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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

viernes, 1 de junio de 2012

La viuda del androide IV


Así que sin más demora me dispuse a redactar el informe diario.

Lunes

Extraída la CPU del androide defectuoso e instalada en otro modelo de la misma clase pero con carcasa femenina, este se muestra receloso. El androide no sólo no abraza ni conforta durante el sueño, incumpliendo claramente la norma para la que ha sido diseñado, si no que, muy por el contrario, se muestra arisco e indiferente a sus sentimientos. Durante el sueño, el androide aprovecha para alejarse y da casi siempre la espalda y por toda respuesta, lo que sale de su boca en todo momento es un desafiante ¿qué?

Martes

Esta mañana, el androide se ha ido por su cuenta a la terraza a fumarse un cigarrillo. De acuerdo con los parámetros que debería guiar su comportamiento, su adicción es inexplicable.

Miércoles

Esta mañana cuando he entrado en la cocina el androide estaba exprimiéndose  un zumo de naranja. La prueba de su olímpica indiferencia hacia mi es que sólo ha usado 3 naranjas, justo las que necesitaba para llenar un vaso.

Jueves

Esta mañana cuando me he levantado y he intentado entrar en el baño acuciado por la urgencia, la puerta estaba atrancada. El androide se estaba duchando y he tenido que salir a mear al jardín. El frío era intenso y se lo he recriminado agriamente pero ya podéis adivinar lo que me ha contestado.

Viernes...

Me despierto de nuevo sin éxito en la soledad de mi habitación. El androide de compañía ha desaparecido nuevamente aunque no anda muy lejos. Lo encuentro 1 minuto más tarde en el salón viendo la tele tumbado en el sofá. Ha cogido una bolsa de pipas, ha encendido el aire acondicionado y se ha puesto a ver el pack de la primera temporada de Friends que mi exnovia se dejó en la casa cuando cortamos. Tal falta de respeto me ha sacado de mis casillas, así que no he tenido más remedio que desconectarlo de un derechazo.

Llegó el fin de semana y, para entonces, yo ya estaba completamente desquiciado por las ocurrencias del androide de la viuda del androide. Por momentos, me parecía estar viviendo en una pesadilla surrealista de incierto final. Por si fuera poco, durante la noche, los sueños libidinosos con la viuda del androide no me dejaban en paz e insistían en despellejarme la mente. Necesitaba respirar urgentemente. Llamé a Lucía.
--¡Qué haces?
--Aquí en el trabajo, dónde crees?
--¿Quieres que nos veamos cuando salgas?
--Ya veremos porque, cuando yo quiero verte, tú nunca estás.
--Sabes que no lo hago a propósito. Es por mi trabajo, que es muy especial.
--Sí, lo que tú digas. Luego te llamo, que ahora no puedo hablar.

Lucía me llamó media hora más tarde, yo apagué el androide y lo escondí en el armario apilado entre la fregona y el escobón. Cuando llegó Lucía, nada más cruzar por la puerta de entrada, apenas sin mediar palabras, empezamos a follar arrastrándonos por el pasillo como dos animales ansiosos. Mientras la penetraba, yo no podía quitarme de la cabeza los carnosos labios de la viuda del androide pronunciando esa frase: "Tan divertido le parece que una mujer se pueda bastar a sí misma?"...Cuando terminamos, Lucía empezó  a repasar con curiosidad científica, los cardenales derivados del fragor de la batalla. Después se quedó terriblemente callada. Luego empezó a mirarme con ojos asombrados...
.--¿Qué?-  respondí.
--A ti te pasa algo y no me lo quieres decir.
--Eso es ridículo.-le contesté justo antes de darle la espalda.

CONTINUARÁ....




10 comentarios:

  1. ¡Dios mío! Hasta en la ficción; hasta en la ciencia-ficción; hasta los androides que pasan de todo... ¡salen a la terraza para poder fumar!
    Y encima la crisis.
    Al menos leerte nos estimula. Gracias.

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  2. Me empieza a recordar a un hombre que conozco bien...

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  3. Me gusta.........el continuará me mata, y a la vez me da vida.

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  4. Pitt Tristán:
    Muchas gracias por esos halagos que tanto agradezco.
    Ah, la crisis...hay un montón de sinvergüenzas que viven de eso ¡Y con qué descaro dicen que tienen "la conciencia tranquila" Pero qué conciencia si no la tienen...yo siempre he pensado que en ese mundo de la Banca se congregan los mayores delincuentes...¡eso sí, ¡todo muy legalmente¡...En fin,perdona por la chapa, pero es que todos estamos un poco quemados.

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  5. Tranquilino González:
    ¡Pero señor Cuervo¡...jajajaja...usted no sabe que hacer para llamar la atención.

    ¿Ah, sí? ¡Ese hombre al que tanto conoce es usted?...

    Un beso.

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  6. MumaMoon:
    ¿Le gusta? pues esa es la intención, al menos que se diviertan ustedes...

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  7. Bitácora de una transformacion. ¿Puede acaso un androide irse convirtiendo en humano, poco a poco, en sus malos y buenos hábitos?....

    Cuando uno asiste a esa tranformacion el mundo va perdiendo sentido, y Lucía lo sabe (está tan lejos él, que lo pierde: creador y bestia se fusionan por fuera de lo real)

    mi beso, real.

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  8. Te he leído tranquilo. Me he sumergido en esos diálogos al más puro estilo Blade, pero que no sé bien por qué, llegan un poco más al sitio desde el que te escribo. Todo suena, sin serlo, más real, más tocable, más respirable.

    Añoro escribir esos diálogos. Mis personajes no se presentan como los tuyos. No son mudos, no. Pero no mantienen conversaciones como esa viuda, como el androide, como el que viste cuerpo y desviste intenciones. Además, me he quedado helado por fuera, caliente por dentro cuando he visto-leído, que un aparato de esos con corazón de metal es capaz de dormir, de fumar, de no sé cuántas cosas más. Tendré que releerte, claramente.

    Y digo lo de releer porque, al empezar a disfrutarte con efecto retroactivo, he leído: "hay una viuda a la que le falla su androide" Y no sé qué he leído que mi interpretación ha sido otra, y lo mío me ha costado volver a centrarme en la linealidad de tu texto, o algo así.

    Te dejo un beso, de los que no fallan porque Androide, aún no soy.

    Mario

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  9. Elcaligrafista:
    He elaborado varios finales, todos me resultan muy interesantes...pero creo que al final optaré por el más verosímil. Aunque sorpresivo ¡cómo no¡ Al fin y al cabo la perfección creo que consiste en el acoplamiento...Aunque en la ficción, y más en este género, da para mucho más...

    Un beso en sintonía total.

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  10. Querido Mario:
    ¿Diálogos "al estilo Blade? Supongo que has querido decir a lo Blade Runner...
    La verdad es que en poco se distingue a veces el comportamiento de un robot humanoide con el de un ser humano.

    Pues claro, lo bonito en mi es "releerme" porque ¿sabes? soy como las fases de la Luna. Pero eso creo que ya lo sabes...Y aunque no venga a cuento quiero decirte que mi Android (mi móvil de gama alta) toma decisiones por su cuenta...pero no me lo tomes en cuenta; tanto si estoy como si no estoy...

    Un beso de los de siempre

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Ni aún el genio más grande iría muy allá si tuviera que sacarlo todo de su propio interior. Goethe.