La masa que aplaude… quemeimportismo.
Algunos van ya por curiosidad, dicen, para ver que es lo que se cuece allí. Para luego poder criticar con más conocimiento de causa.
Pero allí con toda esa masa caliente, aplaudiendo a regañadientes… a ese líder que vuelve después de los años para traer más escaños. (líder, según él mismo, por supuesto), que ya ha perdido prestancia y que le queda poca sustancia. Y en el ambiente se mastica la endogamia; alcaldesas, alcaldeses, consortes, consortas, parientes y parientas, primos y primas.. sobrinos, sobrinas y demás allegados… se van creando peligrosos comentarios, aunque sean sobres..seidos.. Y él, el votante de toda la vida, que divisa el panorama desde la última fila… ahora al verse allí piensa que sólo está ahí como un atrezzo pensante, algo fuera de lo normal, resulta que esa inercia le arrastra… y su preciosa atención se derrama una vez más por el doble desagüe de la identidad y el descontrol. Y ve a toda esa gente con sus canapés y su lata de refresco; a toda esa masa que ahora le parece una caterva distraída y ausente, una paranoia colectiva dentro de su fantasía. Y ve salir a algunos precipitadamente con síntomas de diarrea (comentan por lo bajini que puede tratarse de una epidemia de “Podemitis”… piensa, ahora lo piensa, que no vale la pena tanto descontrol porque él no es la casta; aunque en honor a la verdad pueda sentirse un cooperador necesario de esa casta. Y se pregunta qué es lo que está haciendo allí, en medio de toda esa farsa…
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Hoy se siente un descreído, ha sido absorbido, una vez más, por esa masa incandescente. Ha querido interpretar un papel y no has sabido meterte en él. Se ve fuera de contexto… y hasta podría decirse que se ha visto al borde del ridículo contemplándose a sí mismo como basura plausible…
Porque sea lo que sea lo que pensamos que estamos haciendo, siempre hacemos otra cosa a la vez. No sólo no podemos saber nunca al completo todas las razones por las que hacemos algo, sino porque nunca podemos estar seguros del significado completo de lo que hacemos.
Ni tampoco sabemos todas las consecuencias de lo que hacemos. Ni siquiera podemos estar absolutamente seguros de la historia que estamos contando.
¿Tú crees de verdad que habrá muchos de sus votantes que se cuestionen algo?
ResponderEliminarPues no sé, Tracy, yo veo de vez en cuando, por curiosidad esa tv de los curas, que sólo dicen alguna verdad cuando se equivocan, y no parece que estén informados de nada. Ahora, cuestionar lo cuestionan todo.
EliminarQue devuelvan el dinero de los sobres ya!!!!!
ResponderEliminarEse dinero es nuestro.
Y se lo han quedado.
Si eso no merece cárcel...
Y el que repartía lo sobres, porque por lo visto manejaba dinero a manos llenas...acaba de decir que es una vergüenza lo de la corrupción...
EliminarNo podemos contar la historia, pero ¿es imprescindible seguir ahondado el abismo en el que nos han/hemos sumido?
ResponderEliminarUn beso
La historia da para mucho, pero algo parece que va a cambiar...
EliminarUn beso.
Podemos saber consecuencias en diferido, como ciertos despidos, que son la parte contratante de la primera pparte, con doble p, un estilo que podemos... no sé, pero debemos dejar atrás, por higiene mental.
ResponderEliminarUn beso.
A ver si por esta vez se implanta una democracia de verdad. Necesitamos un poco de cordura.
EliminarUn beso.
Llegan otras opciones
ResponderEliminarA ver, a ver...
EliminarEs triste dejarse llevar por la inercia y la comodidad...
ResponderEliminarApena que no hagamos nada por cambiar la realidad que tenemos ahora, ya que es una pesadilla.
Un beso.
Tenemos que despertar, porque sin darnos cuenta poco a poco te vas acostumbrando a lo malo; te domestican, te dicen que es necesario que lo pasemos mal mientras que ellos se están enriqueciendo de una manera vergonzante, la verdad es que no sé cómo pueden conciliar el sueño.
EliminarUn beso.