Hay días en que parece que estalla la vida.
Al despertar, sin saber cómo ni por qué sentimos una súbita alegría. O como lo diría un escritor, un alborozo impetuoso… un despertar que trae consigo una excitación inexplicable. Como si algo dentro de nosotros hubiera florecido de pronto… ¡y todo parece tan sencillo!
…y me siento llena de luz, estoy como iluminada; es una luz que se extiende por toda la habitación… tocando con mis manos un alivio para todos mis males.
Y sin embargo….a la mañana siguiente…
otra realidad con su cínica sonrisa nos golpea.. Cuando creíamos que nos levantaríamos silbando de alegría… impacientes por experimentar el mismo momento de entusiasmo… de pronto nos encontramos decepcionados. El pasaje gozoso anterior a muerto. Nada queda excepto una concha vacía, y seremos incapaces, hagamos lo que hagamos, de recordar qué es lo que nos hizo alcanzar aquel estado. Y entonces veremos, con más claridad real, que nada se puede hacer. Sucede, y ya está.
La vida está más allá de nuestro control, y eso no nos gusta demasiado. La vida puede dejarnos tirados en cualquier momento, y eso no nos gusta nada. Así que muchas de nuestras estructuras de pensamientos, palabras e historias están diseñadas para disfrazarla, esa es la más incómoda de nuestras realidades. En rigor nunca podemos fabricar vida. Dejamos que la vida pase a través de nosotros y en cualquier caso cuando nos sentimos llenos de vida, es ella la que manda, es su gracia Y nosotros su herramienta. La vanidad podrá engañarnos para que creamos otra cosa, pero nunca fabricamos vida. No existe el estado de vida. No existe el estado de gracia. Sólo podemos esperar algunos momentos en que la vida nos complazca, y ni siquiera entonces sirve un esfuerzo de la voluntad.
La vida sigue y pasa ante nosotros, a veces nos mira de soslayo, e incluso nos hace un guiño; nos engaña haciéndonos creer que somos los dueños de nuestro destino… pero todo son espejismos como el que desea agua en el desierto.
Radicalmente en desacuerdo, tu vida es una creación de tu cerebro y tus creencias. Racionales e irracionales. Protégete de estas últimas.
ResponderEliminarClaro que sí, porque yo no te hablo de la existencia sino de la esencia; lo que percibo y va configurando mi estado de ánimo. Mi cerebro percibe e interpreta y yo siento.
EliminarBesos.
Pero... ¿Qué es la vida? Solo somos humanos y no creo que obtengamos respuesta.
ResponderEliminarVivir o existir...no sé. Seguro que tú ahora te "desvives" por tu bebé, te levantas a media noche y vas a verle respirar...y te "sientes" tranquilo.
Eliminarasí es...cada día una historia
ResponderEliminar...todas esas historias que se cuentan de la vida.
EliminarYo creo que eso nos pasa a muchos, a mí sobre todo me pasa con frecuencia. Hay días que te levantas eufórico con ganar de comerte el mundo, y otros días estás tan decaído y triste que quieres que el mundo te coma a ti. Yo cuando me levanto chungo, por lo menos hasta después de desayunar, no soy persona. Afrontar cada día es un nuevo reto, ya que te has levantado, pero no sabes si te volverás a acostar.
ResponderEliminarBesos MARIÁN.
Estados de ánimo, claro que sí, a eso me refiero, a cómo a veces te sientes bien sin saber porqué, y otro día te levantas con un humor de mil demonios.
EliminarBesos, Rafa.
La vida está a nuestro alrededor y siempre con todos esos detalles que tan bien detallas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La vida es un laberinto; biología, existencia y percibir...
EliminarUn abrazo.
Coincido contigo Marian. Un saludo.
ResponderEliminarEs así.
Amapola, claro que sí. Sabía que te iba a gustar.
EliminarUn saludo.
No vemos la vida pero si el disfraz que hacemos con ella,mejor:
ResponderEliminarSólo vemos el disfraz que ha generado nuestra mente (somos dueños de nuestra existencia); sobre el disfraz si podemos intervenir ( el color, su corte, su tela )
Toda la realidad es subjetividad , incluso esto que estoy escribiendo
Estamos condenados a generar los patrones de la realidad y la discretizamos en la medida de nuestras necesidades.
Me gustó tu escrito y me hizo pensar, pero quería contradecirlo desde la perspectiva existencialista, solo por jugar, la vida es juego:
Un beso
Pues sí, Mente, tú lo enfocas en plan filosófico y me parece fantástico, porque nada "existe" todo es como lo vemos o lo percibimos, y claro que sí...porque hablar de "existencialismo" es como un juego; jugar con los conceptos, y ya todos sabéis cómo me gusta eso a mi.
EliminarUn beso.
Totalmente de acuerdo Marián...
ResponderEliminar¡Hola, Ficticia! Me encanta verte por aquí. Te agradezco mucho tu comentario.
EliminarBesos.
Yo ando en esos días en que, como a tí, la vida me late con fuerza en cada poro. Y es un gozo que quisiera retener por todos los días de cada año que me queda por degustar.
ResponderEliminarUn abrazo, y sigue, sigue, sigue....
Y es que... al principio del verano...todos andamos un poco así, será cuestión de adaptarse. Cuando te sientes bien quieres que siga y siga...
EliminarUn abrazo.
La vida se compone de momentos, vamos bordando nuestros pasos con guiños, sabores, estados... Al final eso es lo que dejamos o nos llevamos. Muy cierta tu reflexión Marián.
ResponderEliminarBesos de jueves.
La vida juega con nosotros...así que vamos a ver si las apuestas son arriesgadas o merecen la pena. Yo soy de los que "a vivir que son dos días".
EliminarBesos y buen fin de semana.
Es como si fuéramos juguetes de las variables climáticas... Un abrazo.
ResponderEliminarDario, somos materia y formamos parte del universo...
EliminarUn abrazo.
para pensar...!
ResponderEliminarun abrazo
pienso ergo....
Eliminarabracito.
La existencia está fuera de nuestro control y al mismo tiempo nuestros actos tienen una influencia. Tal vez sea como jugar ajedrez, con jugadores intefiriendose mutuamente y con piezas que no son siempre visibles. Y con jugadas ya empezadas, que no siempre son las mejores.
ResponderEliminarClaro, porque a estas alturas todos sabemos que la viva es un juego. Pero también los buenos jugadores a veces pierden...por esas interferencias que tú mencionas. Vivir también es un azar..."pasar por allí" justo cuando hay que pasar...
EliminarMarián, una excelente reflexión de un transcurrir que debemos, a veces soportar y a veces disfrutar. Como tu anagrama. se puede ser malvado satisfecho porque se posee buena sangre. Un día en la vida, un sin fin de días que conforman un todo del que nacen sentimientos pasiones y belleza extrema. Un pensamiento tan pleno de ti que es tu propia firma. Excelente.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo, querida Marián
Querido Antonio, yo siempre desconfío de esas personas que se proclaman "buena gente" porque...somos buenos ¿para quien? pues ni más ni menos que para los que favorecen a nuestros intereses. También presumir de mala persona puede ser prepotencia. Así que ya ves, todo es relativo. Gracias, Antonio por tus palabras. Un beso.
Eliminarya sé que no va pero cuanto daría por un tiempo de gracia en este discurrir veloz.
ResponderEliminar...un tiempo de gracia que se pasa en un suspiro...
ResponderEliminarBesos.
La felicidad son momentos.
ResponderEliminarTambién deberíamos saber sacar partido del dolor.
Saludos