Más de una vez me pusieron mirando a la pared… y yo ante tal humillación lloraba de rabia.. y parecía como si a Sor Amalia eso la encantara. No nos dejaban hablar entre nosotras, y como yo tenía la manía de hacer constantemente preguntas… aunque las hiciera al aire, la monja siempre estaba al acecho para pillarme. Por último me puso al final del todo, en un pupitre a mi sola, sin la compañía de ninguna niña…
Casi todo el tiempo estaba distraída, miraba a la ventana, en los días grises me gustaba contemplar cómo resbalaba la lluvia por los cristales…“mierda de monja”, pensé, pero lo debí decir en voz alta porque Sor Amalia se levantó de la mesa, vino hacia mi blandiendo una regla con la que se daba golpecitos en su mano izquierda. Yo al ver el castigo que se me venía encima apreté los puños con todas mis fuerzas y empecé a llorar a mares…
Un día cuando terminó la clase, me dijo que esperara un poco hasta que ella volviera…¡no volvió y me dejó encerrada! Mi abuela harta ya de esperar y preocupada fue a hablar con Sor Amalia y, simplemente la monja se disculpó diciendo que se le había ido el santo al cielo… Mi abuela por supuesto que quiso armar una buena; “remover Roma con Santiago“… Pero con la iglesia habíamos topado. Así que ya no volvimos más a ese colegio.
Esto es sólo un botón de muestra de lo que me pasó a mi y a otras niñas, porque Sor Amalia tenía un puntito de sadismo y utilizaba a las niñas…
Yo tenía una amiga, Marta, que era más amiga que las demás (todas las niñas teníamos una amiga del alma) y los atardeceres de verano tumbadas en la playa nos dedicábamos a pronunciar palabras; aquellas que las monjas no nos dejaban decir:
--¿Y pene? ¿qué es pene?
--Pues creo que es falo
--Ah, sí, falo, que es eso que algunas estatuas antiguas tiene como un palo muy grande
--Que no, tonta, que es por donde mean los hombres..
--Ah, vale, ya sé, es eso que el jardinero del cole llama chorra.
--Carajo… ajajá..
--Cipote.
--Cola.
--Minga.
--Nabo.
--Órgano.
--Paquete.
--Picha.
--Pijo.
--Pilila.
--Pinga.
--Pito.
--Polla.
--Rabo.
--Verga.
--¡Shh!…Marta ¡Qué estamos en pecado mortal!
--¿Sí? Pues que se jodan las monjas.
Vaya, no es el primer caso que leo sobre el sadismo religioso!! No voy a hablar aquí sobre lo que opino de la iglesia, pero creo que si esta gente se casara, todos saldríamos ganando.
ResponderEliminarJejejeeje, me ha encantado esa lista de palabras prohibidas, y ese momento de amigas confidentes.
Un besazo, Marián.
Eso creo yo también, que son personas que en algunos aspectos conocen poco de la vida, no están capacitadas para distinguir el bien del mal. Pero ya sabes, su lema es inculcar miedo.
EliminarUn beso.
Me has hecho volver atrás por el túnel del tiempo.
ResponderEliminarAfortunadamente van cambiando pero no creas que tanto.
EliminarBuf, en mi época ya no las dejaban castigarnos así... pero seguían igual de remilgadas.
ResponderEliminarUn beso
Pues te aseguro que algunas monjas siguen igual que hace 20 años. Tengo primas pequeñas y tendrías que oírlas.
EliminarUn beso.
Seguramente es difícil que una mujer que renuncia a sentirse mujer pueda educar. Ni a chicos ni a chicas.
ResponderEliminarUn cordial saludo
Y tendrán que estar venciendo constantemente las tentaciones del diablo...y con esas vestimentas...jajaja. Cordial saludo.
EliminarAsí da gusto leer
ResponderEliminarCon profundidad y ligera de equipaje
Noel, ya, si te entiendo.
EliminarJajajaja! Te pega tanto Marián... ;)
ResponderEliminarLo que no sabes es que a mí me pasó tres/cuartos de lo mismo. A los 6 años un cura me partió un palo en la cabeza (había comenzado a "repartir" y se ve que mi cabeza era mucho más dura que las demás ;) ). A los 11 me declaré ateo junto con uno de mis mejores amigos (los colegios religiosos marcan mucho y a veces para mal; pero en este caso fue para bien: tanta incoherencia puesta al descubierto tan pronto me hizo no perder el tiempo en tonterías...). Pero años después, curiosamente, fue un profesor ateo y misógino -que siempre se pintaba involuntariamente la nariz con tiza- el que me hizo adorar a Santa Teresa. ¡Como lo oyes! jajaja. Y más tarde tuve una conversación absurda, en la universidad, con un catedrático de literatura que creía saber mucho de la poesía de San Juan y el pobre no tenía ni idea de por dónde iban los tiros. También era ateo el hombre, y discípulo de un famosísimo poeta... pero creo que tenía un buen coladero en su inteligencia y demasiados prejuicios como para ver más allá de las palabras (¡qué chulito y prepotente me ha "quedao"! Me lo tengo que mirar jajaja).
¿Y sabes una cosa que pienso? Mientras sea un concepto eso que algunos llaman dios ¡¡¡aniquílalo!!! Que le corten la cabeza y que quien pronuncie semejante palabra se lave la boca con agua y jabón, ¡especialmente si es un cura!
Polla, coño, carajo... son nombres mucho más estupendos y menos engañosos para la misma realidad. Dicen que dios está en todas partes, ¿no? ;)
¿También en un beso? Muaaaaa! jaja
Pd. Me hubieras "escandalizado" más (¡¡¡hubiera sido estupendo!!!) si hubieras dicho que de pequeña rezabas todas las noches y querías ser monja. Lo realmente intrigante hubiera sido seguir el proceso por el que una niñita "religiosa" se había transformado en una mujer como tú... ;) Mm, ¡qué interesante historia para una chica de historias "retorcidas" como tú! jajaja.
(Manda webs que hayas deshabilitado lo de los comentarios anónimos, malvada :P )
Jajajaja...qué gracioso has estado en éste comentario, y la verdad es que te creo en todo lo que dices, los religiosos, monjas y curas, fabrican más ateos que otras instituciones. Lo que te pasó a ti eso si que es "filosofar a martillazos" jajaja.
EliminarY bueno, sí, todos esos nombres dedicados a vuestro miembro viril...es que quería haceros un homenaje... ¿Soy mala? te lo digo por lo que dices de los comentarios...que antes ya sabes cómo se ponía esto.
Beso enorme, muchacho.
¿No te gustaría que sor Amalia te leyera? Seguro que aprendía muchas cosas ;-)
ResponderEliminarNo creo que lo lea, ya sabes, ellas están en otro mundo; sus rezos y eso ¿o no?
EliminarAl final la monja fue la responsable de vuestro amplio vocabulario. Al menos eso se lo podríais agradecer.
ResponderEliminarBesos.
Pues claro, tanto misterio, y al final tienes que ir a buscar qué hay detrás de todo eso...
EliminarBesos.
Lo que sé por mi padre, es que inculcan el miedo y la culpa de una forma admirable. Un abrazo.
ResponderEliminarPero bueno, luego existe el perdón, te confiesas...la astucia del control...
EliminarUn beso.
Estudié 11 años en colegio únicamente de mujeres y conducido por monjas. Estudié 6 años más en la única universidad de mujeres de mi país (la carrera que deseaba estudiar no la brindaban en ninguna otra universidad), dirigida por monjas también.
ResponderEliminarNo sé... creo que ya dije todo lo que tenía que decir al respecto xDDDDDDDDDDDDD!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Me encanta tu espacio. Me quedo por aquí :)
Saludos pecaminosísimos xD!
La verdad que no es fácil llegar a conocerse uno mismo...pero es un camino que hay que transitar...he estado dando un paseo por tu blog y me parece muy interesante. Voy a leerlo más-
EliminarBienvenida y gracias.
Has dado en el clavo, el de acero, me gusta tu reflexión. Es un asunto del que llevo pasando un par de siglos, el anterior y éste, y no he resuelto el problema, siempre hay alguien que está con ellos. Horror.
ResponderEliminarPues sí, creo que es algo que está muy establecido en la conciencia de muchas personas, es su forma de ser y es difícil que cambien ya.
EliminarPues no lo sé.
ResponderEliminarNunca me han dado clase.
Un beso.
amapola azzul
Por lo tanto no puedo opinar.
ResponderEliminarPero habrá oído muchas historias ¿a que sí?
EliminarBesos.
Hola Marián, recuerdo mis primeros días en el colegio, como antes de empezar la clase rezábamos el "ave María" y cantábamos el "cara al sol". Mi colegio era público y esos "mantras" duraron muy poco afortunadamente. Eso fue lo más cerca que anduve de una escuela católica. En mi pueblo había y hay cuatro colegios privados religiosos, dos de chicos y dos de chicas. Las familias que buscaban algo de distinción para sus hijos y que querían que escapasen de la mediocridad de la enseñanza pública en una zona eminentemente emigrante y obrera, los llevaban a estas escuelas. Y vaya si conseguían distinguirse, los más tontos e inocentes salíamos de los "colegios nacionales". Con los métodos "especiales" de enseñanza, con la crueldad y el sadismo que se empleaban curas y monjas (conozco de memoria los nombres y las "hazañas" de todos ellos gracias a los relatos de mis coetáneos), espabilaban a la velocidad del rayo y huían de la religión como de la peste. En fin, ya se sabe que nos movemos siempre de un extremo a otro.
ResponderEliminar¡Qué recuerdos por Dios!.
Un beso.
Cuando yo nací ya habían pasado algunos años del 23-F, pero los cambios nunca se producen de un día para otro. En mi familia, en la casa de mis padres, cuando yo era pequeña se hablaba mucho de política, y como te puedes figurar en familias de muchos miembros hay puntos de vista de muchos colores, y te diré que esa herencia de comportamientos franquistas creo que hasta el día de hoy en muchos ámbitos flota en el ambiente. Las instituciones religiosas apenas han evolucionado. Las monjas ahora presumen de modernidad, pero sólo es en teoría, salvo raras excepciones, no se quitan de encima su doble moral.
EliminarUn beso.
¿Quien habrá inventado la educación religiosa?
ResponderEliminarEsa gente. Como se obsesiona con aquello que prohíbe, estigmatiza, o viceversa.
Eran buenas herramientas de control en aquellas épocas del dictador...la iglesia siempre ha estado al amparo del poder totalitario.
EliminarEs curioso pero las palabras consideradas "malsonantes" son las que tienen más sinónimos. En México -donde viví un año y medio- me hacía gracia lo de "santigüarse" que era sinónimo de "orgasmo".
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Pues mira, todos esos adjetivos calificativos los he sacado del Diccionario de María Moliner, y es que precisamente todo aquello que suena a prohibido está más en lo popular de la gente.
Eliminar"santiguarse" ¡qué gracioso! seguro que tiene sentido; reírse de lo prohibido de las religiones...y además es como estar en estado de gracia, eso si ;).
Un beso, Miquel.
Seres atrapados en un mundo asexuado, responsables de criar a una niñas. ¿hubo alguna posibilidad de que fuese para que fueran mujeres capaces y libres?
ResponderEliminarDificil, sádicas abusadoras aparte.
Y es que siempre hablan de lo que no saben...ellas y los curas hablan del matrimonio como con conocimiento de causa y no tiene ni idea.
EliminarLes gusta castigar... por eso se meten ahí, o vete tú a saber...
Un beso.
me quedo con polla.
ResponderEliminarlo de "tu" monja es sadismo puro, lo gracioso es que luego ni se confiesan de eso, se creen con derecho. Critican todo lo que no les gusta pero no se auto censuran. Si eso es ser santo, elijo ser pecador.
... bueno, también lo elijo porque es mucho mas divertido.
Yo también me quedo con polla...a veces la pronuncio bajito, entre labios, con la boca pequeña y otras veces casi gritando, a lo bestia ;) y a mi también estar en pecado me mola un montón.
EliminarGracias por venir, leer y comentar.
Está claro que lo prohibido se vuelve tentador... ;)
ResponderEliminarBesos.
Pues sí, Kine...;)
ResponderEliminarTal cual como está escrito ¿no?
Besos.
Querida Marián, jamás han estado preparadas para la educación ni para la enseñanza. Con el paso del tiempo,, la enseñanza, que siempre era memorística, se fue mejorando muy levemente porque ellas mismas comprendieron que debían estudiar para enseñar. La educación no ha evolucionado en absoluto y sus máximas: represión, ignorancia de una realidad normal en la calle, descarga de su propia frustración en los demás y un fundamentalismo retrógrado, han constreñido mentes maravillosas e inocentes infectándolas con el repudio al saber, siempre entorpecido e incluso castigado. Es una satisfacción haber podido superar esta etapa tan malvada: podrás soportar adversidades con facilidad y te sentirás feliz y segura siempre.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida Marián.