Y no sé por qué siempre he querido ver el fondo y el trasfondo de todas las cosas. Quizás porque desde mi pequeñez he querido siempre subir tan alto, tan alto...esa quimera de querer ver a mis pies las estrellas...ese sueño tan irreal (o no) con el que sueñan los poetas...
Y todo esto lo iba pensando yo mientras transitaba por el caminito de la playa. Un sendero bordeado de rosales silvestres que dan al lugar una nota de romanticismo.
Había ido a llorar al entierro de mis alegres pensamientos...y la vida me salió al encuentro...me iluminó con la sonrisa más hermosa y vital...con su esplendor fue desbordando la emoción de mi alma...la sonrisa maliciosa de un Angel...
Y adentrándome ya hacia la arena y divisando la ancha raya del horizonte azul, iba metiendo mis dedos dentro de los enigmas de mi corazón... "tal es la entrega del más fuerte: ser temeridad y riesgo, un juego de dados con la muerte". Porque todos los pensamientos afloran hacia donde hay resquicios de vida...porque donde hay miradas de amor, quedan anulados todos los sacrificios y servicios, para convertirse en deseo de complacer... cerrando los ojos para divisar un sol primaveral...