Pasarán siglos de miseria,
llanto, dolor y veleidades.
Pasarán torturas, muerte,
atrocidades.
Y otras modas vendrán
con nombres nuevos.
Y otras guerras nuevas
con nuevas armas.
Se repetirá el dolor y el llanto...
Y ellos, los malvados, seguirán ahí,
con la mirada hueca, enmohecida.
Sin mover un dedo,
sin un gesto
que nos dé una pizca de esperanza.
Y seguirán caminando descalzos,
postrados
(necesitan creer y creerán)
¡Se asirán a un clavo ardiendo!
Y seguirán esperando...
sin un milagro
ni una aparición...
Sin un ángel que avale
las mentiras
de los corruptos malvados.
No.
ResponderEliminarNo habrás castigo.
En este país, no.
Los jueces obedecen lo que les dice el gobierno corrupto.
El país entero es una asquerosa corrupción.
No veremos justicia jamás.
Besos.
Y es que el mundo entero no va bien, siempre ha habido clases, pero ahora se ha abierto una gran brecha entre ricos y pobres.
EliminarBesos.
La historia no avala tu suposición, no habrá castigo para los malos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por eso lo pregunto...es una pregunta retórica ya que nadie la va a responder.
EliminarSe dirá que no, como si a nadie le concerniese.
Un abrazo.
Hola Marián.. Un eminente historiador, una autoridad en Historia medieval, siempre en sus conferencias y seminario dice que los tiempos, los años, los siglos cambian, cambian las formas, pero los conceptos de fondo, los intereses que provocan las guerras, la corrupción, nunca varían, siempre se ha manifestado y seguirá manifestándose porque la condición humana, es así de egoísta y egolatra, salvo excepciones, que haberlas hailas..
ResponderEliminarUn abrazo..
Porque ya todos asumimos que somos unos seres sin amor ni piedad para los abatidos; todas la atrocidades las vemos como algo inevitable.
EliminarUn abrazo.
Al ver la desidia que los abandona recuerdo el Holocausto, nadie lo sabia, la informacion no cruzaba mares, y si no sabes no eres culpable. Cuando la historia relate lo sucedido, se escriban listas con los nombres, y se den fechas ¿Diremos que no nos habíamos enterado?
ResponderEliminarUn abrazo
Y es que es así. Nos esconderemos cuando veamos al toro...y a "toro pasado" diremos que no lo habíamos visto.
EliminarLa cobardía de los buenos es tan culpable como todo lo demás.
Un abrazo.
Tal parece que los ángeles andan ocupados en buscar subterfugios para los malvados.
ResponderEliminarPor eso no han sacado billete a Mosul, a los campos de refugiados, donde mueren niños, sin un ángel de la guarda, que los cuide.
Besos.
Pues parece que sí, que con el poder que da el dinero se ganan los cielos...y que los ángeles están para atender a los poderosos...
EliminarBesos.
No hay justicia para los corruptos, entre ellos se esconden las vergüenzas.
ResponderEliminarBesos.
Se tapan sus vergüenzas, sí, no sea que moviendo una ficha del dominó vaya cayendo todas...
EliminarBesos.
Quiero obligarme a creer que sí, aun cuando una parte de mí grita que no, que vamos de cabeza a la ley del Oeste, la de “sálvese quien pueda” porque visto lo visto y sufrido lo sufrido, el inocente y justo no está amparado por ley ninguna, mientras que el malvado se frota las manos y se enriquece a costa de los desamparados… arrasando con barbaries y sin ningún tipo escrúpulos, puesto que carecen de ellos… Triste y duro, pero una realidad aplastante.
ResponderEliminarUna grandísima ovación a tu grito, mi querida Marián, sencillamente sublime.
Bsoss con cariño enormes 😘
A estas alturas de la película ya sabemos que las leyes están para proteger a quienes puedan pagarlas. Los ricos salen de dificultades sin problemas...porque la única ley que reconocen es la de que el fuerte gana al débil. Es así, y así seguirá siendo...
EliminarY te digo una cosa, Ginebra, por mucho que nosotros pongamos el grito en el cielo, nuestra vocecita sólo la oiremos entre nosotros; nos aplaudiremos y nos diremos que ha estado fantástico, pero es predicar en un desierto.
Montón de besos, Ginebra.
Es algo dificil. Salvo que los malvados se dañen entre si, que eso puede pasar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues por ahí es donde se puede hacer una brecha en el muro...
EliminarPero siempre volverán a las andadas.
Besos.
Son intocables
ResponderEliminarSolo han caído con las revoluciones. Es hora de hacer alguna
Besos
Las revoluciones diezman al pueblo llano...así que no sé yo...
EliminarBesos.
Los malvados nos gobiernan, somos su alimento.
ResponderEliminarBesos dulces Marián.
Es la masa...que con ella lo mismo se hace un pan que unas tortas...
EliminarBesos, Poeta.
Los malos ganan porque los buenos se lo permiten. La justicia es buena, pero a la vez es ciega (o se hace la ciega para no ver los atropellos que se hacen en su nombre). Los malos gobiernan, porque son los buenos quienes los eligen en las urnas. Así pues, los malos permanecen impunes, porque saben que los buenos siempre perdonan (¿no acaso perdonar es la esencia de la bondad?).
ResponderEliminarNos enseñaron que ser buenos es ser sumisos, mansos de corazón, tolerantes al abuso, pacientes ante la maldad, nada rencorosos y mil detalles similares, donde el malo siempre campeará.
No sé cuándo se derogó la ley del ojo por ojo, o del que a hierro mata, a hierro termina. Pero cierto es, que (técnicamente) si el bueno se subleva y aniquila a la maldad… también se vuelve malo. Pues, para limpiar la porquería que atora un baño (la maldad), también hay que ensuciarse las manos para arrancar esa inmundicia.
Al malo no lo extermina la bondad (Ya alguien quiso hacerlo hace dos mil años y terminó en una cruz).
Resumen, muerto el perro se acabó la rabia. Pero, ¿Lo haremos alguna vez?...
Mientras tanto, la maldad seguirá gobernando. Paciencia, que ya iremos al cielo y ellos al infierno (en momentos como estos, como envidio a los que tienen fe)
¡Saludos!
Las últimas palabras de tu comentario me han conmovido ¡Y cuánto me han hecho pensar! Porque es cierto que hay que perdonar y no ser rencorosos, esa es la buena cualidad de los buenos...Pero cuando ya las injusticias te colman el alma...cuando la suciedad maloliente te cubre hasta la asfixia...hay que meterles mano, y aunque uno salga manchado hay que actuar.
EliminarY...sí, claro, aquel hombre, que era bueno, terminó en la cruz por denunciar a los escribas y fariseos. Por eso se necesita mucha generosidad y sobre todo mucho valor. Y es muy cierto que en momentos así quien tiene fe tiene un paño de lágrimas para reconfortarse.
Juan Carlos y te agradezco muchísimo tus palabras, siempre tan generoso con estos comentarios que me consuelan y me hacen pensar, y sobre todo, no perder la fe en el ser humano.
Besos y abrazos, Juan Carlos.
...y otras guerras nuevas con otras armas. Sí, recuerdo que mi abuelo -que vivió la guerra civil y la Francia de la ocupación- estaba viendo las imágenes de la guerra de Yugoslavia con esas imágenes de campos de concentración que pensaba no volver a ver en Europa. Murmuró: "Está claro que el mundo no aprende."
ResponderEliminarSaludos.
Borgo.
Y es que es así, no tenemos remedio. Quizás esté en nuestra naturaleza ser gente mala...porque si te fijas bien, la violencia es tan antigua como la humanidad, desde Caín y Abel...
EliminarBesos.
Ser malvado y corrupto es una condición espejo a ser bueno y honesto. Uno existe porque existe el otro. Lo interesante y complicado (por mucho que queramos simplificar) es saber a que grupo pertenecemos. Hace muuuchos años, cuando mi primo (que todo lo sabe) y yo, íbamos juntos al cine, el siempre decía que iba con los malos (era fan de Darth Vader) porque los buenos eran demasiado tontos. Ya por entonces yo tenía mis dudas... Bueno, menos mal que siempre hay gente ejemplar que sabe dónde posicionarse... como en Superman... Aunque en la última, creo que el bueno pasa a ser el malo o algo así.. Ufff, qué difícil es todo. Mi primo es que es un listo.
ResponderEliminarSin embargo, hay algo más que se extrae de tu magnífico texto. Los malvados tienen poder, pero los justos tienen fe (en lo que sea). Cierto es que son caminos divergentes, pero habrá que saber cual de ellos lleva a la paz interior
Un placer charlar contigo y filosofar
Un beso muy grande
Me has hecho recordar la película "Los profesionales", dirigida por Richard Brooks, con
Eliminarguión del director, basado en la novela de Frank O' Rourker.
Te dejo el enlace de un post que publiqué hace tiempo:
http://nadatedigotodotelocuento.blogspot.com.es/2012/09/la-revolucion.html
Y es que esa peli tiene diálogos muy sustanciosos, quizás la haya visto, a mi me gustó mucho, porque lo que nos viene a decir es que los buenos o los malos según en qué circunstancias lo son; unas veces son buenos y otras no lo son... según en qué bando estés, porque los buenos quizás antes fueron malos...
Y creo que hay ejemplo en la historia, Un ejemplo es Saulo de Tarso, que fue malo y se convirtió en un santo. O san Agustin, de golfo a ejemplo cristiano. O Emiliano Zapata, que al final, cuando ya tiene poder, se descubre a sí mismo haciendo lo mismo que había denunciado. Así que todos podemos ser malos y buenos.
Un beso muy grande Isidoro.
que bien que escribes
ResponderEliminarllenas la vida
Muchísimas gracias,RECOMENZAR,
EliminarTambién tú llenas de sentimientos tus palabras...
Un beso.