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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

martes, 28 de enero de 2014

Etimología del mundo



TEATRO:
Del latín “teatrum”, del griego “teatrón” de “Theàomai”, mirar, contemplar; el miradero desde donde se contempla la vida. Es el lugar de los hechos. El teatro del mundo considerado como lugar donde viven, actúan y se relacionan los humanos. El teatro de la guerra es el frente de guerra.

ORQUESTA:
Del latín “orchesta”, del griego “orchestra”. Orquesta, lugar situado entre el escenario y los espectadores, donde danzaba el coro o tocaban los músicos en el teatro griego, el “Ogeomai” de la pista; el bailadero donde se baila y se escucha la música.

MÚSICA:
Del latín “musické” música de Musa; inspiración. La música fue ya considerada como ciencia por Pitágoras (S.-VI) que veía el número como fundamento de la misma. En las concepciones metafísicas sobresalen las de Platón, que afirmaba que las leyes armónicas que gobernaban los sonidos eran las mismas que regían las físicas.

La música fue considerada como la expresión de la parte individual que existe en el hombre. Con Schopenhauer esta concepción alcanzó su punto máximo e influyó en la estética de Wagner.

No se ha conseguido dar una definición completa y definitiva de la música que comprende hechos musicales tan distintos como una sinfonía clásica, una improvisación de jazz, un canto aborigen o una composición electrónica.

Los mil sonidos del mundo.
La armonía de sus composiciones, 
la belleza de sus canciones…
Las inquietudes del ser humano, 
la búsqueda de la felicidad… La utopia…
La de Jhon Lennon sin ir más lejos:

“Imaginad que no hay posesiones, imaginad que no existen naciones, nada que matar ni por lo que morir, imaginad a todo el mundo viviendo únicamente el presente, viviendo en paz su vida, compartiendo el mundo; dirás que soy un soñador, pero no soy el único”.

Fin de la comedia…
Muerte súbita … (Aquí tendría que bajar el “Deus ex machina” para resolver ésta situación complicada y llena de confusionismo).


lunes, 20 de enero de 2014

Tu vital enemigo


Busca tu contrario, que es tu complementario.
Decía el poeta.

Como cuando un globo se pincha
así de desinflados quedan algunos.
Cuando por cualquier razón
pierden a su enemigo.

Hay quien el sólo hecho de tomar impulso
al levantarse cada mañana,
se lo da el evocar a su enemigo;
su fuerza vital, su razón de ser.

Busca un enemigo importante, 
fuerte, competente
y saldrás de tu mediocridad.
¿Quien eres tú, insignificante ser sin relieve,
si no eres capaz
de producir un buen enemigo?
Dime quien te odia y
sabré quien eres… no lo olvides…
me dijo el filósofo:
El odio une más que el amor.





lunes, 13 de enero de 2014

La representación


Mi amigo, el antropólogo,  emulando a Machado, suele decir que cuando a un ser humano se le cae una máscara, aparece debajo otra máscara… y luego otra… porque nuestra idiosincrasia está hecha de “más-caras”…porque todo es una representación de algo que ya era una representación.

Seguramente que este razonamiento no se trata de juegos de palabras. Pienso que es una verdad más grande, como él dice, que una catedral. Y lo estaba razonando cuando recordé que una vez oí decir a un profesor de dibujo de artes plásticas, que cuando los alumnos vienen de un curso de dibujo de estatuas son incapaces de plasmar un cuerpo de un ser vivo, y que resulta muy difícil combatir este defecto. Decía este profesor que estos alumnos dibujaban, no el cuerpo, si no la representación de un cuerpo, y que, quizás, el cuerpo (nuestro cuerpo) sea la representación de otra cosa...

Desde el “El origen de la tragedia” ya estaba yo intuyendo algo así…
¡nos gusta tanto la representación! Somos el único animal que representamos vidas ficticias en un escenario. Imitación a la vida.

Y…

Ahora se me ocurre pensar en los aplausos… en cualquier ámbito; en el Congreso de  los Diputados, o en un teatro, o en un concierto, o en la ópera. Hace mucho tiempo que lo vengo pensado, casi desde que era una cría, cuando veía a las mojas del colegio andar agitadas presas de un nerviosismo extraño. Eso era cuando venía el cura a confesarnos… o a darnos una conferencia sobre Dios y la procreación, si es que así se le podía llamar a eso que nos explicaba de las “semillitas”…Nos hablaba de las Escrituras Sagradas y con gran habilidad metía de rondón al pecado y todo eso. Y después de que nos metiera el miedo en el cuerpo, aunque él siempre nos decía que no nos quería meter nada en el cuerpo… y menos el miedo… las monjas aplaudía y nos instaban a nosotras a hacer ruido con nuestras palmaditas. Y yo en lo único que pensaba era en la chorrada esa del aplauso ¡De dónde vendrá esa tontería! Seguro que aquellos monos que mi abuelo me contaba que eran nuestros antepasados se divertían viendo los movimientos de las sombras proyectadas en  aquellas rocas; en los muros  o tapias, o como se llamaran entonces… demostraban su contento dando palmaditas en los muslos y luego ya con el tiempo fueron perfeccionando eso hasta convertirse en aplausos. Y nunca quiero contar a mis amigos, cuando se ponen tan solemnes en la opera, lo que pasa dentro de mi cabeza…  por esa deformación mía tan absurda que me invade y me da por pensar en todos esos juegos tan ancestrales y que tanto practican los monos…

Ahora aplaudimos todos muy circunspectos y yo pienso que eso es sólo una reminiscencia de algo tan primitivo como el ser humano.



lunes, 6 de enero de 2014

Los silenciosos…


La gente silenciosa tiene mucho que decir, sobre todo cuando no habla. Existen muchas clases de silenciosos. El silencioso avaro, que se reserva sus opiniones para repasarlas con mordacidad y detalle en cuanto se queda a solas. El silencioso resignado, que jamás se plantea la posibilidad de tomar la palabra porque está convencido de que no tiene nada que decir. El silencioso perverso, cuyo mayor placer  es disfrutar de la curiosidad que su mutismo despierta en los demás. El silencioso impotente que quisiera decir algo pero nunca encuentra el momento y es, en realidad, un hablador frustrado. El silencioso estricto, que ni siquiera cede a la tentación de confesarse a si mismo sus secretos…
 Andrés Neuman

A los silenciosos yo los encerraría a todos juntos en un espacio donde pudieran explayarse en sus silencios… alzaría el velo para poner al descubierto la elocuencia de sus silencios…

Mataría al Miedo  resucitando a la Risa… esa risa que Dios nos oculta entre tinieblas. Dios nos ha vendido esa patraña de que sólo los malos se ríen… dicen que el hijo del carpintero nunca se reía… será en los libros sagrados, porque en la trastienda se descojonaba de la risa…

Es posible que ya estemos llegando a ese momento en que reírse de todo dios no nos acobarde… ya  casi nos queda poco por perder. Cuando ya no tengamos nada que perder quizás nos queden fuerzas para hacer una revolución a la francesa.