A veces por inercia, o por vagancia, o por no querer pararse a pensar, tiramos de clichés y nos quedamos tan anchos. Por ejemplo, se dice que para llegar a hacer algo con talento, algo prodigioso o con arte hay que estar algo zumbado. Decía Almudena Grandes que siempre que habla de estas cuestiones con su marido -el gran poeta Luis García Montero- sobre la poesía, el poeta le comenta que… el primer verso lo da Dios, la inspiración viene del cielo, el carisma, o como queramos llamarlo. Al margen de la cordura o sensatez que posea el artista, el talento se encuentra sin buscarlo. Con tan sólo una palabra de inicio ya se puede escribir una tesis, o quizás… dejar un poema para la historia.
Pero todo eso a mi modo de ver es una opinión, y es cuestionable, faltaría mas. Incluso aunque te caiga del cielo alguna palabra de las que nos hubieran impresionado más. Se dice también que la locura es un ingrediente esencial para hacer arte. Un punto, una chispa de locura se suele decir. Y su competencia llega a bastantes ámbitos .Hay por supuesto artista de la palabra como ya es sabido, que han pronunciado o escrito palabras cuya profundidad se disimula por la costumbre y que no nos producen, a priori, ese vértigo de haber captado la gracia original. Tenemos mil ejemplos de pintores, de músicos, escultores… Pero quizás ese rayo de locura sea como la sal; una pizca es suficiente; un exceso estropea la obra. Porque un Bernini seguro que ha utilizado, además de su talento, su ingenio para saber gestionar sus razonamientos lógicos. O el genial Mozart, para acompasar de manera armónica todo lo que le llegaba de su loca cabeza. Así el que escribe, por muy grandes aires de dignidad evangélica de la que confíe, es saber separar el buen grano de la paja… Eso creo.
Tejiendo palabras…
Hay artistas que se asoman a un precipicio para buscarlas, en el mar de las drogas, en el aire del alcohol… y hasta pueden descubrir esa palabra a sus pies… como una flor al borde del abismo. Es un espectáculo ver como acarician algunos las palabras, y cómo las toman, las poseen, cómo las saborean, cómo paladean ese sabor especial a veces sutil, a veces demasiado fuerte… que las realzan, que las repiten, que las gritan, que las cantan… que las utilizan como tema para mil variaciones, opacas o deslumbrantes. Improvisadas a veces con una riqueza que asombra a la imaginación, y turba los esfuerzos de la memoria para retenerlas. Y todas esas cualidades que se tienen que dar en la escritura, como el encanto, la elocuencia, el ingenio para realizar ideas… buscando a las Musas, llamándolas para que busquen ellas una fórmula nueva por decirlo de alguna manera, hechas de majestuosa gracia y de inflamable ingenio.
También lo creo.
Efevtivamente, podría tratarse de una fórmula complicadísima, poblada de miles de factores y aderezos, pero hay algunos "indescartables", como lo innato del don, aquel toquecillo de falta de perfecta lucidez, musas/s y por qué no? el contribuir de ciertas formas al desesquilibrio que trae consigo una vida por llamarla de algún modo.. "bohemia".... Lo veo como cuatro, no que aseguran éxito, pero sí que se han visto presentes en muchos exitosos... O eso me parece a mí? ;)
ResponderEliminarUna vez más, encantada de leerte tan deliciosa reflexión :)
Buen día!
P.s: TREMENDA IMAGEN.
Yo también pienso que aún habiendo fórmulas, no hay fórmula. Se suele decir que no se puede aprender a ser escritor, o mejor dicho que eso no se puede enseñar. Lo mejor de todo es que cada uno tiene que buscar su estilo. Hay quien necesita unas pocas palabras grandilocuentes, como los poetas, y hay quien necesita una explicación larga y sencilla, o concisa y breve, porque al fin y al cabo todo es literatura.
EliminarGracias a ti, Nicky, por leerme y comentar. Un beso.
La foto, sí, tiene su arte.
---" y hasta pueden descubrir esa palabra a sus pies… como una flor al borde del abismo. Es un espectáculo ver como acarician algunos las palabras, y cómo las toman, las poseen, cómo las saborean, cómo paladean ese sabor especial a veces sutil..."
ResponderEliminarEse fragmento me lleva a la barandilla de mis propios ojos.
Un abrazo
"Ese fragmento me lleva a la barandilla de mis propios ojos"
EliminarEsa frase tuya me ha encantado.
Un abrazo
Dicen que de la locura al genio hay muy poco, en realidad, de la locura a la cordura a veces, hay una linea muy fina que algunos pasan y se atreven, otros viven permanentemente en esta especie de acantilado tentador y hermoso...
ResponderEliminarBesos, Marián
Y partiendo de esa premisa, de que no sabemos a ciencia cierta qué es locura.
EliminarA veces la inspiración se palpa...y otras veces brilla por su ausencia.
Besos, María.
Digamos que todos los caminos son válidos para que un artista alcance un estado comunicativo con el receptor, justo y personal. Yo prefiero esa idea, no iluminada por nadie que no posee existencia, fugaz, ese instante deseado, ese punto de inflexión entre lo fantástico y lo real, lo soñado y lo deseado, antes que transformar mi propia percepción con aspectos que no poseen mi propia realidad. Es una de las muchas posibles opiniones que existen acerca de esa tan manida palabra llamada inspiración.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida Marián.
¡Esa inspiración, Antonio! etérea a veces y otras tan pragmática. Picasso al trabajo lo llamaba inspiración...Pero claro, siempre tiene que haber algo más que la estimule, en el caso del genio era tener alguna mujer a su alcance.
EliminarUn beso, querido amigo.
Hay quienes el talento es una condición natural. Y hay quienes que tienen que compensar esa falta de talento natural, con talento buscado, con fuerza de voluntad.
ResponderEliminarLos griegos clásicos sostenían que el artista era sólo un mensajero de las musas. Claro que tenían mensajeros excepcionales, como Euripides, Sofocles...
Y tal vez haya que diferenciar de la locura poetica de la locura real, que es perniciosa.
Ahora están de moda, una moda interesante, las neuorociencias. Y uno de los temas es la inspiración. Parece ser que la creatividad se da en un momento de descanso, después de haberse dedicado a la búsqueda de la creatividad, con esfuerzo.
Es verdad, algunos lo han definido así, como eso que tú dices sobre la creatividad; "se da en momentos de descanso después de haberse dedicado a la búsqueda de la creatividad, con esfuerzo". Y me encanta que retrocedas a los griegos clásicos, porque es así, siempre estamos haciendo cábalas sobre lo mismo.
EliminarEl que se sale de la línea puede ser tachado de genio o loco, lo peligroso es quien lo tilde de tal o cual; se puede dar ambos casos y pongo por ejemplo al poeta Leopoldo María Panero; me da más miedo al que "etiqueta" que al etiquetado y se me viene a la mente algunas de las cosas que vi en el MOMA hace unos años.
ResponderEliminarQuizás el error está en la denominación del termino "locura".
Un besote y buen puente.
Yo creo que el poeta siempre tiene ese punto de locura. En el caso de Panero quizás sea el no poder gestionar tanta creatividad y lanzarla algo desordenada. La genialidad se asoma y brota, incluso lanzándola en caída libre por la ventana. MOMA, te presentaría a alguno de mis amigos para que les oyeras hablar sobre ese tema...y es que el oportunismo se cuela por todas partes y creo que puede ser la impostura de alguien sin talento que ni siquiera sabe fingir locura.
EliminarUn beso, Ángel.
Como decía Picasso, que la inspiración te pille trabajando.
ResponderEliminarBesos.
Eso decía...y cuando te da un golpecito en el hombro hay que estar bien atentos para ver qué nos cuenta...
EliminarBesos.
Hola Marián, ¡menudo brete!, la delgada linea que separa la locura de la cordura o la genialidad de la estupidez nos obligaría a intentar definir unos términos para los que seguramente no exista ningún consenso, el receptor tendrá siempre el poder. Hace mucho tiempo que intento separar obra de autor, que creo percibir una calidad objetiva e indiscutible independientemente de las circunstancias personales del creador, de su equilibrio mental o emocional, de la ingesta de sustancias o de sus coqueteos con el abismo. Se puede amar una obra y despreciar o desconocer las circunstancias del autor. Las dimensiones de muchas creaciones sobrepasan con creces a las personas. Como si fuera cierto que son meros instrumentos de las musas.
ResponderEliminarEn fin...
Besos.
Carlos.
Lo que cometas es bien interesante, porque el escritor ante todo es un creador de de arte (en el caso de que lo sea; escritor y bueno) Hay personas que están dotadas para escribir y lo hacen como si fuera un oficio. Y a algunos les sale de maravilla. Saben plasmar lo que ven como buenos notarios de la vida. Saben meterse dentro de los personajes, que no tienen por qué tener la personalidad del escritor, Se suele confundir esto y hay lectores que odian al escritor por los personajes.
EliminarY de lo que hablas de que sean buenas o malas personas, no tiene nada que ver con su obra, que puede ser de una calidad extraordinaria y ellos tener muy poco de extraordinarios, o ser unos incapacitados para vivir su propia vida. Y de todos modos, como también dices, todo depende de cómo se interprete su obra. Además de que cada uno tiene su público. Por ejemplo yo, nunca leo libros de autoayuda.
Besos, Carlos.
uno: rechazo convertirme en lo que a día de hoy se llama "normal"
ResponderEliminardos: los etiquetadores llaman loco a todo el que se atreve a lo que ellos no.
tres: talento se tiene o no; todo lo demás es insensatez.
cuatro: otra cosa es el uso que hagas de lo que tienes.
Punto uno: me parece estupendo que no quieras ser, por imperativo, "normal"
EliminarPunto dos: a mi los etiquetadores me dan alergia.
Punto tres: el talento es relativo, que muchas personas crean que lo tienes eso no quiere decir mucho.
Punto cuatro: lo mejor de todo es saber sacar partido de lo que tienes.