--¡Por favor, por favor¡ Me haces daño.
--¿Daño? ¿Daño, dices? Y éste sufrimiento que tú me causas ¿Cómo lo llamarías?
--Suéltame, por favor ¡¡te lo estoy pidiendo¡¡
--Mira, María, me estás volviendo loco. El día menos pensado cometo un disparate.
Arturo salió del apartamento dando un estrepitoso portazo. Se alisó el cabello con los dedos y pulsó el botón de llamada del ascensor. Se cruzó con Amalia, la señora del quinto. María y Arturo vivían en la planta cuarta.
--Vaya, otra vez me he equivocado de planta, don Arturo.
Arturo sonrió distraído.
--Sí, sí, claro, doña Amalia. (¡vieja cotilla! murmuró entre dientes)
Ya en el coche camino a su despacho…
Joder que vida esta, María sabe que tengo que estar más de diez horas al día pendiente del trabajo. ¿A qué coño viene eso de arreglarse tanto? Y luego se queja, como todas, de que su jefe la acosa. Pero si lo buscan ellas. Y si las dices que se visten como putas, se ponen muy dignas y te sueltan que donde vas tú con esas definiciones. Putas, sí, que para mi lo que hacen las putas es acicalarse para los tíos. Y eso es lo que parecen, aunque digan que no lo son… van provocando como si los hombres fuésemos de piedra y luego pasa lo que pasa. Y va el otro día, la hija de puta y me recrimina ¡A mi! que si miro a las tías, que si no la respeto…¿pero quien se cree que es? Ella lo que tenía que hacer es estar…
¡Pero qué coño hacen estos jodidos peatones, que cruzan por cualquier sitio cuando les sale de los cojones!… ¡que te den a ti, mariconazo!
Y mira esa, no me quita ojo, y encima me sonríe… ellas son las que jode el tráfico. Seguro que su marido o su novio está quemándose los cuernos en el curro mientras ella va sola por ahí con su cochecito ¡a saber qué anda buscando sonriendo a los tíos…!
…estar, sí, lo que tenía que hacer María es estar en su casa atendiendo todas mis necesidades como Dios manda. Pero no, lo que quiere es pingonear con el pretexto de que ella se realiza trabajando. Y a media mañana se van a tomar el café al puto bar de ese guaperas que le tira los tejos. Ella y sus amiguitas se divierte así.
Hoy tengo un cabreo monumental. No sé lo que voy a rendir en el trabajo. Entre ese cabrón que supervisa todo lo que hago, ese inútil que está donde está por ser el hijo de su padre y que me tiene puteao a todas horas… y la hija de puta con la que me he casado, que no hace otra cosa que cuestionarlo todo. Y anoche va y me dice que lo nuestro no va bien, que ella no es feliz, que quizás sería conveniente consultar a una asistenta social de esas, o quizás a una asesora… sí, así las llaman a esas entrometidas que meten las narices en todas las mierdas, porque dicen que así se arregla los asuntos matrimoniales. Sí, claro, no te jode, a esas lesbianas que como no han podido sacar beneficios de los hombres, nos odia. Y no sé porqué las tías tienen la puta costumbre de ir siempre juntas, al baño, a tomar café, de compras y la hostia. Les encanta comprarse bolsos y zapatos, sólo por el gusto de luego hablar de las cosas que se han comprado… Malgastan el dinero de la forma más estúpida. Mira Mary qué zapatos, me los he comprado porque son bonitos, y ahora veo que son pequeños para mi pie…¡tontas del culo! Y lo que yo digo, que una mujer casada no tiene porqué arreglarse tanto, y mira que se lo tengo dicho, y nada. Me tiene hasta las pelotas. Un día corto por lo sano, lo veo venir…
Y no es ponerme en lo peor, o hacer tragicomedia… porque me lo imagino… y, no lo veo… como un pensamiento sin más, no… y es que a veces me asusto de mi mismo y se me pone el vello de punta solo de pensarlo. Y lo de anoche, bueno… reconozco que perdí el control, y todo por su jodida costumbre de ponerse a gritar como una loca. Cualquier día la mato. Y luego dirán que es por mi culpa. Nunca se plantean la cantidad de disparates que habrá hecho una mujer para poner en el disparadero a un hombre hasta hacerle perder la cabeza y, en un arrebato, tirarlo todo por la borda y echar a perder su puta vida…
No he terminado de leerlo, duele pensar en tantas historias repetidas. luego a lo mejor vuelvo. Un abrazo
ResponderEliminarMuy bien cogido ese hombre obcecado e irreflexivo que llega a las ideas más exageradas y salvajes empezando de lo pequeño de su mundillo. Como el Antonio Derchen del vídeo. Qué pedazo de actuación la que hizo ahí.
ResponderEliminarA este tipo de especímenes -tanto el de tu relato como el del vídeo- es imposible que la vida les trate bien nunca. Y como consecuencia, la peor, ellos tampoco tratan bien a los de su alrededor. El maltrato es doble: así mismos y a los demás.
ResponderEliminarRepugno la violencia.
Tu relato (y vídeo) no deja impasible, Marián, por su crudeza y por su lamentable realidad.
Un beso.
Como dice Marisa, una lamentable realidad, es tan real que no parece un relato sino una noticia.
ResponderEliminarMe pregunto yo, pero no encuentro la soluccion, y pienso ¿es que ellos son superiores a las mujeres? ¿por que?. un abrazo
ResponderEliminarEs un calco de la realidad, me ha puesto el vello de punta.
ResponderEliminarEster:
ResponderEliminarPuedes emplear todo el tiempo que quieras para leer. Gracias.
Un abrazo.
S.:
ResponderEliminarEsa peli la vi hace mucho tiempo y ya casi ni me acordaba. Encontré ese vídeo hace pocos días y me inspiró este pequeño relato. Te agradezco mucho que lo hayas leído y me comentes. Gracias y un beso.
Marisa:
ResponderEliminarMuchas gracias, Marisa, por tus palabras, como siempre tan amables. La verdad es que en este caso, el vídeo fue antes que el relato...y creo que me he metido bastante bien en ese impresentable personaje, je,je, y como muy bien dices tú, ese tipo de personas son maltratadores de sí mismos y de los demás.
Un beso.
Pitt Tristán:
ResponderEliminarBueno, Pitt, es que yo me suelo fijar mucho en la manera de hablar de la gente. Un beso.
mjesus:
ResponderEliminarTodos sabemos ya que somos iguales, pero diferentes...
Un abrazo.
Tracy:
ResponderEliminarEs lo que hay. La mala educación, ya sabes.
Es terrible. La gente está muy crispada. Nadie tiene paz en este mundo!!! Un abrazo.
ResponderEliminarNo entiendo el planteo de personajes así. Prefiere tener a su lado a una mujer dejada, sin autoestima, para nadie que más la desee. Aunque él tampoco. Y si una mujer, lo mira con atención lo defenestra. No hay posibilidad que suceda algo que apruebe.
ResponderEliminarMachismo...
ResponderEliminarSigue habiendo mucho.
Un beso
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDarío;
ResponderEliminarEs terrible, no parece que con ese ritmo de vida se puedan ver las cosas con cierta tranquilidad.
Un beso.
El Demiurgo de Hurlingham:
ResponderEliminarPuede que sea complejo de inferioridad; que una mujer bien puesta le intimide. Prefiere verla como alguien inferior, como una esclava.
Y sí, cualquier gesto amable de una mujer lo desconcierta...no sabe interpretar los mensajes de amabilidad.
Misterio Azul:
ResponderEliminarY creo que hay para rato.
Es la educación.
Un beso.
Juan de la Cruz Olariaga:
ResponderEliminarMuchas gracias, Juan.
Y si, aunque no te comente te leo siempre.
Hablaremos.
Besos.
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Bestial, van envenenándose por dentro. Muy real, muy triste, muy fiero.
ResponderEliminarMe encanta como ordenas las letras niña ;)
Un saludo
La historia es lamentable, no por su redaccion o las sensaciones que transmite (que lo hace perfecto) sino porque es una historia que se repite en la vida real, y cada dia con mas frecuencia.
ResponderEliminarEste tipo de "gentes" no son infumables, son cavernicolas, son los frustrados que le estan dando una terrible reputacion a la condicion humana.
Un beso.
Sonsoles:
ResponderEliminarMuchas gracias, Sonsoles, por eso que me dices. Gracias.
Es cierto, es triste y muy real, infumables son algunas personas...pero también todo este sistema de consumismo en el que estamos metidos, que no nos da tiempo ni para meditar ni siquiera un ratito.
Saludito.
Syd:
ResponderEliminarPues fíjate, Syd, que es muy cierto eso que dices, porque cada día tenemos noticia de esos desastres. Destrozan su vida y la de otros, es como morir matando. Yo sólo soy una observadora y no tengo remedio para nada. Pero es triste, sí.
Un beso.
Con qué realismo y crudeza describes lo que pasa por la cabeza de estos personajes trastornados...Si, muy,muy real, desgraciadamente.
ResponderEliminarBeso
Hermoso relato, me atrapó desde la primera a la última palabra. Me gustó, como todo lo tuyo. Una realidad tan cotidiana, tan universal, tan nuestra, que de tan común, se necesita mucho talento para escribirla. Es un gusto leerte y saber que pasas en punta de pié por mi humilde calle. Gracias también por eso.
ResponderEliminarUn beso grande.
Juan
Mi mail personal es jcolariaga@gmail.com. Gracias y ya entendí.
Vicky:
ResponderEliminarSólo es estar un poco atenta para ver cómo respiran esos tipos. Gracias.
Un beso.
Juan, de acuerdo entonces.
ResponderEliminarUn beso.
El comportamiento entre las parejas o en la comunidad en que viven las personas, está en estrecha relación con los genes que traen de sus padres y con el medio en el que crecen.
ResponderEliminarPersonas como el de tu relato y del video, querida Marián, son individuos negativos que destruyen en vez de construir. Me alejo de ellos.
Interesante entrada!
Un beso y feliz jueves.
Ceciely Zevallos:
ResponderEliminarLo más triste de todo, querida Ceciely, es que aún hay mujeres que reinciden en tener trato con ese tipo de hombres...Yo soy como tú, que parece que los resortes de alarma se me disparan en cuanto se acercan. Pero bueno, que yo no soy "socióloga" y no tengo ni idea de cómo se solucionan esos problema.
Un beso y feliz jueves también para ti, y feliz semana.
Sólo mira la vida desde su óptica unilateral...y desde la cultura de su crianza. Un machista de todas las suelas. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarQue lindo este espaço. Fiquei maravilhada e estou a seguir-te com muito carinho. ABRAÇOS ILUMINADOS...
ResponderEliminarCarlos Augusto Pereyra Martínez:
ResponderEliminarEs una lacra, Carlos. Desaprender lo aprendido va a costar todavía un ratito, Eh.
Abracito.
Rica Almada:
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rica, por tus cariñosas palabras.
Un abrazo con luz propia.
Realmente escalofríante...tan bien relatado y te metes en la cabeza de él a la perfección...
ResponderEliminarHistorias que vemos, que oímos a diario, que no cambian con los años, que todo sigue igual y que por desgracia son más de las que creemos. Es más complicado de lo que parece, pero evidentemente todo empezaría con una buena educación y por esas mamás que todavía hoy en día, hacen que sus hijos masculinos no ayuden en casa, les griten a sus hermanas, o cuando ligan se les aplauda...todo parecen tonterías, pero el machismo no es ninguna tontería.
Me gustó mucho
Un besote
Bordaste al típico machista que se cree superior y que no es más que un estúpido y engreído espécimen más de la raza macho humana, sí esa especie de la que esperamos todos desaparezca un día porque son los que hacen que yo me siga avergonzando de ser de su misma especie. Saludos y feliz jueves.
ResponderEliminarNOVAK:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, todo es por la mala educación que reciben desde pequeños, que se creen muy "machitos" porque seguramente el padre es el rey de la casa. Y es que hay tanto machismo en hombres como en mujeres. En fin, Novak, tarea larga nos espera.
Un beso.
Frank Spoiler:
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, eres muy amable. Yo sólo describo lo que a veces oigo por ahí. Y fíjate que tú me has hecho pensar...porque eso de "machismo" aunque lo digamos en peyorativo, poco tiene de hombría ¿no crees?
Bienvenido, gracias, un beso.
Tremendo el acierto de ponerte, inútilmente, en la piel de un asesino. No tienen empatía ni una buena autoestima, por eso su forma de amar es posesiva y ególatra.
ResponderEliminarMuy buen post sobre la lacra que mata una mujer en España desde que en 2003 se lleva el conteo.
Un cordial saludo.
Apuesta arriesgada ponerte en el lugar del asesino machista, pero me gusta lo que tiene de valiente.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este post sobre la lacra que mata cada semana a una mujer a manos de su pareja o ex-pareja.
Un cordial saludo
Albada2:
ResponderEliminarTerrible, terrible, sí. Esto va a más y no sé cómo se podrá frenar eso.
Muchas gracias por tus palabras y por venir a comentar.
Un saludo.
El otro día lo comentaba en mi casa, yo pensaba que las nuevas generaciones hacían mejores a las anteriores pero cuando las chicas jóvenes ven el maltrato como algo fruto de la relación me pongo verde y no las comprendo y que los chicos lo consideren normal, menos.
ResponderEliminarDeberían grabárnoslo a fuego, NO es NO, no somos dueños de nadie, no tenemos derecho sobre nadie.
Un besote y buen día, ah, disculpa mi ausencia, entre vacaciones y revisiones he estado muy missing, pero todo bien.
Mira Ángel, en algunos sitios de Andalucía aún se educa a los niños como si fueran los reyes del mambo...esos niños cuando llegan a la universidad lo infectan todo con chistes de lo más machistas. Es una lacra, y las niñas parece ser que algunas, afortunadamente no todas, dicen que sus madres son unas santas...y es como una especie de masoquismo, algunas cuando se casan sienten una especie de placer ser víctimas de su macho...
ResponderEliminarEn fin, a muchísimas cosas tendríamos que darle la vuelta como a un calcetín.
Buena semana, un besoste.
Marián, desgraciadamente este es el ejemplo fiel de la incultura, la incivilización y el peor de los machismos: la cobardía. Es cobarde por no hablar, ni sentirse orgulloso de su mujer, ni animarla cuando debe ir a trabajar. Por energúmeno contra todos y por todo en vez de recibir una bofetada de malcriado y peor educado personaje que lo único que consigue con su inmadurez es degradar a todas las persona que pertenecen a su género. Esto es una cuestión de mucho tiempo, con educación caduca y estúpida.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Marián.
Así es, Antonio. Creo que es cuestión de mucho tiempo, porque nosotras, las mujeres, tendríamos que romper muchos clichés...Yo desde pequeñita he adorado a mi padre. A mi madre creo que la quería menos...quizás te condiciona eso del sexo opuesto, no lo sé. Pero que siento más apego hacia los hombres eso también es verdad...aunque hay una mujer a la que siempre he querido muchísimo: mi abuela.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querido Antonio.