Los dramas de Mente y Cuerpo
¿Ofrecen los sentidos un cuadro del mundo externo, o tan sólo datos en bruto que han de ser procesados por la mente para formar un retrato?
George Berkeley (1685-1753). El filósofo irlandés que dudaba de la existencia de lo material...¡que negaba la existencia de un mundo material fuera de la conciencia del hombre! ¿Veía lo que era?¿Qué era lo que veía? La materia se siente, se percibe, "nuestra vivencia del tiempo y el espacio puede ser algo que sólo se encuentra en nuestra conciencia".
George Berkeley, después de intentar fundar un colegio en Las Bermudas, trató de difundir su doctrina en América. Sin poder conseguirlo, tuvo que regresar a Londres y más tarde fue nombrado obispo de Cloyne. Después de ser nombrado obispo, su doctrina empezó a desarrollar una filosofía algo ambigua: entre idealista y pragmática. Con una clara intención apologética de defensa de la religión cristiana. Bajo mi particular punto de vista esta dualidad no queda expuesta, más bien se insinúa entre líneas. Ha pasado a la historia como un filósofo idealista, esto según desde el ángulo que se mire, puede ser más bien una situación vivencial del obispo. Sentido práctico diría yo.
Algunas de sus más famosas tesis (inexistencia del mundo exterior, material etc) suscitaron no pocos momentos irrespetuosos hacia su persona, despertando la hilaridad e inquietud entre sus contemporáneos que se veían abocados a refutarlas mediante groseros argumentos, ad hominem, como el llamado "argumento baculino" consistente en coger el báculo del obispo, golpearle la cabeza y preguntarle entonces sobre "la inexistencia del mundo exterior material".
Para George Berkeley, todo lo que existe sólo existe en la medida en que es percibido o puede percibirse por algún "espíritu". De ahí su famosa ecuación entre ser y ser percibido (esse est percipi aut percipere). Y, sin embargo, todo el criticismo desplegado contra la afirmación tácita o velada, en el sentido de los materialistas franceses, de una substancia material existente independientemente de nuestra percepción, queda frenado en el momento de examinar la "substancia espiritual". En este aspecto, Berkeley, está como a mitad del camino entre el empirismo ingenuo de Locke y el empirismo consecuente de Hume. Berkeley considera necesario afirmar la existencia de una "substancia espiritual" que hace posible la aparición de sensaciones.
Excelente estudio y espléndida explicación de las complejas teorías empíricas de Berkeley, Marián.
ResponderEliminarLa sabia pregunta inicial nos introduce en este mundo que es más perceptivo que real. Probablemente en el XVIII, cuando el saber pertenecía a pocos, el duro báculo fue demasiado exigente, probablemente, porque el procesamiento de datos adquiridos mediante la percepción, aún siendo los mismos, se interpretan con demasiada frecuencia de forma subjetiva.
Un excelente texto y tema para leer y ampliar.
Marián, te deseo, junto a toda tu familia
¡FELIZ NAVIDAD Y AÑO 2013!
Un fuerte abrazo, querida Marián.
Alguna vez tuve que leerlo, pero poco sé de filosofías. Aunque ahora que me lo explicás, me conmueve lo de la substancia espiritual que permiten las sensaciones, y a partir de lo cual, solo puede aparecer el mundo exterior.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias.
Sorprendente Marián...
ResponderEliminarEl tema parece bastante complejo para resumirlo en unas cuantas líneas. Aún así has elaborado una explicación asequiblemente clara de las teorías de éste filósofo. Pero tengo la sensación de que sus predicamentos habrán quedado ya superados ¿o me equivoco?. Me cuesta aceptar que todo lo que existe sólo lo hace en la medida en que es percibido o puede percibirse por algún "espíritu". Me puede parecer válido en caso de que para calificar la existencia de algo, un ser deba nombrar o describir la cosa, como decía García Márquez al incio de Cien años de Soledad cuando el mundo era tan nuevo que para nombrar las cosas había que señalarlas con el dedo, pero antes de ese dedo que señala o de esa mente (espíritu) que la nombra(o etiqueta), la cosa ya existía.
Muchísimas gracias Marián por tu ayuda, luz e información.
Un beso!!
uhmmmm la sensacion es que tengo que volver a leer
ResponderEliminarMe encantan estos textos tuyos en que nos acercas un poquito la filosofía incitándonos a pensar, sana costumbre donde las haya.
ResponderEliminarUn beso y felices fiestas, amiga.
ANTONIO CAMPILLO:
ResponderEliminarEl hecho de que yo escriba sobre cualquier cosa es lo de menos. Lo de más es que me gusta leer, indagar, aprender...voy tomando notas de aquí y acullá y aveces sale algo inteligible. De los comentarios también aprendo mucho. Casi de lo que más.
Felices fiestas y año nuevo 2013 para ti también, Antonio.
Besos.
Dario:
ResponderEliminarEn realidad siempre que sale un filósofo diciendo algo es para rebatir al anterior. Siempre buscan la atención, siempre quieren estar en el candelero...
Abrazos y felices fiestas.
Zavala:
ResponderEliminarGracias a ti, que me hiciste pensar en nosotros mismos...porque siempre es bueno examinarnos de vez en cuando. Sí, me gusta leer a los clásicos filósofos, y a veces me río mucho con las cosas que dicen que dijeron. Pero no hay nada nuevo bajo el sol, todo es cuestión de volver a contarlo.
Felices fiestas.
Besos.
Kinezoe:
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Kine, a mi sí que me encanta ese lado tuyo tan cinéfilo y esas músicas que tan bien sabes seleccionar.
Felices fiestas, amigo mio.
Besos.
Plebeyo Sir:
ResponderEliminarFelices fiestas...
Felices fiestas, Marián.
ResponderEliminarQuerida Marián lo primero felices fiestas, pero que muy felices.
ResponderEliminarEntiendo lo que expones del obispo pero lo que no entiendo es el razonamiento del obispo, deduzco que la existencia está supeditada a que alguien ajeno se de cuenta de ese fenómeno ¿no?, pues si es eso me parece un razonamiento demasiado egocentrista, ¿no te parece?, aplicando ese razonamiento la vida en otros planetas no existen porque no la hemos visto, sentido o percibido.
Muchos besos y feliz navidad.