Se dice, como ya está escrito, que nuestra persona en persona, no es más que una máscara teatral (persona viene de la palabra griega "prosopón" que significa máscara). Y aunque los teatros griegos tenían una acústica magnífica, los actores, para que su voz sonara con más fuerza, se ponían una máscara, que realzaba y modulaba la voz. A dicha máscara la llamaban "pros opón" (de pro "delante de" y opon, la cara, lo cual a través del etrusco "phersu" del latín persona).
Y mucho más tarde, Nietzsche escribiría unos "Ditirambos de Dioniso". Pero sobre todo. en su ensayo sobre "El nacimiento de la tragedia" (1872), analizaría la duplicidad de lo "apolíneo y lo dionisiaco" y comprobaría cómo "el desarrollo del arte está ligado a su duplicidad".
Cada persona deberá elegir, pues, entre lo apolíneo (vinculado con Apolo el dios griego de la razón) y lo dionisiaco, en donde el culto orgiástico a Dioniso, el dios del vino y la sexualidad, le arrebatará en medio de una bacanal de bacantes y sátiros, hasta un catártico frenesí del que podremos quedar francamen "entusiasmados".
Yo elijo...ora la razón, ora el vino y la sexualidad.
Y...
Aquí me tenéis, feliz y contenta, con nuevas expectativas ante los últimos acontecimientos...
No excluyamos nada, cada cosa tiene su tiempo. Saltos y brincos
ResponderEliminarTodo según el momento. Saltos y brincos
EliminarDe todo un poco...al final ahi esta el equilibrio...un beso!
ResponderEliminarTal cual es como tú lo has dicho. Un beso.
EliminarQueramos o no todos tenemos una máscara: Nuestro propio rostro, que oculta y ofrece información a partes iguales. Como bien dices para cada momento tiene su expresión.
ResponderEliminarMe alegra que estés feliz y contenta aunque no se si me he perdido algo y desconozco el motivo ;-P
Las máscara ademas son necesarias...a veces hay que esforzarse en sonreír para que todo siga su curso...
EliminarSí, hay momentos felices aunque no se sabe muy bien por qué...o quizás sí.
Un beso.
Eso es la vida, momentos, matices, sentimientos, estados de ánimo. nada debe despreciarse porque cada cosa forma un todo.
ResponderEliminarSaludos desde Tenerife, ha sido un placer encontrarte.
Muchas gracias, Gloria, me alegro que te guste lo que ves. Gracias por venir y comentar.
EliminarDe todo un poco, esa es la medida.
ResponderEliminarLos contrastes, claro.
EliminarMenuda cara se me ha quedado !!!!
ResponderEliminarDionisio....que te contarás?
Jajajaja Tu sorpresa me sorprende.
EliminarEso es genial, preciosa, encontrar un equilibrio entre ambas fuerzas ha de ser un gran hallazgo.
ResponderEliminarUn beso y suerte con esas "novedades".
Los buenos momentos se disfrutan más después de algún contratiempo...
Eliminar¿novedades? quien las pillara sin esas comillas...
Un beso.
Cada placer en su sitio... UN abrazo.
ResponderEliminarSí, sí, así es. Un abrazo.
EliminarComo nada es excluyente, como tu, me quedo con todo.
ResponderEliminarBuen post. Un beso
Gracias, Alba, por tu comentario.
EliminarUn beso.
Me ha gustado esa dicotomía apolíneos-dionisíacos. Borges decía que el mundo está dividido en platónicos y aristotélicos, yo creo que entre pesimistas y optimistas.
ResponderEliminarSaludos de un optimista irrecuperable.
Borgo.
Pues es lo mejor que se puede hacer...ser optimista o platónico...al final todo es según por donde lo mires.
EliminarUn beso.
También en la elección de la máscara nos desnudamos.
ResponderEliminarUn beso
Ya lo creo que sí, Pilar, en todo lo que quieras ocultar te retratas.
EliminarUn beso.
La vida está hecha de momentos, cada uno dicta al otro. Es una cadena. Me ha gustado mucho tu reflexión, Marián.
ResponderEliminarMil besitos de fin de semana.
Así es, es como un sierra de picos y bajadas...
EliminarAsí es como se puede saber y disfrutar de lo bueno cuando fue.
Besitos y buenfin también te deseo yo.
Interesante etimologia. Las máscaras no solo son lo que oculta, también son lo que nos define, lo que elegimos ser y parecer, todas las elecciones, los aprendizajes como camino a lo deseado, a los buscado.
ResponderEliminarQue curioso que lo dionisiaco del teatro haya empezado con la exclusión de los mujeres para actuar.
Así hablaba nuestro querido y gran poeta Antonio Machado sobre las máscaras; que mejor ponértelas tú a que te las pongan.
EliminarCurioso, ¿eh? También en la época de Shakespeare, todo el teatro lo hacía ellos...eran muy amigos del disfraz y el travestismo.
Salve a Dionisio
ResponderEliminarSalve, que trasgredir nos salva de la monotonía.
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