quién sabe si al quemar los pensamientos en tinta no se hace un conjuro.
ResponderEliminarMil besitos preciosa y nos vemos a la vuelta.
Por aquí leyendo, siempre es agradable. Un saludo.
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