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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

jueves, 7 de junio de 2012

La viuda del androide V


Lucia comenzó a vestirse, mientras con sus cuerdas vocales a la máxima potencia me mandaba a la mierda y se prometía a sí misma que jamás volvería a verme, ni a hablarme, ni a cogerme siquiera el teléfono y por ahí te pudras, cabronazo, pero yo no podía dejar de pensar en la viuda del androide, en sus ojos bellos que brillaban de una manera especial cuando hablaba de Gus, ni podía dejar de pensar en su sugerente anatomía...y portentosa autonomía...Me pregunté también qué excusa me iba a inventar el lunes cuando fuera a verla, cómo iba a explicarle a la viuda que Gus estaba desquiciado y era irrecuperable y que la empresa me había prohibido expresamente la posibilidad de cambiarlo por otro. Recordé también su fascinante e intensa mirada de odio cuando cometí la estupidez de saludarla usando el nombre de pila con el que ella misma había decidido bautizar a su amado androide de compañía.

La noche del domingo no soñé con ella. Soñé que era un androide de compañía cuya misión era servir de carabina a las chicas cuando salían de fiesta con sus amigas y no querían que ningún hombre las molestara. Yo era una ficción de novio y hacía cosas típicas de novio: a veces me dejaban el bolso para que lo guardara mientras ellas se contaban sus secretos o se intercambiaban la ropa en plan superamigas, otras veces me pedían que hiciera cola para sacarles entradas de conciertos o, para humillarme, me invitaban a bailar o se iban al baño a mear juntas mientras yo me quedaba esperando como un zombi en el umbral que dividía los baños por sexos. A veces incluso hablaban de hombres en mi presencia: de aquellos que les resultaban interesantes, de los otros que les resultaban ridículos, y por último, de los terceros y más fundamentales: los muy sexys. Y era justo en ese momento del sueño cuando yo recordaba que era un androide tipo carabina de gama baja que ni siquiera podía tener una erección porque no tenía genitales, y entonces mi gozo se transformaba en un pozo y el sueño en pesadilla.

Llegó el lunes y yo no me atreví a pasar por la oficina para contarle al payaso del jefe  de atención al cliente que el asunto tenía difícil remedio. En lugar de eso, desayuné una tortilla de huevos con bacón, cogí un martillo de la caja de herramientas de la despensa y reduje a cenizas al androide de la viuda del androide. Antes de hacerlo, esperé pacientemente a que advirtiera mi presencia y exclamara ¿qué? Justo en ese momento, afilando gustosamente el colmillo, le di  el primer golpe mientras repetía extasiado: ¿cómo que qué?, ¿qué de qué? ¡toma¡, ¡toma¡ y ¡toma¡...Luego conduje tranquilamente a casa de su dueña con la agradable sensación de haberme quitado un androide de encima.


Aparqué enfrente y esperé diez segundos después de pulsar el timbre. La viuda del androide me abrió la puerta con una sonrisa extraña en la boca. Me pareció que era muy hermosa.
--¿Y bien?
--Me temo que no tiene remedio. Debo confesarle que el otro día no entendía muy bien a qué se refería exactamente cuando me dijo que Gus no cumplía con su función, pero ahora ya lo sé. Tiene que ser duro que te den siempre la espalda.
--No necesito su compasión- me cortó de nuevo desafiante.- Sólo necesito un androide que funcione.
Y justo en ese momento yo me daba cuenta de que la viuda pertenecía  a esa selecta clase de mujeres que multiplican su atractivo cuando se enfadan.
--La empresa no tiene intención de cambiárselo- confesé con indolencia como si estuviera enunciando la ley de la gravedad- Por eso me enviaron aquí.
La viuda del androide no dijo nada. Ni siquiera pestañeó al revelarle tal mezquindad.
--Pero quizás haya una solución después de todo- continué- algo que nos pueda beneficiar a todos.
--Soy toda oídos. Dispare.
--Yo podría venir a dormir con usted todas las noches si no le importa. Usted no tendría que meterse en juicios y, a cambio, yo la abrazaría, la rodearía con mi hombro si hiciera falta y jamás le daría la espalda. Usted podría mirarme, tocarme, olerme: yo sería esa ficción porque, para el resto de las cosas, le confieso que yo también me basto a mi mismo...
--¿¡Qué¡?

FIN

23 comentarios:

  1. esceptico6/07/2012

    La soledad, la autonomía del gran masturbador, el deseo de cariño…
    En silencio vapuleaste la peste que se avecina, la astenia emocional, diarreas mentales de los cobardes como yo, que nos bastamos con una mano, hermafroditismo en las celdas alcoba.
    Es difícil que den con la tecla de nuestros extraños deseos en todo momento, de ahí que para que todo este en sintonía, a parte de la tele, el DVD, el móvil… deberíamos exigir un robot que se subordine a las locuras y deseos de cada cual, con muchas opciones de comportamiento…
    Desaparecería la familia, la religión, nos subyugarían de tal modo que acabaríamos siendo sus esclavos… el fin del mundo esta cercano….

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  2. Escéptico:
    Tu reflexión me ha dejado muy pensativa...la no dependencia nos hace libres; quizás el conocimiento de nosotros mismos. El conocimiento nos hace libres ¿pero también nos da felicidad?
    Tu último párrafo da para todo un tratado de filosofía...
    Gracias, un saludo.

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  3. No sé si ya tenías en mente el final cuando introdujiste el "¡¿qué?!" en la historia, pero la verdad es que me ha parecido muy bueno. Cerraste el relato espléndidamente, de la mejor forma posible. Enhorabuena por las cinco entregas. Y hablando de eso de bastarse a sí mismo me acordé de este documental, no sé si lo conocerás: aquí (me resultó bastante triste, lo confieso).

    Un beso, Marián. Te dejo, pero no te doy la espalda, ¿eh? ¡Hasta pronto! Y buen finde ;-)

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  4. Me encanta ese fotograma de "Blade Runner" :-)

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  5. Para las necesidades basicas de abrazo, beso, sensaciones, calidez, comprension, vamos esas sensaciones tan humanoides, no hay sustitutos (como andriodes). Nada mejor que una piel verdadera que todo lo abrace.

    Aun cuando el mundo sea de los andriodes nada mejor que nosotros para saciarnos nosotros mismos (los humanos, me refiero), esa es la condicion de ser gregario que ninguna tecnología va a modificar.

    mi beso, humano demasiado humano

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  6. El relato me ha parecido muy original. Y aunque parezca pura fantasía, no lo és. Pienso que has visionado el futuro y lo has plasmado de un modo muy natural. Yo creo que esos androides algún día existirán. Y existirán sólo para colmar nuestros deseos y exigencias, que dicho sea de paso, cada vez son más y más variados.

    Besosss.

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  7. Buen final. Tal vez todo sea sustituible menos que te quieran..........

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  8. Enhorabuena Marián, me has tenido enganchada hasta el final, y ese ¿¡qué!? ha sido un finito fascinante. Como siempre tus textos me dejan cavilando sobre un montón de cosas. Tienes mucho mérito, porque además de dejarme pensando lo haces unas notas de humor bastante singulares. Un ejemplo, las cosas típicas de novio: guardar el bolso mientras las chicas van al baño, están bailando o intercambiando secretos. Jajaja qué bueno y que cierto :P

    Un besazo, artista.

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  9. Kinezoe:
    Cuando se escribe se van poniendo cosas que se te ocurren sobre la marcha, las dejas ahí para ver qué pasa...al estilo Chejóv o Dostoievski, pero lo mio es muy de andar por casa...

    Kine, qué interesante el documental dei vídeo, muchas gracias, no tenía ni idea de todo eso. Aunque tampoco me has sorprendido mucho. Yo creo que el hombre no ha evolucionado tanto en ese sentido, lo que ocurre es que ahora hay mucho más "material" para realizar esas fantasías. Siempre ha habido hombre fetichistas, ya sabes, con un zapato de mujer o un corsé perfumado...lo del final del vídeo, lo de ese chico tan indefinido(hombre-mujer) me ha recordados a las teorías de Ortega y Gasset: "Siempre que me enamoro me enamoro de mi mismo"

    Bueno, Kine, que muchas gracias por todo; por esto y por lo de tu blog, besos y feliz semana.

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  10. Caligrafista, tú ya sabes que en ese tema, en el de la piel que palpita, estamos absolutamente de acuerdo. Por eso la proposición del vendedor de robots ha sido lo más sensato...porque nada hay como un corazón latiendo bajo una piel caliente...

    Y...ni te imaginas (bueno, creo que sí) lo que me ha gustado ese beso tan humano...
    El mio...

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  11. Aniki:
    Me encanta que te haya gustado esta fantasía de robots...es puro divertimento, pero lo mismo que sin tener alas podemos volar hasta Nueva York, también podemos soñar por todas las galaxias...
    Besoss.

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  12. MumaMoon:
    Me alegra mucho que te haya gustado. En cuanto a lo otro; en eso de que te quieran, siempre hay alguien que te quiere, a mi me quiere mucha gente...pero lo esencial es a quién quiero yo.

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  13. Galia B.:
    Tú si que tienes talento para todo...hasta para decirme que tengo sentido del humor, y me lo dices tú, con ese estilo tan tuyo y tan agradable...y es cierto que los hombres a veces nos son necesarios también para esas cosas que parecen que no tienen importancia y la tienen y mucha.

    Otro besazo para ti, de artista a artista.

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  14. Ese gran optimista que fue Schopenhauer decía que el gran error original, causa de los demás errores, radica en perseguir la "felicidad" (cito de memoria y seguramente mal)
    Prefiero hablar, en mi etapa actual, de estar a gusto, tranquilo, contento o, simplemente de disfrutar...

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  15. Querido Manuel:
    Sí, a ese; a Schopenhauer, le fastidió bastante la vida su querida mamá...así que no es de extrañar que se volviera tan misógino...su pesimismo algunos lo han catalogado como lucidez. La felicidad es algo indefinido...es el bienestar, como tú ahora cuando escribes y disfrutas con ello.
    Besos.

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  16. No siempre todo el mundo tiene a alguien que le quiera, o por lo menos que le quiera de verdad, con todo lo que eso conlleva. Tienes razón en que lo normal es tener gente que te quiera, casi siempre es así, lo dificil es que ese querer ajeno se abraze con el tuyo :).

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  17. Realmente encantadora. Es una historia muy interesante, que logra disparar mi cabeza en diferentes direcciones. La fantasía y también, nuestro lento devenir en máquina por efecto de la rutina.
    Un abrazo.

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  18. raskol6/10/2012

    La luz de la vela alumbra otra noche a rostro pálido
    Cerebro flotando entre la mugre de la sartén
    Granos de arroz hacendado, aceite, agua
    Escupo mi picha como si fuese una salchicha
    Gotas de sudor resbalan de los sobacos
    Hoy no me duche, huelo mal, la luna abrasa
    ¿Debería acudir con la moto a urgencias psiquiátricas?
    La soledad quiere desalojarme de mi puto cuchitril
    El polvo de la despensa, de los cajones del armario
    Mala noche para follar, pienso mucho mierda!!!
    Buscando canales donde mostrar mi polla
    Buscando una voyeur a la que sacar la pija
    Media erección a la luz de la vela
    Se derrite la cera, me muero de ansiedad
    Escucho a de la morena, mi polla es de bello moreno
    Empato España, me da igual
    España no me interesa, iré con Alemania
    O mejor con Suecia… o con Polonia
    Pero el mejor jugador es…
    El príncipe peón del espectáculo
    Llovía en parís cuando Leticia sonrió
    Necesito que una chica o mujer o niña… me mire desde algún lugar
    He descubierto lo excitante que resulta masturbarse de cara a la galería
    Antes era más fantasioso, mañana comprare zumo de tomate en mercadona
    Zumo de tomate hacendado… y robare algo de paso para economizar
    Como ahora es tiempo de futbol por la Eurocopa
    Mañana correré cuando caiga el sol antes de cenar
    Footing por los arboles, en el parque, oxigeno, masturbación
    Soledad, luz, calor, luna, velas…
    Últimamente huele a incienso de iglesia cristiana por la zona del estanque
    Sin embargo, mas adelante…. Parece que el aroma cambia
    Huele a carne

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  19. Que relato, que texto, me ha llevado de la mano sin pestañear. Que puedo opinar...seguramente lo que vos pensás también, nada mejor que la sangre que calienta mi sangre, aunque suceda lo de siempre, pero tantas cosas no se pueden reemplazar, pero tantas...

    Me gustan los textos que me atrapan y este lo logró, gracias por compartirlo.

    Un beso humano, cálido y lleno de cariño.

    Juan

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  20. Poco que añadir a los comentarios que he leído. Dejando de lado las filosofías y lo que cada uno de nosotros considera amor, afecto, necesidad, todo lo concreto y todo lo abstracto, lo cierto es que el relato me ha parecido brillante. No lo he comentado antes porque he estado intentando recargarme, pero sigo defectuoso. Me tendrán que cambiar.

    Besote.

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  21. Anónimo6/13/2012

    Loco se tiro del primero, con tan mala suerte que cayo sobre el capot de un coche y sobrevivió al golpe.
    Por el desamor de una mujer intento quitarse la vida, momentos antes bebía en un bar cerveza y apuraba un ducados con los ojos perdidos en un punto, miraba sin mirar, perdido en su sufrimiento, las pupila muy dilatadas y los sentidos afiladísimos, captando profundamente toda la mierda circundante.
    Una mujer hermosa como pastilla para el dolor no es suficiente si te veda la llave de su cuerpo, a el solo le daba falsa comprensión, era fatua, inmisericorde, morbosa, iba de buena y no lo era, nada como una mujer hermosa dando limosna a su propia humanidad aprovechándose de las lamentaciones de un pobre diablo sediento de sexo sucio.
    Chicas de ojos dulces, calculadoras populacheras, haced una excepción esta noche y chupádsela al suicida que ni ve ni escucha lo que vosotros decís y hacéis.
    Yo lo vi, entre la espesura del bar, entre rendijas de humo y licor de sonrisa estentórea diseccione su extraño proceder.
    Ciclope de la noche, rictus de animal saciado de droga, mi enemigo acodado a dos metros de distancia ocupaba su escaño en la barra, hubo un intercambio de miradas cómplice entre mi enemigo y yo, telepatía de frenopatico, tregua de la violencia en aras de un sentimiento compasivo hacia el loco.
    Dos machos alfa entienden sin palabras mensajes indescifrables, hasta en eso resulto asqueroso todo.
    Soy más fuerte, más alto y me siento responsable de su vida, deberé controlar la fuerza contra mi enemigo.
    A media noche callo dormido por el hachís y el licor en el camastro de la rendición dionisiaca, esa que me daba como vencedor en una hipotética riña, si a eso añadimos la transfiguración de los sentimientos por la compasión nos topamos con una dulce derrota para el.
    Yo, gladiador de bar, conquistador de pequeñas porciones de alma con el jugo de mi fuerza y candor guerrero, esa noche acudiré a la cita manso y hercúleo, borracho y sincero con ojos tiernos, vencido por el amor.
    Chica, deja ya el cabritillo, tus ojos no embelesan ese corazón que sufre por otra, tus efectos verbales engrandecen tu ego mas equivoca su locura… nadie como el ciclope para valorar cuando un alma llega a su punto de cocción, como fruta madura que cae del árbol.

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  22. Tranquilino González:
    Escribimos mientras pensamos, y, para que los demás piensen, si es posible. Pero sí, somos máquinas al fin y al cabo, recubiertos con una piel...que excita y nos excita. Eso es todo...


    raskol:
    Huele a carne picada, putrefacta, huele a soledad y a locura, huele a menoscabo, a debilidad, a declinación, a ruina.

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  23. Juan de la Cruz Olariaga:
    Me alegra mucho que te haya gustado, y muchas gracias a ti por leerme. Y claro que sí, es exactamente así; la sangre caliente que excita los sentidos.
    Un beso, Juan.


    Sbm:
    Gracias a ti por tu comentario, celebro que te haya gustado. Todos en algún momento necesitamos cargar las pilas ¿no?


    Anónimo:
    No sé cuantos minutos habrás invertido en escribir eso y traerlo aquí. Has hecho un ejercicio de escritura un poco a la remanguillé, un desahogo innecesario que nada tiene de bonito ni glorioso ni conmovedor en su tristeza.

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Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior. Goethe.