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Es preciso llevar algún caos dentro de sí para poder engendrar estrellas danzarinas. Nietzsche.

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No hay más realidad que la que tenemos dentro. Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego. Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Hermann Hesse.

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¡¡Déjame con la boca abierta!!

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Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino. Julio Cortázar

viernes, 27 de enero de 2012

El número Pi


El admirable número Pi
tres coma uno cuatro uno.
Las cifras que siguen son también preliminares
cinco nueve dos porque jamás acaba.
No puede abarcarlo seis cinco tres cinco la mirada,
ocho nueve ni el cálculo
siete nueve ni la imaginación,
ni siquiera tres dos tres ocho un chiste, es decir, una comparación
cuatro seis con cualquier otra cosa
dos seis cuatro tres  de este mundo.
La serpiente más larga de la tierra suma equis metros y se acaba.
Y lo mismo las serpientes míticas aunque tardan más.
El séquito de dígitos del número Pi
llega al final de la página y no se detiene,
sigue, recorre la mesa, el aire,
una pared, una hoja, un nido de pájaros, las nubes, hasta llegar
directo al cielo,
perderse en la insondable hinchazón del cielo.
¡Qué breve la cola de un cometa, cual la de un ratón¡
¡Qué endeble el rayo de un astro si se curva en la insignificancia
del espacio¡
Mientras aquí dos tres quince trescientos diecinueve
mi número de teléfono la talla de tu camisa
el año mil novecientos sesenta y tres sexto piso
el número de habitantes sesenta y cinco céntimos
dos pulgadas de cintura una charada y un mensaje cifrado
que dice vuela mi ruiseñor y canta
y también se ruega guardar silencio,
y se extinguirá cielo y tierra,
pero el número Pi no, jamás,
seguirá su camino con su nada  despreciable cinco
con su en absoluto vulgar ocho
con su ni por asomo postrero siete,
empujando, ¡ay¡,  empujando a durar
a la perezosa eternidad.

Poema de Wislawa Szymborska
Premio Nobel de Literatura

viernes, 20 de enero de 2012

Pactar con el Diablo


Todos los medios masivos utilizan su potencial para influenciar, subliminalmente a veces, con sus mensajes. Las películas llevadas al cine por Hollywood son el mejor ejemplo. Y no cabe ninguna duda de que los diálogos son altamente significativos.

Al Pacino, que es magistral como actor, y que borda los papeles de abogado, en la película "Pacto con el Diablo", tiene al final una secuencia que justifica toda la película. Su diálogo, casi un monólogo, (soberbio alegato) con el abogado que ha captado para su gabinete y que lo necesita para urdir sus tramas, deja claro el mensaje: La vanidad es el mayor mal de este mundo, la vanidad fomenta la ambición que desemboca en avaricia, que es lo que trae todos los males, y el peor de todos ellos es que arrincona al amor.

--¿Quién eres?--le increpa el abogado.
--Tengo muchos nombres.
--¿Satán?
--Llámame papá.
--¿Porqué yo, si el mal está en todas partes?
--Porque el narcisismo anida en ti. La vanidad es el pecado más básico. Es la droga natural.
--¿Qué quieres de mi?
--¡Un hijo tuyo¡
--¿El Anticristo?
--¿Porqué no?
--No quiero hacerlo. No olvides que tengo libre albedrío.
--¿Un abogado al que le remuerde la conciencia? No me lo creo...¿Por qué tienes que cargar con ese maldito saco de piedras? Tu pecado favorito es la vanidad, no lo olvides.
--No, no lo haré.
--¿Porqué, Kevin, por Dios? ¿Porque sí? ¡Por Dios¡...Está bien. Te daré información de primera mano acerca de Dios: A Dios le gusta observar, es un bromista. Dota al hombre de instintos, os da esta extraordinaria virtud ¿y qué hace luego? Os utiliza para pasárselo en grande. Para reírse de vosotros al ver cómo quebrantáis las reglas, Él dispone las reglas y el tablero. Es un auténtico tramposo: mira pero no toque, toca, pero no pruebes, prueba pero no saborees...¡Os trae y os lleva de un lado a otro como marionetas¡ ¿Y mientras tanto qué hace él? Se descojona. ¡Se parte el culo de risa¡ ¡Es un sádico¡...Yo tengo los pies sobre el mundo desde que empezó este puto juego...Yo soy un devoto del hombre. He alimentado todas las sensaciones que el hombre ha querido experimentar. Siempre me he preocupado de lo que quería y nunca le he juzgado ¿porqué? porque nunca le he rechazado a pesar de todas sus imperfecciones. Soy un humanista, puede que el último humanista...¿Quién en su sano juicio podría negar que en todos estos siglos el mundo ha sido mio? ¡Mio, Kevin, mío¡

Y el Diablo juega sus bazas. No abandona, le tienta con la felicidad, se aprovecha de que el abogado no sabe que la felicidad tiene rasgos que son variables en el tiempo, en el espacio y en las personas. Porque el Diablo sabe, y el abogado no, que la misma persona es incapaz de sentir exactamente la misma emoción dos veces seguidas, ya que siempre hay una ligera diferencia en los estímulos y en las reacciones...Y una vez más vuelve a atrapar al abogado...porque el abogado no sabe, y el Diablo sí, que todos los libros del mundo han sido escritos por y con su influyente semilla. Y para Él "La Praga de Kafka se funde en el Dublín de Joyce que es la Mancha de Cervantes que es la Biblioteca de Borges"...

Porque todo es un juego maldito aunque divertido...y todo está escrito para que la vida sea un juego. Todo tiene su guión: en la Literatura, en el Cine, en el Teatro...Los inteligentes monólogos de la vida están escritos por el Diablo...Porque las historias escritas, dramas y comedias, tienen sus actos y entreactos; un principio y un final, tienen un hilo conductor, es decir, coherencia. Pero la vida es un caos porque la vida no tiene guión.

sábado, 14 de enero de 2012

Público...y masa

 

Es obvio que una cosa es la humanidad y otra muy distinta el público-masa, ese conjunto de seres que han dejado de ser personas para convertirse en objetos fabricados en serie, moldeados por una educación estandarizada, embutidos en fábricas y oficinas, sacudidos diariamente al unísono por las noticias lanzadas por centrales electrónicas, pervertidos y cosificados por una manifactura de historietas y novelones radicales, de cromos periodísticos y de estatuillas de bazar.

Ernesto Sabato
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Tres preguntas:
¿Hay algún antídoto?
¿Se puede escapar de esa inercia?
¿Tan manipulables como borregos somos?

lunes, 9 de enero de 2012

Regalo


...y llegaron ellos...
¡no me lo podía creer¡
pero sí, me han traído un regalito.
Así de pronto pensé que era
un carboncillo negro, pero no...
Es una obsidiana.
Y claro, yo misma me quedo asombrada
al escribir esto.

¿Y qué es una obsidiana?
Pues es...una roca volcánica, enteramente vítrea, de color negro lustroso con reflejos metálicos y de fractura concoidea. Su composición química es muy variada y complicada, generalmente neutra, pero no son raras las variedades básicas...
Descripción facilita se mire como se mire...

¿Y a qué se debe su nombre, obsidiana?

El hombre que la descubrió en Etiopia fue un romano llamado Obsius. El nombre, obsidiana, viene del latín "obsidianus", lápiz, errata en los manuscritos de Plinio por lapis obsianus.

Eso es , documentación al canto...y sin pretender que se note, je, je...
Sintiome felicitada, Majestades.

lunes, 2 de enero de 2012

El tiempo


no instruí a mi reloj
para mañana
no hay por lo tanto garantía
de despertar a tiempo

Mario Benedetti
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Viajamos siempre hacia adelante en el tiempo. Es imposible parar ese proceso. No se puede parar el tiempo. No se le puede atrapar y dejarlo prisionero como un pájaro entre los dedos y las palmas de las manos. Todo un mundo de filósofos...mundos pasados y futuros; los que han sido, y los que posiblemente serán, todos se enfrentan al problema del tiempo, y siempre, tan metafísicos ellos, lo quieren explicar con larguísimas disquisiciones para terminar no aclarando nada.

Y es que el problema del tiempo es esencial. No podemos prescindir del tiempo...es fascinante, no se puede describir, ni siquiera pensar (es como cuando pensamos en la Nada.) Según Borges si se hubiese resuelto ese problema se habría resuelto todo, pero dice Borges que felizmente no hay ningún peligro de que se resuelva, es decir, "seguimos siempre ansiosos"

Ni aún entrando en conceptos especiales sobre el tiempo se puede entender. Aristóteles lo vincula al movimiento. El tiempo, dice, es algo que pertenece al movimiento. Pero los matemáticos juegan con el tema del tiempo y parece que se divierten con las paradojas que se inventan...como las de Zenón...que dice que una flecha en su vuelo está inmóvil en cada instante. Luego el movimiento es imposible, ya que una suma de inmovilidades no pueden constituir el movimiento. Y lo de Aquiles, el de los pies ligeros, compitiendo con una tortuga...ya no se puede pedir más a la imaginación  de los sabios. O sí se puede, ya que algunos modernos para justificar esa paradoja recurren al cálculo infinitesimal que era desconocido en la época de Zenón.

Y para qué nos vamos a romper la cabeza pensando en qué es el tiempo. Algunos filósofos dicen que el tiempo no existe, porque el pasado y el futuro no están, y el presente está sólo un instante. Según Berkeley lo único que existe es lo que sentimos nosotros. Sólo existen nuestras percepciones, nuestras emociones. Luego el tiempo es lo que percibimos  de él en cada instante...Pero ese tic-tac del reloj del tiempo nos inquieta, nos perturba y nos acosa...y quisiéramos caminar sin prisa, como para no querer llegar a la meta ¿estamos jugando con las cartas marcadas? Sí, eso creo, y prefiero dejar mi mente in albis y jugar un poquito más, sólo por diversión...Así que ahora, yo por mi cuenta, voy a especular aún más...¿Quien me lo impide?

Supongamos que Dios está solo. Supongamos que Dios está parado y no sabe que hacer. Se aburre porque no ve ningún movimiento a su alrededor. Pero tiene un reloj que también está parado. Es el reloj del Tiempo, y decide ponerlo a funcionar: Principio del tiempo. Y pasa la tarde y pasa la mañana, y hace la luz que sale de las tinieblas...Y después de dar al interruptor de la luz se frota las manos. Y como tiene todo el tiempo del mundo empieza a crear cosas...¡y le gusta¡ y pone monstruos marinos el las aguas...Y se crea a sí mismo: ÉL es el Gran Prestidigitador, y saca de la gran chistera las estrellas, los planetas, los mares, las plantas, los animales y las cosas...El tiempo pasa...y crecen las Torres de Babel...y está a punto de dar un manotazo y acabar con todo. Pero le hastía volver a empezar. Por otra parte existe el peligro de que el reloj se pare, así que crea los códigos y las guerras, y ve que le gusta lo creado ¡y se divierte con ello¡...porque le gusta jugar con ese animal que se ha superado a sí mismo: el humano. Y se olvida del reloj del Tiempo; no sabe si el reloj está en peligro, y no quiere saberlo...

Mucho más tarde llega San Agustín con su angustiosa y desmedida ansiedad por saber qué es el tiempo. Y lo vincula a la extendida imagen del "río" planteada por Heráclito como metáfora del tiempo, y enfoca este concepto del tiempo como la imagen móvil de la eternidad...Creo que nadie ha sentido con mayor intensidad el problema del tiempo que este hombre. Él dice que su alma arde, que está ardiendo porque quiere saber  qué es el tiempo. Y le pide a Dios que le revele qué es el tiempo, no por vana curiosidad sino porque él no puede vivir  sin saber aquello...

Morirá sin saberlo.

Me consuela saber que un hombre tan ejemplar como San Agustín tampoco lo supo: "¿Qué es el tiempo? Si no me lo preguntan lo sé. Si me lo preguntan, lo ignoro".

Él ardía en deseos de saberlo...de saber explicarlo al menos.
Pero yo paso...
Paso el tiempo con estas cosas.


Feliz año 2012, deseo de todo corazón a todos, todos y todos.